Con el paso de los años el protocolo de determinadas ceremonias se ha vuelto cada vez más flexible. Es el caso de una boda, ni la novia ni las invitadas cumplen las mismas normas que antaño, en buena parte porque muchas están desfasadas y tendemos a ir adaptándolas a los nuevos tiempos.
Al look de boda no se le pide ya que sea formal, sino que muchas veces se busca la comodidad, que permita bailar, saltar y disfrutar con total libertad de la fiesta. Un vestido, un traje o unos pantalones no deben ser un límite a la hora de pasarlo bien en una fiesta como es una boda.
Sin embargo no en todas las ocasiones todo está permitido o está bien visto. Cuando se trata de una boda religiosa aún se espera que los asistentes guarden cierto decoro, especialmente a la hora de vestir. Y esto afecta directamente a cualquier invitada a uno de estos enlaces.
Por eso en el artículo de hoy de Bekia nos hemos propuesto ayudaros a la hora de decidir si un look es o no recomendado para una boda religiosa, concretamente una que se celebre por la mañana. Veremos consejos, trucos y sugerencias que os ayudarán a decidiros por el look más adecuado y que evite conflictos.
Normas de la iglesia
Hace un momento os hablaba de como el protocolo de una boda es cada vez más flexible, pero eso no quiere decir que haya que olvidarse de una máxima: comportarse y vestir de acuerdo al lugar en que estés. Cuando ese espacio es una iglesia hay unas pequeñas y sencillas normas que has de tener en cuenta a la hora de confeccionar tu look.
La gran mayoría de párrocos no llamarán la atención ni pondrán objeciones al look de una invitada, pero puedes coincidir con ese que sí lo haga, así que para evitar el enfrentamiento, estropear la boda a tus amigos y llamar la atención basta tener un poco de cuidado.
En la iglesia católica no está bien visto que las mujeres lleven los hombros al descubierto. Esto es así por mucho calor que haya. Es una creencia muy antigua pero que puede ofender a algún cura -incluso a alguno de los i nvitados de edad avanzada, así que para evitarlo bastará taparse los hombros si vas a acudir a una boda religiosa.
Esto no tiene que tener repercusión en tu look, porque no se trata de no poder usar ropa sin mangas o tirantes, basta con tapar los hombros. ¿La solución más práctica? Ponerse un chal o pañuelo por encima de los hombros para entrar en la iglesia. Al salir te lo quitas y no ha pasado nada.
Si no quieres hacerlo también está la opción de no entrar a la iglesia para la ceremonia religiosa y nadie puede decirte nada por el escote que lleves en la calle.
Largo de las faldas
El caso que nos ocupa es una boda religiosa de mañana por lo que, atendiendo al protocolo, las invitadas deberían ir de corto. Esto supone rechazar un vestido largo y decantarse por los que dejan a la vista parte de la pierna. Los pantalones o monos están igual de bien vistos.
Enseñar los hombros puede ser motivo de expulsión de una iglesia, pero sobre las minifaldas no hay ninguna norma. Eso no quita que si tienes problemas para sentarte sin que se suba y te haga sentir incómoda quizás no es la mejor elección. No solo porque se trate de una boda religiosa, sino por tu comodidad durante toda la celebración.
En el caso de que al sentarte en el banco de la iglesia te sientas incómoda puedes usar un chal para 'prolongar' la falda y que no estés tan incómoda.
Los complementos
Al igual que ocurre con el corto de las faldas o los vestidos hay una serie de complementos pensados para bodas de mañana, con indiferencia de que sean religiosas o no. Se trata de los sombreros.
Al celebrarse la boda a una hora en que puede haber sol se entiende que pueden usarse de todo tipo, incluidas las pamelas, y que hay que desechar los tocados, más pensados para la noche. ¿Qué hacer con el sombrero al entrar en la iglesia?
Las normas de educación dirían que quitárnoslo, no por ser una iglesia, sino porque al entrar a un espacio cerrado uno se quita el sombrero en señal de respeto -y porque no lo necesita porque no hay sol del que tenga que taparse.
Sin embargo hay que tener en cuenta que los sombreros de boda no son, por lo general, complementos con los que estemos familiarizados y que de quitárnoslo podríamos estropear el peinado o no saber volver a colocarlo de la manera adecuada.
En caso de que sea así mi recomendación es dejarlo puesto. No vas a crear ningún conflicto por no haberte quitado el sombrero en la iglesia. Puede ser peor intentar ponértelo después y no conseguirlo u obtener un resultado nada favorecedor.
El uso del blanco
Aunque el protocolo de las bodas se ha relajado con el paso de los años aún impera una norma: el blanco es el color reservado para la novia. Y en todo caso para los niños de arras, pero nunca ha de ser utilizado por una invitada.
Se entiende que el día de su boda la novia ha de ser protagonista y si otra mujer usara el color que está reservado para ella podría eclipsar ese protagonismo. El blanco se asocia con la pureza y la virginidad de una mujer que va a iniciar su vida de casada y aunque esto ya no se cumple en prácticamente ningún enlace aún se mantiene la tradición de que la novia vista de blanco.
En las bodas civiles cada vez se usa menos y se opta por r opa de toda clase de colores o estampados, pero lo cierto es que cuando se trata de una boda religiosa se mantiene la tradición de que la novia vaya con un vestido blanco.
Es por ello que no es nada recomendable que una invitada elija un look en blanco, porque pareciera que quisiera quitarle protagonismo. Es más, puede dar lugar a un enfrentamiento con la novia y eso es algo muy poco recomendable en su día especial.
Y aunque el negro se considera el más elegante de los colores tampoco está muy bien visto en una boda religiosa, especialmente si se celebra por la mañana. Si optas por él realza tu look con complementos en tonos más alegres y vivos para que no parezca que estás de luto.