Lo primero a tener en cuenta a la hora de planchar una camisa es el tejido de esta. Si la camisa es de seda, rayón, poliéster o nylon, la temperatura debe ser media o baja y dar muy pocas pasadas o más cantidad de ellas pero con más rapidez para no dañar el tejido. De igual modo, si las camisas son de lino, cachemir o algodón, que son las más comunes, la temperatura de planchado debe ser alta y utilizar el vapor para que las arrugas desaparezcan completamente.
Algo muy importante también a la hora del planchado de la camisa es el lugar donde lo hagamos. Utilizaremos la tabla de planchar y nos olvidaremos de otras superficies como mesas o camas, ya que en estas resultará mucho más difícil acceder a zonas delicadas de la camisa como pueden ser los puños o los cuellos. Sin olvidar que la base de la plancha debe estar muy limpia para evitar que nuestra prenda termine con manchas.
El vapor es un punto esencial en el planchado de una camisa, por lo que hay que asegurarse que el deposito de la plancha se encuentre siempre lleno y en su temperatura máxima para combatir cualquier arruga, por dura que resulte, en nuestra ropa.
Planchar camisas: paso a paso
De esta forma, comenzaremos siempre planchando los cuellos. Si la camisa cuenta con botones en esa zona, debes desabrocharlos, así el planchado será mucho más fácil, además de completo al poder planchar por la parte superior e inferior de los cuellos sin ningún tipo de problema. Esta zona de la prenda es una de las más importantes, por lo que hay que dar varias pasadas hasta que se note cómo el tejido se queda bien marcado.
Cuando se tengan los cuellos bien planchados, se procede a planchar los hombros poniendo esta zona en el borde de la tabla para que no quede ningún recoveco sin que llegue el vapor. Asimismo, damos pasadas suaves por ellos, primero uno y luego el otro. En esta ocasión ya no es necesario que tengamos tanta insistencia como hemos tenido con los cuellos, ya que no debe quedar tan marcados.
Posteriormente, se planchan los puños de las mangas. Para ello, desabrochamos los botones y se comienza por la parte interior de ellos. Los puños, como el cuello, son zonas que deben quedar más marcadas que el resto de partes de la camisa, por eso, y al tener la mayoría una tela doble, se insiste bien en esta zona. Cuando se termine con la parte interior, se pasa a la exterior.
El siguiente paso es el planchado de las mangas, quizá una de las zonas más difíciles a la hora del planchado de la camisa, debido a que cuando lo hacemos la plancha siempre deja una raya a lo largo de la manga que no debería de quedar. Por esta razón hay que plancharla por ambos lados para conseguir que no se marque.
Por último, cuando ya se tienen planchadas las mangas, los puños, los hombros y los cuellos, sólo quedaría la espalda y la zona del pecho. Zonas muy importantes ya que, por cómo queden estas partes se valorará si una camisa está bien planchada, o si por el contrario necesita una pasada más con el objetivo de eliminar todas las arrugas. Primero se da el planchado de las partes de la zona del pecho con la camisa abierta y se va pasando poco a poco por toda la camisa hasta que se termine en la otra parte del pecho pasando por la espalda. En este punto hay que tener cuidado y especial interés con los ojales y los pliegues de la camisa para que no quede nada sin planchar y para no dañar los botones.
Trucos y consejos de planchados de camisas
Un truco que no es totalmente referente al planchado de la camisa, es el número de revoluciones a las que se seque la ropa cuando se lava. De esta manera, si la ropa se seca a menos revoluciones, aparecerán menos arrugas y por lo tanto será mucho más fácil plancharla, así como que las arrugas desaparezcan del todo.
A la hora de planchar las zonas donde se encuentren botones, hay que tener cuidado ya que las altas temperaturas que se alcanzan puedes quemar dichos botones. Para evitar esto se puede poner sobre ellos dedales de metal, en el caso de los más pequeños, o cualquier recipiente también de metal que permita proteger los botones más grandes que cualquier daño producido por la temperatura a la que se planche.
Otro punto a destacar es el planchado de este tipo de ropa son los bordados. Si la camisa en cuestión cuenta con ellos, debes recordar que tienen que estar al revés, así como no pasar toda la plancha sobre ellos, sino la punta nada más.