Una boda sigue siendo a día de hoy un gran acontecimiento social y como tal viene marcado por una serie de normas de protocolo. Por lo general nos olvidamos prácticamente de su existencia y a lo sumo tratamos de mantener un comportamiento similar al del resto de invitados o como mejor nos parezca.
Sin embargo el protocolo aún sigue siendo importante y lo que es aún mejor: nos ayuda a solventar posibles dudas acerca de qué no llevar, cómo no actuar o qué no hacer. Sí, por lo general uno sabe lo que es correcto a la hora de acudir a un enlace, pero lo que es realmente difícil es saber qué no hacer en una boda.
Por eso en este artículo de Bekia os presentamos una guía de lo que marca el protocolo en una boda, concretamente en una boda de tarde. Sí, porque lo primero que habéis de saber es que hay diferencias en función del momento del día en que tenga lugar la celebración y las cosas son muy distintas si es al mediodía o se trata de una boda de tarde. También hay que tener en cuenta dónde se celebra.
Elegir la ropa adecuada
Cuando nos anuncian que hemos sido invitados a una boda el primer pensamiento que se nos viene a la cabeza es qué me pongo. Tenemos varios artículos respecto a la vestimenta y el protocolo en este tipo de celebraciones que os aconsejamos revisar, así que en este apenas haremos un pequeño repaso.
Tratándose de una boda de tarde el protocolo anima a las invitadas a lucir sus mejores galas. Pueden optar por un vestido largo, algo descartado si el enlace se celebrase por la mañana, o por un vestido de cóctel. Y acorde a estos cortes se puede apostar por tonalidades oscuras sin ningún problema.
Es importante saber dónde se va a celebrar la boda, porque de ser un espacio al aire libre es mejor apostar por los cortes a la rodilla y dejar los más largos -aquellos en que no se ven los pies- para un convite que sea en un espacio cerrado. Una estola de piel -en invierno- o un chal en verano son perfectos para cuando bajen las temperaturas, especialmente si la celebración va a ser al aire libre. En caso de un vestido de cóctel también puede combinarse con una americana.
Jerarquía de invitados
Uno de los principales errores en que cae una invitada a una boda es en el hecho de pensar únicamente en si misma. Ya comentamos antes que la primera preocupación es qué ponerse y a partir de ese momento comienza la búsqueda del modelo perfecto para la boda.
Por lo general buscamos algo con lo que nos sintamos atractivas, poderosas, que llame la atención y que nos haga destacar. Ese es uno de los grandes errores de protocolo en el que casi todas hemos caído alguna vez. No hemos de pensar únicamente en nosotras ni en llamar la atención sobre el resto de presentes en el enlace. Se ha de elegir una vestimenta de acorde al puesto que se ocupe en la boda. Me explico.
La protagonista de este día es la novia. De eso no cabe duda. Ella debe ser la que lleve el vestido más espectacular, la que brille con más fuerza y a la que le hagan halagos. No quiere esto decir que el resto vayan con harapos pero sí que han de evitar quitarle protagonismo a la mujer que se va a casar.
Por ello el color blanco está reservado únicamente para las novias y nadie más debe elegirlo. En caso de que así fuera se entiende como un intento de robarle ese protagonismo que le pertenece por derecho propio. Y esto puede dar origen a un importante conflicto durante la boda, algo que seguro no quieres. Vestir de blanco es poco menos que una declaración de guerra.
En este sentido detrás de la novia la mujer más importante en una boda es la madrina, que es la única que tiene posibilidad de llevar mantilla, algo que también hará que destaque. Este complemento ha de ser blanco o negro (abstenerse de usar otros colores aunque se lo hayamos visto a alguna famosa). Sabiendo que el blanco está reservado para la novia lo correcto de acuerdo a las normas de protocolo es que la madrina lleve una mantilla negra y la combine con la ropa.
De acuerdo a esto existe una jerarquía de importancia de invitadas a un enlace. Los primeros puestos son para aquellas personas más próximas a los contrayentes y cuanto más alejados se encuentren los invitados de los novios más discretos deben ir. Si eres una prima lejana o has sido invitada por compromiso no busques destacar, ni con tu ropa ni con tu comportamiento. No es tu día.
Complementos nocturnos
Si se distingue la ropa a llevar en una boda de tarde y en una de mañana lo mismo ocurre con los complementos de las mujeres. Existen un par de normas en protocolo que son fáciles de recordar y nos pueden ayudar a resolver dudas a la hora de elegir qué ponerse. Los sombreros van reduciendo su tamaño según pasan las horas del día y los zapatos aumentan sus tacones según se acerca la noche.
¿Esto qué significa? Para una boda de tarde apuesta por pequeños tocados y descarta por completo las pamelas -estas se supone son para protegerte del sol, algo que no va a haber en una boda de tarde. Recuerda que sea como sea n o puedes quitártelo hasta que haya acabado la boda, algo a tener en cuenta cuando lo vayas a comprar, sobre todo si no estás habituada a utilizar este tipo de complementos. Si no crees que aguantes con el durante toda la celebración descártalo de antemano y busca otro tipo de adorno como horquillas o diademas de strass.
Los tacones son los reyes de un look nocturno. No tengas miedo a sumar centímetros y centímetros porque, a diferencia con un enlace de mañana, no tendrás que llevarlos durante todo el día, únicamente unas horas.
Peinado y maquillaje
Respecto al peinado está permitido llevar el pelo suelto o recogido, aunque en el caso de haber optado por un vestido largo un recogido siempre parece más acorde. Del mismo modo la noche da lugar a jugar con el maquillaje y a apostar por propuestas marcadas como los labios rojos o un ahumado en los ojos.
Por lo general los vestidos de noche son suficientemente espectaculares para que no tengas que valerte de complementos para hacer resaltar tu look. Apuesta por joyas discretas. Si por el contrario has elegido un vestido de cóctel discreto, en tonos neutros o sin estampado busca pendientes, collares y anillos que lo hagan resaltar.