Como cada año, con la llegada del mes de diciembre llegan también las ya míticas cenas de empresa. Un evento en el que los compañeros de trabajo (incluidos los jefes) se reúnen fuera de la oficina para tener -o al menos intentarlo- una agradable velada. Pese a que este evento tiene lugar fuera del horario de trabajo y en un espacio bastante neutro como puede ser un restaurante, este trae consigo también unas reglas de vestuario que convendría seguir a raja tabla para así nos llamar demasiado la atención.
Aspectos a tener en cuenta
- Una de esas cuestiones previas es que no se tendrán la mismas confianzas con los compañeros de trabajo que con los círculos más íntimos, por lo que a la hora de vestir es importante mantener siempre un poco de cordura. Eso no quiere decir que no se pueda uno soltarse un poco y pasar un buen rato, porque el estrés y la incomodidad no tienen realmente cabida en una cena de empresa de Navidad.
- Siguiendo el mismo hilo de cordura y sensatez a la hora de escoger un estilo apropiado para acudir a la cena de empresa del trabajo, es importante que no nos invada el espíritu de la Navidad más sexy, porque no se trata de una fiesta de fin de año. Por este mismo motivo hay que intentar evitar estilismos demasiado sexys o incluso arriesgados. Eso mejor que quede para otras fiestas con círculos de mayor confianza.
Cómo vestirse para la cena de Navidad de empresa
Ir acorde con el sitio
Otra de las cosas a tener en cuenta es la localización de la cena de empresa. El sitio donde se comerá es importante, porque ya puede dar una pista más clara de lo que nos rodeará en el momento de la cena. El tipo de restaurante donde tendrá lugar el evento puede ayudar un poco más en la búsqueda del estilismo perfecto.
Por lo tanto no hace falta ir de gala, pero tampoco hay que acudir en chándal. Bueno, salvo que se sea un completo 'fashionista' o referente y hasta una prenda deportiva se sea llevar como si de una pieza elegant y formal se tratase. En ese caso, nada que objetar pero seguramente sea difícil que se este caso sin que nadie de los allí presentes se sienta extrañado. En un caso más común e incluso menor, ni esos vestidos lagos que se reservan para las bodas ni la ropa de diario pueden salvar de esta cena de Navidad.
Apostar por colores poco llamativos
Mientras que a una salida de fiesta con amigos seguramente se pueda llevar ropa más llamativa, aunque solo sea por pura diversión de ver el contraste entre piezas que son casi imposibles; para la cena de empresa de Navidad es mejor que se reserve el lado más artístico o extravagante. El estilo tampoco tiene por qué ser aburrido, pero a veces es mejor pecar de sencillo a pasarse de largo.
Es importante tener en cuenta que cada caso de cena de Navidad con tus compañeros de trabajo es relativo, ya que no todos los asistentes serán de nuestro agrado ni se tendrá la misma relación ni la misma confianza, por lo que es importante que el estilismo no llame demasiado la atención y así evitar miradas incómodas o incluso comentarios innecesarios. El simple hecho de verse fuera del horario laboral implica que el vestuario no será el mismo de siempre, por lo que algún tipo de impresión se causará sí o sí -para bien o para mal-. Pero es adecuado no intentar ir demasiado brillante, ni tampoco abusar de las tonalidades llamativas.
¿Qué pasa con el escote?
Para ello uno puede decantarse por vestidos no del todo ajustados y que mantengan el escote en la espalda. Al menos, si lo que se busca es un poco de atrevimiento para la cena de empresa, se puede escoger entre un cuello bardot o uno corazón, pero poco excesivos. Es decir, que se remarque la forma del escote e insinúe un poco del pecho, pero sin que este sea el principal centro de atención de tu vestuario.
La comodidad ante todo
Este punto puede que resulte ser el más importante de todos. Además de no salirse (demasiado) de los cánones que se consideran como adecuados para una cena de Navidad de empresa, el no tratar de llamar demasiado la atención y el abstenerse de los escotes demasiado atrevidos debe atender a la propia comodidad antes que a todo lo demás.
Si entre las cuestiones anteriores todavía se sigue sin decantarse por qué tipo de vestuario se preferirá llevar, es importante que este no resulte incómodo. Es una cena de empresa en la cual se rodeará de los compañeros de trabajo y, pese a que se trata de la primera reunión de Navidad que se celebrará este año, la propia esencia no debe perderse nunca.