La ropa que se elige para una u otra ocasión no solo es una cuestión estética o de gustos, sino que en ocasiones una mala elección puede hacer pasar un mal rato. Pocas veces se piensa en cómo vestirse para ir al cine. El cine es una actividad rutinaria en la que todo cabe y poco importa el look elegido, pero a buen seguro que más de una y más de dos veces uno se ha arrepentido de su decisión cuando estaba en la sala y ya no había opción de cambiarse de ropa.
Una tarde de cine es uno de los clásicos planes con amigas o con la pareja. Es algo seguro, que gusta a casi todo el mundo y cuyo mayor quebradero de cabeza suele ser qué película elegir y el tamaño del combo de palomitas y refresco con el que disfrutar de la cinta. Pero a más de uno le ha pasado que una vez empezada la película se siente incómodo por la ropa que ha elegido. Para que no vuelve a ocurrir hay claves que ayudarán a elegir el look más adecuado para ir al cine.
Comodidad ante todo
No es lo mismo ir al cine con unos amigos que hacerlo en una cita; eso está claro. Pero incluso siendo ambas circunstancias diferentes se ha de buscar en ambos casos la mayor comodidad posible. La razón está clara: una película puede durar dos horas, incluso más, y si durante este tiempo uno se siente incómodo a causa de la ropa la proyección se hará eterna y lo que es peor: no se disfrutará de la película.
Fuera estrecheces
Estar en el cien supone dos horas sentada en una butaca con poco margen de movimiento, así que lo más recomendable es ropa cómoda. Si uno se pone esos vaqueros que se se le han quedado pequeños y durante dos horas está notando cómo se clava la cinturilla en la barriga es una tortura. Las butacas del cine limitan el movimiento, pero lo suyo es que no se este inmóvil mientras dure la película, que se pueda mover un poco las piernas. De ahí que prendas especialmente estrechas, como las faldas de tubo, no son lo más recomendable.
A eso se le une la oscuridad de la sala y en cualquier momento puede estirar de más la pierna, que la tela ceda y levantarse de la butaca descubriendo que se ha roto un trozo de falda. Lo mismo con cualquier prenda que quede más ajustada de la cuenta. Ya sea una cita con un ligue o una salida de amigas hay múltiples posibilidades para vestirse de la manera más cómoda cuando se va al cine. Los vaqueros y demás pantalones deportivos son un clásico, sin olvidar las faldas o vestidos con vuelo. La comodidad no está reñida con la feminidad.
Sugerencias sobre algunas prendas
Escotes y minifaldas
Respecto al uso de escotes no es recomendable ninguno pronunciado, especialmente si no se es demasiado alta. La razón es muy sencilla: al estar sentados las personas que están alrededor -si son más altas- pueden tener una visión más clara de lo que se pueda pensar del escote.
Con las minifaldas de tubo ocurre algo parecido, ya que además al estar sentada quedarán más cortas. Para evitar pasar la sesión del cine tirando de ella hacia la rodilla es mejor apostar por una falda con vuelo. Si ya es demasiado tarde basta colocar un pañuelo, chaqueta o abrigo en el regazo para que uno pueda despreocuparse.
Sitio perfecto para estrenar zapatos
En el cine uno esta sentado durante un buen rato y el complemento a esta clase de citas suele ser una cena en algún local cercano. Es por ello que el cine es el lugar perfecto para estrenar zapatos. Seguro que más de uno lo ha hecho: aprovechar que iba al cine para ponerse esos tacones que llevará a una boda y aún tiene que domar.
En el cine se está la mayor parte del tiempo sentada, por lo que los pies se adaptarán a los nuevos zapatos sin tener que caminar y acabar con ellos doloridos. Incluso si uno ve que no puede soportarlo puedes descalzarse un momento en la sala porque nadie se dará cuenta.
Cambios de temperatura
Cuando se va al cine se ha de ir preparada para el tiempo que hace en la calle pero también para el que pueda haber en la sala. Nunca se sabe lo alta que pueden tener la calefacción o el aire acondicionado. Así que ante la incógnita vale más ser previsor ante cualquier cambio brusco de temperatura. Lo más fácil es vestirse a capas. Es decir, no se lleva un jersey sin nada debajo, de modo que si hace calor se tendrá calor' durante la película. Llevar siempre una camiseta debajo que permita desprenderte del jersey y estar cómoda con la temperatura.
¿Qué llevar?
Pero puede que ese día pongan el aire acondicionado. En ese caso lo mejor es llevar una chaqueta adicional o un pañuelo en el bolso con el que poder protegerse. Puede parecer una tontería, pero ver una película pasando frío es una de las peores experiencias que se puede tener en una sala de cine. Los pies es otra de las partes del cuerpo especialmente castigada por estos cambios de temperatura. En numerosas salas de cine el aire caliente se transporta por el suelo, lo que hace que los pies se 'recalienten' y puedan llegar a doler. Descartar medias y calcetines demasiado gruesos y calzado especialmente invernal, como el que incluye plantillas o recubiertos de lana o borreguillo.
Ropa a prueba de palomitas
Es muy difícil ir al cine y resistirse a pasar la película comiendo palomitas recién hechas. Pero al comerlas a oscuras está prácticamente garantizado que cuando se enciendan las luces buena parte del contenido del paquete esté desperdigado por la ropa. Hay tejidos de los que resulta más difícil desprender esos restos y son poco aconsejables.
Consejos contra las palomitas
A la hora de vestirse para ir al cine hay que evitar que el look incluya tops de lana, cachemir o vayan acompañados de adornos como las lentejuelas. Se trata de piezas delicadas de las que es difícil desprender las palomitas -o cualquier otro resto de comida- y no merece la pena estropearlos. El algodón, en estos casos, es el mejor aliado. Bastará sacudirse o desprenderse de las palomitas que haya sobrado usando los dedos. Y se saldrá de la sala de cine con un look tan perfecto como con el que se había entrado.