Galería: Análisis de estilo: Irina Shayk
Irina Shayk es una de las modelos más cotizadas y conocidas del momento, gracias en parte a su relación con el futbolista Cristiano Ronaldo, además de ser una de las favoritas para posar en ropa interior como en su colaboración con Intimissimi.
Irina Shayk, sencilla de calle
Cuando Irina no tiene que asistir a ninguna fiesta de gala o a algún acto de promoción sus look siempre son sencillos y cómodos.
Los pitillos negros y los shorts vaqueros son dos de sus prendas fetiche y los más utilizados en sus looks más casuales.
Su armario de calle parece estar compuesto por multitud de básicos como camisetas blancas, pantalones pitillo o shorts para el verano que la modelo sabe potenciar con algún bolso de marca como un Chanel o un Birkin de Hermès.
Irina luce pierna para los actos de promoción
Si de un acto de promoción se trata, la modelo deja atrás la comidad y la sencillez para enfundarse en estrechos minivestidos que reselten al máximo el potencial de su cuerpo. Los vestidos de la firma Herve Leger son unos de sus favoritos ya que le permiten lucir escote, piernas y tipazo en general como ningún otro.
La tendencia glitter también es una de las favoritas de Irina, que le ayudan a no pasar desapercibida en ninguno de los actos a los que acude o de los que es imagen.
Las grandes aberturas son imprescindibles en sus looks de gala
Cuando Irina Skayk acude a fiestas de gala no le gusta dejar mucho a la imaginación y en sus vestidos nunca falta un gran abertura hasta la cintura, un generoso escote o incluso una combinación de ambos.
En los premios Marie Claire 2011, en lo que Irina fue galardonada como celebridad del año, eligió un exuberante vestido en color champagne al que no le falta de nada para ser el centro de atención, con un prominente escote, abertura en la falda y cola, todo ello en tendencia glitter.
Para la entrega de los EMA eligió un vestido negro algo más recarado, sin escote, pero que no dejaba atrás la sensualidad con una alta abertura en el vestido y un gran escote en la espalda.
Los vestidos lenceros también consiguen potenciar la sensualidad de Irina, como el modelo blanco que lució en una gala de Moët, el cual contaba con un escote de un solo tirante en glitter y falda lencera, una vez más, con una gran abertura.
Podríamos decir que Irina Shayk consigue separar a la perfección su vida pública de su vida privada, cosa que se refleja en el antagonismo de sus elecciones para el día y para los actos de gala, contraponiendo la comodidad y sencillez del día con la exuberancia de sus apariciones públicas.