Hay algunas prendas de ropa que nunca pasan de moda, pasan los años y los años y pueden cambiar en el estilo, en los accesorios y en los colores, pero seguirá en el armario de todas y cada una de nosotras. Una de esas piezas de fondo de armario es sin dudarlo la chaqueta vaquera, y es que ¿quién no tiene una de estas aliadas siempre a mano?
Además de ser una prenda básica a la que siempre podemos acudir, se puede considerar como atemporal, nos viene bien en primavera, en los primeros meses del otoño y en las noches más fresquitas del verano. Por eso, lo mejor es hacerte con una buena chaqueta vaquera alguna vez en tu vida, porque te durará muchísimos años y nunca pasará de moda a la hora de dar otro punto a nuestros estilismos. Ahora es el momento, ya que aunque siempre ha estado entre las primeras prendas de cada temporada en las tiendas, en los últimos años el denim está en su punto más alto en el mundo de la moda.
Aunque parezca una prenda de diario y que se debe usar principalmente como una manga más para ir un poco más abrigadas, la chaqueta vaquera se puede incluir en casi todo tipo de estilismos, desde los más casuales a los más arreglados, dando un punto diferente al conjunto que hayamos creado.
Cómo combinarla
En unos looks más del día a día podemos apostar por combinaciones menos arriesgadas. La chaqueta vaquera siempre viene bien con cualquier tipo de pantalón de tela vaquera, da igual el color ya que combina con la mayoría, mejor aún cuando la unión de colores crea algún tipo de contraste, como pantalones oscuros con chaquetas un poco más claras dentro de la tela tejana, o viceversa. También podemos acudir a camisetas blancas o con estampados ligeros, e incluirles algún pañuelo al cuello que sí tenga un estampado más llamativo.
También podemos hacer una unión con las prendas más deportivas del armario para dar por ejemplo un paseo por el parque. Para ello podemos combinar unos leggins tanto lisos como estampados con una camiseta básica, nuestras deportivas favoritas y nuestra chaqueta vaquera. En esta ocasión siempre quedará mejor una chaqueta del mismo estilo que llevamos, de color claro y con una forma oversize y más larguita, ya que con leggins lo mejor es llevar algo más largo que nos tape un poco la zona trasera.
Entre las opciones más comunes podemos acudir a un total denim, es decir, a una combinación de pantalón vaquero con chaqueta vaquera. Aunque a muchas personas no les parece la opción más acertada por ser más aburrido y no romper con la unidad, siempre podemos optar por combinar diferentes colores y formas dentro del vaquero, o aquellas chaquetas que incluyen otros colores o accesorios como parches o tachuelas, lo que además le dará un toque mucho más informal al look. En esta temporada también hemos podido ver mucho como algunas camisas de cuadros se llevan anudadas a la cintura y/o cadera al más puro estilo de los 90, algo que también podemos recrear con una chaqueta vaquera que no tenga una tela muy gruesa, ya que nos resultaría incómodo.
Si optamos por prendas más cortas, las chaquetas vaqueras pueden crear una buena combinación con pantalones cortos o incluso minifaldas de tela ligera. En este sentido también podemos jugar con el contraste de telas de colores. Incluso en las noches de verano como indicábamos anteriormente podemos unirla a un vestido básico blanco de corte ibicenco. Siempre hay que tener en cuenta que podemos jugar con muchos estilos de chaqueta vaquera, desde más oversize y de época ochentera, a más entalladas, cortas estilo torera o más larga. Todos estos estilos van a poder incluirse en nuestros looks de diario, no tanto en los más arreglados donde tendremos que fijarnos más en el corte y lo que puede producir a nuestro estilismo final.
En otros looks más nocturnos, la chaqueta vaquera puede ser esta prenda que marque la diferencia en el look más sobrio. De esta forma podemos optar por minifaldas más arregladas de corte más lady e incluirle una chaqueta vaquera más ajustada y marcada a la cintura. O por el contrario podemos optar por vestidos ajustados y chaquetas más rectas. Sin duda, una de las apuestas seguras para las noches de entretiempo ya sea en primavera, verano y otoño, es un minivestido negro ajustado con una chaqueta vaquera y un buen tacón. Es una opción siempre acertada cuando nos asalta esa famosa pregunta de '¿qué me pongo?' y no encontramos ninguna solución que nos convenza.
Pero si queremos arriesgar un poco más también podemos combinarla en esta nueva temporada con los vestidos o faldas maxi hasta el suelo o las famosas midi, aquellas que llegan hacia la mitad de la pantorrilla y se han puesto tan de moda. Estas prendas son las que normalmente nos producen más miedo a la hora de cómo combinarlas, ya que tienen pocas oportunidades a simple vista. Pero una opción que podemos escoger es una camiseta ajustada básica o un crop top (comúnmente conocido como camiseta corta) y encima colocarnos nuestra chaqueta vaquera, lo que le dará otra visión totalmente diferente.
Pero pese a la gran cantidad de combinaciones que hemos visto que tiene la chaqueta vaquera, ya que podemos unirla a todo tipo de prendas, formas y colores, hay que tener en cuenta de que hay determinadas situaciones o prendas en las que no deberíamos optar por esta querida prenda. Se trata de aquellas ocasiones serias o especialmente arregladas donde no queremos dar una impresión demasiada informal. Estamos hablando por ejemplo de bodas y comuniones. En estas ocasiones una chaqueta vaquera puede hacer perder puntos a un vestido o pantalón de vestir que sea acertado para la situación, por lo que es mejor elegir otras opciones. También en reuniones importantes o una simple entrevista de trabajo, la chaqueta vaquera nos puede restar seriedad, por lo que para estas ocasiones es mucho mejor optar por blazers o americanas, otra prenda que también debemos tener siempre en el armario.