En esta época del año que se acerca, cuando nos invitan a una boda, lo primero que se nos pasa por la cabeza es la mítica frase '¿qué me pongo yo ahora?' Y es que en otoño es un poquito más complicado acertar con el outfit adecuado para estas ocasiones, añadiendo también a ello los problemas del clima, que hace algo más de fresco y que queremos lucir lo más guapas posible.
Siempre existe un protocolo, pero es verdad que también es bueno romper las normas si está justificado. No merece la pena pasar un mal rato con un vestido corto por que eso es lo que se debe hacer, si no te favorece y vas a estar incómoda. No te aferres mucho a eso, el protocolo es para la gente noble, no para el pueblo que se pondrá lo que pueda y lo que más le guste. A la hora de la verdad lo que importa es como te sientas.
Consejos de protocolo
Siempre existe un dilema en lo que se refiere al largo del vestido y en que momentos del día se lleva uno u otro. En este aspecto existen diferentes puntos de vista y formas de pensar según el estilista y quienes sean los que se casan. No podrás ir igual a la boda de tu jefe que a la de tu amiga de la infancia, en este aspecto si existen algunas normas, aunque no muy estrictas.
Según los expertos en protocolo, las invitadas siempre deberían ir de corto, sea la hora que sea y el momento que sea, un look con vestido largo solo pueden llevarlo las madrinas y la familia cercana; como las hermanas, primas y las amigas intimas si la novia lo considera. En este aspectos existen momentos en los que se pueden romper las normas. Si por la forma de tu cuerpo o por tu comodidad quieres llevar un vestido largo puedes hacerlo, romper el molde a veces no es mala idea.
Teniendo en cuenta que se trata de una boda en una época algo más fresca, los vestidos de manga larga son ideales, de media manga o de elefante; todos esos van a resguardarnos un poquito del frio ya que el fular, chaquetilla, torera y demás pueden ocultar el vestido y quitarle el protagonismo. Es bueno llevarlo por si las moscas, pero nunca puesto a no ser que haga demasiado frío para aguantar.
Otro detalle que es un dilema es el tema de las medias. Hay todo un debate en cuanto a meter esta prenda en el look de invitada de boda o no. Y es que normalmente no es algo importante, simplemente si hace frío las llevas y si no, no, pero últimamente se habla de que el brillo que desprende o, por el contrario, el ser demasiado tupidas, hacen que el outfit no sea natural y le quita bastante encanto. En realidad, esto depende de cada persona y su situación en ese momento. La comodidad ante todo.
Otra cuestión común es llevar pamela o tocado. Esto ya es a gusto del consumidor, pero la pamela siempre quedará relegada a bodas de mañana, del tamaño que quieras y en las dimensiones que más te gusten; no hay dolor, ponte la que quieras siempre que la ceremonia sea por la mañana. Mientras que el tocado es algo más ponible y suele usarse en cualquier momento del día. Ahora, si decides usarlo, recuerda que tienes que dejarlo hasta el final, nunca quitártelo a mitad de la celebración. Si sales tocada, vuelves tocada: eso es así.
Colores apropiados
Cómo cada año, existen colores que marcan más la época del año en la que nos encontremos, algunos más ponibles y otros que cuestan algo más combinar. Sin embargo, lo mejor de una boda es que el look puede rescatar esas tonalidades tan impactantes y que cuestan tanto ponerse a diario para lucirlos y sacarles el mayor partido. El color arcilla que este otoño está tan de moda, el púrpura o el rosa cuarzo en su tonalidad lo más adaptada posible al frío.
Como en toda boda, hay colores que no pueden elegirse por nada del mundo. El blanco en todas sus tonalidades está totalmente prohibido. Ni el blanco roto, ni beige, ni marfil, ni nada que se le parezca; son colores con los que solo puede jugar la novia y nunca jamás puede usarse para un look de invitada.
Otra combinación totalmente prohibida es el total black. Suele ser muy socorrido, pero la realidad es que un look totalmente en negro queda muy triste y puede parecer que vas de luto, cuando lo que queremos conseguir es todo lo contrario, un día de alegría, felicidad y celebración. Si quieres ir de negro, es una opción posible, pero siempre dando un toque de color y sacándole de lo apagado para que resalte y no parezca triste.
La moda wedding
La moda en lo que a invitada de boda se refiere es demasiado amplia. Como proponer, se pueden mostrar numerosos estilos, looks o combinaciones de prendas. Es increíble la gran gama que existen y es que casarse está de moda desde que puedes ir al juzgado, firmar y después celebrarla como mejor te convenga.
En cuanto a los escotes, es esencial que cada invitada use el que mejor le siente y más agusto se sienta. Pero si es verdad que hay que guardar cierto respeto cuando la ceremonia es religiosa, por lo que si te gusta usar escotes muy pronunciados, es recomendable que lleves algún tipo de pañuelo, fular o chaquetilla que cubra un poco esa zona durante la ceremonia. Una vez que salgas de la iglesia ya puedes dejarla.
Anteriormente hemos hablado de los largos de las faldas, suponiendo que decidas llevar vestido, pero de un tiempo hasta ahora están muy de moda los monos y son una gran idea, ya que existen de muchísimos estilos y pueden ser increíblemente cómodos para esta época del año tan fresca. Llevar un pantalón en una boda siempre va a ser un look muy arriesgado, pero en otoño sientan de maravilla y salvan de más de un resfriado, siempre que sean de pata ancha y caídos, nunca excesivamente estrechos y mucho menos vaqueros. Combínalos con una camisa elegante y puede ser mucho más bonito que romperte la cabeza pensando en cual puede ser el vestido perfecto.
La gracia de un look de boda, sea en otoño, en primavera o la época en la que toque; lo esencial es ser una misma y estar cómoda. De qué sirve tanto protocolo si al final nos vamos a sentir disfrazas. Es mejor llevarlo todo al estilo de una misma y saber que lleves lo que lleves, eres tu.