Tras el asesinato de su primer marido, Jackie Kennedy se casó con el multimillonario que le cambió el apellido a Onassis. Sus looks serían entonces muy distintos a los que nos deslumbraron como cuando era primera dama, pero no exentos del estilo y de la clase que gozaba al ser de una clase elevada.
Así pues, Jackie Onassis siguió siendo icono de moda para muchas mujeres y diseñadores que encuentran en ella una gran fuente de inspiración para futuras creaciones.
El estilo de Jackie Kennedy
Cuando su marido consiguió entrar en la Casa Blanca todas las miradas se centraron en la primera dama. La por aquel entonces señora Kennedy tenía un estilo sencillo pero muy elegante. Su armario estaba lleno de trajes chaqueta, muchos de ellos de la marca Chanel, la cual ella popularizó en los Estados Unidos.
Siempre trajes con faldas y chaquetas a conjunto de colores pasteles. De corte recto, no marcaban una curva de más, pero a la vez ella sabía sacarse el lado más femenino en su look acompañándolos de collares de perlas, unos guantes largos y un pequeño sombrero, llamado pillbox, a conjunto.
Los vestidos que llevaba en las fiestas u otras ocasiones importantes siempre eran los que estaban de moda en aquella época, cuellos redondeados y el largo de la falda no más corto de por debajo de las rodillas, con un zapato con un leve tacón. Aunque la recordaremos por un look con colores claros o pasteles, en algunas ocasiones, y casi siempre por la noche, lució vestidos de colores más atrevidos como el rojo o el negro.
En cuanto al maquillaje, Jackie Kennedy adoraba los labios de un rojo oscuro y llevaba siempre unas tupidas cejas muy marcadas. No obstante, cuando vestía uno de sus colores favoritos en esa etapa de su vida, el rosa, solía conjuntar sus labios con el mismo tono de rosa que el vestido, lo que le favorecía notablemente.
En cuanto al pelo, la que fuere la primera dama no decidió hacer cambios extremos. Siempre una media melena morena peinada con volumen, como era de moda durante la época de los cincuenta y los sesenta, y con mucha laca. Con este estilo tan naïf y femenino de la mano de la alta costura parisina, Jackie Kennedy se convirtió en la princesa del estilo americano y, en poco tiempo, también se convertiría en un icono de moda para todas las mujeres del mundo.
El estilo de Jackie Onassis
Tras la muerte del que fue presidente de los Estados Unidos, la ex primera dama encontró el amor de nuevo junto al multimillonario griego, Aristóteles Onassis. Aunque ya corrían los años setenta y la moda había cambiado, su estilo pasó a ser muy distinto.
Si bien, la ahora Jackie Onassis, se atrevió con algún abrigo animal print durante su época con el presidente americano, junto a su marido griego se volvió más informal. Fue entonces que se hizo famosa mundialmente por sus grandes y redondas gafas de sol que a todos nos recuerdan a ella cuando las vemos.
También los pañuelos en la cabeza, atados por debajo de la barbilla, con fabulosos y diversos estampados. El monocrome y los pasteles de la antigua Jackie serían ahora camisas de seda y pantalones de pata de elefante con millones de estampados para la señora Onassis.
En este momento su estilo pasó a ser más maduro, pero también más desenfadado. El dorado se convertiría en su aliado, tanto en blusas como cinturones y lejos quedarían ya las aburridas joyas del Upper East Side cerca de las playas griegas.
Jackie Onassis se atrevería ahora con vestidos vaporosos, trasparentes en los brazos, y de noche luciría el negro más que nunca. Durante el día se atrevería también con camisetas de rallas, tan de moda durante la época de los ochenta, y pantalones de lino blancos.
Su maquillaje se volvió más natural, con los labios casi siempre en nude y el pelo recogido en una coleta baja. Durante los últimos años de la vida de Jackie Onassis su estilo volvió a ser más formal. Lucía de nuevo trajes chaqueta, ahora a cuadros grandes blancos y negros, pendientes con perlas y la misma media melena con mucho volumen que lucía cuando era la señora Kennedy.
Jackie demostró ser un icono de la moda y supo adaptarse siempre a las últimas tendencias. Sabía cuales eran los colores y las formas que más le favorecían y no tenía miedo de pasar de los colores pasteles más dulces a los estampados más estridentes. Las personas evolucionamos y nuestros gustos, como la moda, también.
Por eso Jackie supo siempre qué look era el más adecuado para cada ocasión en su vida y eso la ha convertido por muchos años en la reina del estilo eterno.