Cómo vestirse un día de tormenta

Lo sentimos, pero el verano está a punto de terminar, es una realidad y hay que ir acostumbrándose. Aunque parece que aún nos queda para esos días de tormentas nunca se sabe cuando el tiempo nos puede sorprender, y más en estas épocas en las que un día hace 35 grados y al siguiente parece que se va a inundar tu ciudad. Por ello siempre hay que estar prevenida y saber qué en cualquier momento puede comenzar en una tormenta y hay que estar lista para ella. Por eso os dejamos aquí las claves para vestirse un día de tormenta.

¿En la cabeza?

Comencemos por orden, de arriba hacia abajo. Lo primero que tenemos que pensar es en si nos vamos a poner algo en nuestra cabeza o no. Te recomendamos que lo hagas ya que a veces nos puede dar algo de pereza abrir el paraguas, por ejemplo del coche al trabajo o en otros pequeños trayectos y si llevas algo en la cabeza te ahorraras mojarte y muchas seguro que arruinarte el peinado.

Puedes optar por un sombrero normal o si quieres protegerte más la cabeza ponerte uno específico para lluvia, que sea impermeable.

Siempre está bien ponerse gorro en los días de tormenta si no vas a abrir el paraguas

Chubasquero, parka, gabardina...

Ya depende de ti y de lo que más vaya con tu estilo. Simplemente te recomendamos que sea algo impermeable. Las gabardinas nunca pasan de moda, puedes ponerte una típica de color crudo o algunas más moderna de algún estampado. También puedes optar por una opción algo más informal como la parka, eso sí, intenta huir de la típica verde de mangas de cuero. Lo sabemos, todas la hemos tenido y nos encanta, sin embargo está demasiado vista. Si quieres sorprender con tu look no es la mejor opción aunque no te decimos que no puedas ponértela más

¿Y porque no un chubasquero? Un impermeable a veces nos puede parecer infantil y que no tiene nada de estilo pero no tiene porqué ser así. Podemos ir marcando tendencia y con un fantástico look y con un chubasquero. Además se vuelven a llevar cada vez más.

Chubasquero o abrigo, cualquier cosa impermeable para no calarte hasta las orejas

También puedes optar simplemente por una chaqueta. Alguna de cuero o de un material permeable es lo más deseado. Intenta no ponerte de un material que se moje con facilidad como el ante ya que es delicado y puede estropear la chaqueta. Una bomber es una muy buena opción.

Jersey y camiseta

Una buena opción es ponerse un bonito jersey ya que es abrigado y normalmente, y decimos normalmente porque todos conocemos las tormentas de verano, cuando hay tormentas hace frío. Eso sí, intenta ponerte algo debajo por si se te moja poder quitártelo un tiempo y que le de tiempo a secarse.

Un jersey gordito que combine con el frío y para la calle

Vestido

Pero si eres más atrevida porque no ponerte un vestido. ¿Quien dice que no te puedes poner un traje un día de tormenta? Es una perfecta opción. Las inglesas son expertas en looks de este estilo, sobre todo teniendo en cuenta que allí llueve gran parte del año. Ellas siempre han defendido el look de lluvia de vestido y gabardina así que hazles caso.

Pantalón

Lo mejor para estos días es no llevar un pantalón demasiado ancho ya que primero no va a abrigar mucho y según conseguirás mancharlo ya que puede llegar al suelo. También cuidado con pantalones muy largos. Por ello lo mejor son aquellos pitillo o rectos y si quedan por el tobillo mejor.

Zapato

Aquí está lo más importante de todo. Es imprescindible llevar un zapato correcto ya que si te mojas los pies estarás mojada todo el día y será una sensación muy incómoda. Por ello busca un zapato que sea impermeable al que no le entre agua. Ya pueden ser unos mocasines o unas botas de agua. Tienes una gran variedad donde elegir. Huye de las botas tipo UGG que es lo peor para un día de tormenta.

Cada vez más las botas de agua están de moda. De diferentes tipos desde las típicas Hunter hasta otras más originales. Las encontrarás de estampados muy coloridos a otros colores más serios como negros o azules. De todas la alturas que desees. Siempre viene bien tener en el armario dos botas de agua y combinarlas, sobre todo si vives en un lugar en el que suela llover.

Bolso, vaqueros y botas, la mejor combinación para estos días

Un truco puede ser ponerte los calcetines por una altura mayor que la bota. Así se verá un trozo del calcetín, que puede ser también muy original. Es algo que se puso muy de moda hace unas temporadas. Además no dudes es ponerte botas de agua con vestidos, queda también muy estiloso.

Los días de tormenta es mejor huir de los tacones, sobre todo si son muy altos. Aún así si eres de las que no puede salir de casa sin tacones puedes optar por unos más bajitos y siempre de un material permeable. Ten cuidado con no ponerte algunos de terciopelo o de ante porque los puedes estropear muy fácilmente.

¿Algo más?

Por supuesto que sí. No te vayas a olvidar de el paraguas. Muchas veces parece un incordio llevarlo pero puede salvarte de una buena. Y si además ya sabes que la tormenta está asegurada no puede fallarte este complemento. Los tendrás grandes, pequeños, plegables, no plegables y de todos los estilos y colores. Puedes intentar combinarlo con lo que llevas o por el contrario utilizarlo como complemento que rompa por completo un look. Un ejemplo sería llevar un paraguas de un color muy llamativo incluso fosforito con un look algo más apagado, en tonos negros por ejemplo. Además últimamente se están poniendo muy de moda los paraguas transparentes, que la gente pueda ver todo lo que hay debajo.

Por favor, la bufanda que jamás se olvide antes de salir, el toque al look de este complemento es la clave

No te olvides de una buena bufanda, cuello o pañuelo. El cuello es muy delicado a la hora de coger frío y la mayoría de resfriados y otras enfermedades relacionadas con el frío entran por ahí. Por eso te recomendamos que te cuides mucho el cuello en días de tormentas como estos. Además darán un toque a tu look.

Por último el bolso. Al igual que ocurre con las chaquetas o los zapatos cuidado con el material del bolso que llevas en un día de tormenta. No vayas a lamentar habértelo puesto justo ese día y después tener que tirarlo.