La moda es un alma viva que evoluciona y cambia. Las tendencias vienen y van y parece ser que hay una que ha llegado para quedarse. Importada directamente desde Copenhague, recibe el nombre de 'Copencore', y es el estilismo favorito de las danesas. Consagrado como una toda una moda, la revista Vogue Scandinavia ya lo ha bautizado, tomando el nombre de la ciudad que lo ha visto nacer y extenderse a nivel internacional. Las capitales más importantes del mundo siempre han marcado las pautas de lo que es tendencia y no, y ahora le ha llegado el turno al epicentro de Dinamarca de demostrar el gusto de sus ciudadanas por la moda.
Los principios del estilo Copencore se basan en un fondo de armario amplio, con piezas básicas y de gran calidad. Ha llegado el momento de decir adiós a la compra indiscriminada de prendas cuya vida útil es mínima, el 'fast fashion'. Ahora lo que se lleva es invertir en prendas de gran calidad, que duren y que sean fácilmente combinables con el resto de prendas guardadas en nuestro armario. El 'slow fashion'.
Hay quien a esto lo llama armario cápsula : un término que hace referencia a la constitución de un guardarropa con piezas básicas que no pasen de moda y que puedan hacer frente al paso del tiempo y del uso. Es decir, lo importante no es gastar mucho, sino gastar bien. No hace falta tener mil prendas de ropa en el armario, sino las prendas necesarias para poder combinarlas entre sí y que permitan crear distintos y asombrosos estilismos. No se trata de comprar determinadas prendas para cierto look, sino crear looks con los elementos que ya se tienen.
Piezas básicas y neutras
Lo primordial en el estilo Copencore son las piezas básicas, de estilo oversize y tejidos fluidos en colores neutros : camisetas, vaqueros anchos, faldas y pantalones holgados... Junto a las piezas básicas, el componente neutro es primordial. Aunque las danesas fueron las primeras en romper con las combinaciones de tonalidades tradicionales, demostrando que el rojo y el rosa sí se llevan bien, sus estilismos apuestan por los tonos crudos, blancos, azules, negros... introduciendo el toque con los complementos. Es decir, es un estilo sencillo y desenfadado, pero sin perder la sofisticación en ningún momento.
Muchas influencers del resto del mundo ya se han unido a la corriente, inspirándose de los outfits de las usuarias danesas. Las favoritas en las redes y que han conseguido impulsar este estilo al resto del mundo son, principalmente, las hermanas Cecilie y Amalie Moosgaard, Pernille Teisbaek, Matilda Djerf o Jeanette Madsen. Gracias a la consolidación que ha alcanzado, se trata de un estilo fácilmente reconocible, muy minimalista y que puede ser adoptado fácilmente si se conocen sus características principales.
Adiós a las etiquetas
El Copencore es una ruptura total con las etiquetas que hasta el momento han definido lo masculino y femenino. La mezcla de prendas, las telas holgadas y amplias y la neutralidad hacen que el estilo danés rompa con lo que se consideraba propio de cada género. Sentirse cómodo o cómoda con lo que eres y con lo que llevas es fundamental para sumergirse en este estilo. No se trata de sexos ni de géneros, sino de gustos, naturalidad y comodidad. Las líneas entre masculinidad y feminidad se difuminan y solo queda lugar para la moda.
La mezcla de conceptos también lleva a que se aúne lo nuevo y lo viejo, elegancia y comodidad, formal e informal. Las danesas fueron las primeras en salir a la calle con chanclas de playa, consiguiendo extender su uso a todos los ámbitos. También han conseguido poner de moda el estilo pijamero. Siguiendo con las bases del estilo nórdico: minimalista, neutro, algo frío y, sobre todo, cómodo, han conseguido instaurar todo un estilo que cada vez utilizan más personas en todo el mundo, dando cabida a todo y todos. El Copencore vale incluso para los más nostálgicos, trayendo de vueltas prendas de otras décadas e, incluso, permitiendo que lo que hasta ahora se consideraba como 'hortera' tenga un hueco especial.
Nuevas combinaciones
De la ruptura de tonalidades, a la ruptura de estampados y materiales. El Copencore permite combinar diferentes estampados entre sí, sin poner límites a la imaginación. La capacidad de combinar es uno de los factores más importantes a la hora de lanzarnos de cabeza al estilismo marcado por las danesas.
También han sido ellas las primeras en promover la mezcla de estilismos, mezclando formal e informal. El zapato plano o zapatilla es un gran aliado, sobre todo si lo que importa es la comodidad. Por ello, este estilismo permite incluir una zapatilla en cualquier look, sea del tipo que sea. Faldas, vestidos, pantalones, vaqueros... todo puede ser combinado con un zapato plano, aunque las botas, con tacón no demasiado alto, también tienen cabida en esta corriente.
Las danesas, además, se han lanzado con la exploración de la superposición de capas, también conocido como 'layering', sin poner límites a su imaginación. Puedes ponerte tantas capas como quieras, del tipo y tejido que sea: camisetas interiores, manguitos, calentadores, faldas, pantalones... Todo vale mientras se sigan las pautas principales del estilo. Además, las danesas también han puesto de moda la "estética excursionista", con sandalias de tiras, mochilas y gorros.
El factor sostenible
El lema de menos cantidad y más calidad también es un gran aliado de la sostenibilidad. El descenso de la velocidad de consumo y producción dentro de la moda sirve como solución a una de las problemáticas más importantes de esta industria : su falta de respeto con el medioambiente. Cada vez son más las personas que se lanzan a la lucha incansable por cuidar del planeta y la moda sostenible es una de sus mejores armas. El Copencore se suma al carro en esta lucha, siendo toda una pionera: rechaza la compra de ropa compulsiva y aboga por la repetición de prendas y modelos. Es hora de despedirse de las tendencias pasajeras y apostar por las que llegan para quedarse.