Olivia Palermo, las hermandas Kardashian-Jenner, Jacquemus, Dolce & Gabbana o Elie Saab han sido sus presas más recientes. Pese a que todas las marcas están en su diana, tanto las conocidas a nivel mundial como las más recientes, a la página creada por Tommy Liu y Lindsey Schuyler se les ha reconocido por destapar las copias y no dejar pasar las polémicas más sonadas en la industria de la moda.
Una necesidad informativa
La página Diet Prada es creada en el año 2014 y poco a poco ha pasado a convertirse en la referencia de muchos seguidores de la moda. No solo por el papel fundamental de denuncia contra el plagio que muchas firmas intentan apropiarse y con las cuales comercializar, sino que ellos abarcan cualquier tipo de época, estilo y rango económico. Actualmente, por problemas de organización con sus respectivos trabajos, Liu y Schuyler han sacado a la venta su Instagram en eBay para que otros puedan seguir contribuyendo a su desarrollo.
Al principio fueron odiados (aunque su identidad no se conoció hasta principios de 2018), pero luego se entendió su función en la industria de la moda como algo necesario. Puesto que hay muchas marcas y todas buscan hacerse un hueco importante en la economía, muchas de ellas se apropian de diseños que han funcionado. Pero hay muchas otras que juegan con el imaginario y la puesta en valor de esa marca, haciendo que creaciones ajenas se acaben convirtiendo en imprescindibles de las suyas propias.
En este último caso destaca Loewe. Más concretamente su diseñador creativo, J W Anderson. Cuando lanzó un abrigo desestructurado gris idéntico al de la diseñadora Bonnie Cashin, fallecida en el año 2000. Aunque este no ha sido su único desliz. O las gafas de sol que deslumbraron a Olivia Palermo tras una colaboración en 2017 con For Arts Sake, las cuales reeditó con Westward Leaning este mismo año. ¿Dónde empieza la inspiración y dónde acaba la creatividad?
Contra las cuerdas
Con Liu y Schuyler a la caza, las firmas más importantes del lujo han llegado a perder los papeles vía Instagram. Véase el caso de Dolce & Gabbana con la polémica en China o la línea de Jodie Joe, la cual pretendía hacerse pasar por una avanzada a los estilismos de Kim Kardashian (que esta denunciaba en sus redes sociales). El caso de esta última marca online fue muy sonado en los comentarios y continuos post de Diet Prada, ya que resultó ser una línea secundaria de la celeb para hacer mayor fuerza de sus posteriores lanzamientos. Toda una campaña de marketing que se acabó descubriendo y derrumbando sobre su propia mentira.
Bajo el seudónimo Tommy Liu y Lindsey Schuyler buscan dar a conocer las prendas y los estilismos originales apropiados de las marcas, artistas e influencers del momento. Aunque muchos aboguen a una "inspiración", lo cierto es que se adueñan de las ideas como propias hasta que Diet Prada sale a la caza y da con esa firma original a la que anteriormente no se había mencionado.
Muchas marcas han renunciado a invitar a quienes están detrás de esta web tan polémica, pero a la vez tan necesaria. Pero son muchas las demás firmas que han decidido abrirles las puertas a sus pasarelas y showrooms. Un acto de rendirse ante el enemigo y convertirlo así en un aliado. Aunque los "dieters", como se hacen llamar los seguidores de esta cuenta, no perdonan ni un solo error.
Hoy día está servida la polémica de que en la moda está todo inventado. Pero lo cierto es que todavía nos quedan algunos personajes creativos, que nos aportan una frescura con las propuestas lanzadas para las siguientes temporadas. Pese a que muchos se reciclan y adaptan modelos antiguos propios, son pocos los que dan un nuevo sentido al arte de la moda en sí mismo. Y es a estos a los cuales habría que tener en cuenta, más allá de las cifras de venta o de a quién visten.