Muchos se preguntaron ya con 'Sexo en Nueva York' como una joven periodista cuyo trabajo era ser columnista en un periódico se podía permitir tener un piso como de Carrie Bradshaw y, sobre todo, un vestidor con marcas de lujo como las que lucía en cada uno de los episodios. Un ejercicio poco fiel a la realidad que Patricia Field -encargada de vestuario por aquel entonces- había decidido sacrificar a favor de la moda y de convertir al personaje en un auténtico icono de estilo como acabó siendo. Algo que muchos deseaban que no cambiase con la segunda parte de la serie, ' And Just Like That... ', que se estrenó ahora en HBO Max.
Y así fue. Ahora a cargo de otras dos nuevas personas, Molly Rogers y Danny Santiago, lo cierto es que Carrie ha vuelto a presumir de tener un vestidor incluso mejor que el de Kim Kardashian mientras sigue con su ya histórico trabajo como columnista -porque las buenas cosas, sea en vestuario o en argumentos, no cambian-. Durante los capítulos se le ha podido ver con prendas de marcas de moda de sus colecciones más reciente, pero también siguiendo una de las tendencias del momento, apostar por prendas vintage, dándole así vida a antiguas colecciones y abogar así por la moda consciente.
Pero qué sería de Carrie Bradshaw sin marcarse un Carrie Bradshaw alejándose totalmente de la vida que cualquiera de los espectadores y subiendo al cielo de lo 'fashion' con un auténtico look que pasará ya a la historia del icono de moda que es el personaje. Coincidiendo con el final de la serie, Sarah Jessica Parker luce un vestido Alta Costura de Valentino.
¿Puede Carrie permitirse un Valentino Alta Costura?
Una pomposa pieza con escote Bardot de mangas abullonadas y una falda con todavía más vuelo que parte desde debajo del pecho. En un color naranja, este lo combina con unos guantes largos en color rosa fucsia y uno de los bolsos más icónicos de su vestidor en forma de Torre Eiffel que ya había lucido en 'Sex And The City' y que los más avispados recordarán. Pero es que claro, qué puede haber más carísimo que Carrie paseando por el Puente de las Artes de París enfundada en un Valentino Alta Costura. Pues nada.
Y si, Carrie Bradshaw ya no tiene la edad que tenía en 'Sexo en Nueva York', ahora tiene unos 50 años con los que demuestra que las mujeres de esa edad, pese a que la industria lo ha intentado hasta hace no mucho, no están para nada pasadas de moda y que pueden lucir todo tipo de prendas sin problema alguna. Pero claro, de abogar por eso a permitirse lucir un Valentino Alta Costura cuyo precio no debe de bajar de los 6.000 euros y contar con muchas horas de trabajo artesanal a sus espaldas, hay un trecho. Pero bueno, si la siere quería mantener su esencia, hay que sacrificar ciertos parámetros de la realidad a favor de la fantasía y a Carrie se lo permitimos todo, la verdad.