El Imperio Armani es actualmente la segunda casa de moda más cotizada de Italia, quedando por delante de ésta únicamente Prada. Su creador, el italiano Giorgio Armani, a sus 83 años al fin ha conseguido decidir qué es lo que sucederá con su empresa el día que él ya no esté. Bien porque decida retirarse o por otros temas más graves.
Tras 5 años pensándolo, el italiano ha elaborado un plan estratégico con el que poder estar tranquilo tras repartir su herencia, sin preocuparse porque ésta vaya a quedar dividida, o según las propias palabras del diseñador "lo que se ha creado es un mecanismo que alentará a mis herederos a mantener la armonía y evitará que el grupo sea comprado o destruido".
Resulta evidente que cuando has conseguido levantar todo un imperio de la nada, creando una de las mejores firmas de moda reconocidas mundialmente, no puede ser agradable pensar que alguien podría destruir el trabajo de toda una vida. De ahí que el futuro de esta empresa haya sido planeado tan minuciosamente.
LOS HEREDEROS
Quién será el sucesor de Giorgio al frente de la compañía aún es un misterio para todos, ya que el diseñador no ha desvelado su identidad. Lo que sí sabemos es que la mayoría de las acciones del negocio irán directas a una fundación con su nombre, que él mismo creó expresamente para ello, y el resto quedará en manos de sus herederos, que son dos sobrinas, que ya trabajan en la compañía y un primo que es miembro en la Junta. Lo que permite a Giorgio Armani estar tranquilo con el futuro de su imperio, es que aunque sus herederos quisieran, las acciones de la firma no pueden ser vendidas a cualquiera, sino únicamente a su propia fundación.
Actualmente la casa Armani no atraviesa su mejor momento. El pasado año trajo consigo una fuerte caída en las ventas, y con ello se tomaron una serie de medidas estratégicas para volver a salir a flote: se redujo la plantilla de su fábrica en Italia en un 60%. A pesar de esto, el Giorgio Armani es optimista, y confía en la mejoría de la empresa para el año 2019.