Aunque parece que lo hagan poco a poco, las bajas temperaturas se acercan. Toca desempolvar los jerséis, las sudaderas y las mangas largas y empezar a pensar en nuestros outfits otoñales. Una de las cosas a tener en cuenta durante estos meses es la prenda de abrigo que vamos a llevar.
Actualmente el tiempo se mantiene un poco desequilibrado y de pronto podemos pasar frío como tener que quitarnos capas debido al calor. Es por eso que una de nuestras mayores aliadas para esta estación será la gabardina. La gabardina es uno de los clásicos que muchas tenemos en el armario, ya que queda bien con casi todo, no es una prenda demasiado gruesa ni pesada y siempre está de moda.
¿Qué gabardina nos queda mejor?
Como ya hemos dicho la gabardina es una pieza de ropa atemporal que combina muy bien con casi todo. Sin embargo hay algunos consejos que podemos seguir para llevar un aspecto impecable.
Primero tenemos que asegurarnos de que la gabardina sea de nuestra medida. Si nos viene grande dará un efecto oversized y no es lo que buscamos si queremos dar una imagen impoluta. Tampoco nos deberá de quedar pequeña, recuerda que es muy probable que tengas que quitártela y ponértela varias veces al día y si te viene estrecha podrías romperla sin querer.
A lo largo de los años la gabardina se ha reinventado de muchas maneras. Una de ellas es la longitud. Podemos encontrar gabardinas de las tres medidas estándar : cortas, medianas y largas. Las gabardinas cortas son ideales para las chicas bajitas y con pocas curvas, ya que el corte en la cadera les hará parecer más altas y creará volumen en esa parte del cuerpo. Para marcar la cintura también se podrá abrochar el cinturón en el caso de que la gabardina lo lleve, que aunque depende del diseño es lo más normal. Las gabardinas de longitud media, que llegan encima de la rodilla, son el diseño clásico y quedan bien a todos los tipos de cuerpo. En cuanto a las largas son mejores para las chicas altas; si tu estatura es más bien baja y quieres ponerte una gabardina larga ponte unos tacones para contrarrestar.
¿Cómo llevar una gabardina?
Esta prenda de abrigo nos ayudará a llevar un estilo elegante y clásico pero esto no tiene porqué ser sinónimo de aburrido. Dándole un toque original o combinándola con ciertas piezas de ropa podremos conseguir un look mucho más interesante.
Un detalle muy sencillo pero que le dará un aire más estiloso es simplemente no abrochar la gabardina. Esto será más conveniente cuando te gusta mucho el conjunto que llevas debajo y quieres que se vea bien. Sobre todo ocurre con los vestidos, ya que si es corto y la gabardina es larga es muy probable que si la abroches no se vea el vestido. ¿Otro pequeño detalle? Quedará muy chic y casual si te arremangas un poco las mangas de la gabardina.
A relación con esto, si decides combinar la gabardina con un vestido o falda asegúrate que la gabardina siempre quede más larga, ya que si se viera por debajo la longitud de la falda quedaría antiestético.
Dicho esto puedes combinar la gabardina con casi todo. Alguna excepción es que no queda bien con ropa deportiva, ya que se trata de una prenda de abrigo que infunde elegancia. Así mismo no es recomendable combinarlo con maxi-vestidos de estética romántica, hippie o floral ya que es radicalmente diferente del estilo de las gabardinas. Esto mismo se traslada a los zapatos; unas chanclas, por ejemplo, no combinarían nada bien. Por el contrario, las botas, botines y tacones suelen quedar de maravilla, sobre todo si la longitud del abrigo es media. Para las chicas altas con gabardinas largas lo mejor es llevar zapato plano como unas bailarinas, mocasines o unas deportivas muy estilosas.
Para tu día a día quedará genial con unos vaqueros pitillo, unos botines y una camiseta básica. Si eres una mujer de negocios perfectamente podrás ponerte una gabardina con un traje de chaqueta- pantalón, ya que te dará un aspecto de lo más profesional. No tengas miedo a vestir con gabardina en ocasiones más especiales. Como hemos dicho son ideales para los vestidos y al ser una prenda elegante acompañará al conjunto, más aún si la combinas con unos zapatos de tacón fino. Otro uso ideal para la gabardina es en los días de lluvia : con unas botas de lluvia y unos pitillos o leggings por dentro irás cómoda, estilosa y no te mojarás.
En cuanto a los colores de la gabardina hay muchos entre los que elegir. Si bien es cierto, los colores clásicos son el gris y el beige y son los tonos más seguros ya que son los que mejor combinan con otros colores. Algunas tonalidades que también quedan genial son el azul marino, el granate y el negro. Sin embargo puedes encontrar gabardinas de cualquier color desde los clásicos azul, amarillo y rojo hasta los pasteles que dan un aspecto más dulce a quien los lleva. De la misma forma hay gabardinas de materiales diferentes desde el vaquero hasta el cuero pasando por tejidos brillantes e impermeables.
¿Qué accesorios se pueden poner con una gabardina?
Las gabardinas son prendas de abrigo sencillas en un principio, por lo que si quieres potenciar tu look puedes complementarlo con accesorios. Como es un abrigo que se lleva generalmente en otoño y primavera uno de los accesorios que más se suelen poner en estas estaciones son los pañuelos para el cuello o foulards. Ya sean sencillos o con estampado quedará genial, especialmente si la paleta de colores es similar en todo el outfit.
Otro accesorio que se asocia mucho con la gabardina es el sombrero, en concreto con las fedoras y los sombreros homburg. Si buscas un look clásico como el de los años 50 no dudes en combinarlo con este complemento.
Ahora ya tienes unas cuantas ideas para llevar tu gabardina a la moda, ¿a qué esperas para apuntarte a la moda de este tipo de abrigo?