Los leggings son una de esas prendas de las que forman parte ya del imprescindible de armario. Todos hemos tenido unos, aunque fuera específico para ir a hacer deporte, senderismo o cualquier otra actividad. Pero estos pantalones ofrecen más posibilidades estilísticas de lo que puede parecer, sobre todo después del éxito de los modelos estampados.
Conocimientos básicos
Estas piezas de topa son muy cómodas ya que su tejido permite que se hagan adaptables a cada tipo de piernas, gracias también por su elasticidad que nos deja mayor movilidad. Aunque, el material predilecto ya no es el único acabado que tienen: ahora al algodón se le suman el cuero y el lúrex.
Los dos tipos de medidas son los largos y los piratas. En este artículo te hablaremos de las posibilidades que tienen los primeros, ya que los otros no estilizan de igual manera y es mejor reservarlos para realizar ejercicio o salir a caminar en clave deportiva.
Los hay de talle alto y cintura baja, aunque la diferencia en muchos casos no se notará porque le añadiremos más piezas al look que taparán la longitud de la cintura. Lo que sí que se verá es lo que llevamos debajo de estos, por lo que es mejor ponerse ropa interior que no se ajuste demasiado o comprima y que sea del mismo color, para que luego no se note qué tipo de prenda íntima llevamos o que se nos transparente.
También deben adecuarse al tipo de piernas que tengas y que no sean demasiado ajustados, para que no marque muchos las imperfecciones como la celulitis. Por otro lado, tienden a destacar la desproporción de caderas y piernas con el resto del cuerpo, por lo que hay que buscar el modelo de leggings que más se adecúe a nosotros.
Pantalones de temporada
En primavera, los leggings pueden ser un buen aliado de estilo diario. Para ello podemos conseguir un look muy cómodo y completo acompañándolos siempre con un pañuelo estampado y fino o de colores claros. Los elementos vaqueros, como las chaquetas o las camisas, pueden ser la clave del modelo que llevamos. También los accesorio pueden ser un aliado perfecto, ya que podemos escoger entre los de tamaño mayor.
Para la estación de verano estos pantalones no son necesarios en el día a día, ya que dan más calor. Aunque sí que se pueden adecuar a las necesidades de aquellos que deban ir a trabajar y no quieran llevar pantalones vaqueros. En ese caso, lo mejor es seguir el consejo de estilo que utilizaríamos para primavera, aunque con menos capas.
En cambio, en el otoño es mejor añadir piezas más típicas de épocas estivales como vestidos ligeros o faldas cortas con vuelo. Así se da un toque más fresco y varía la visión invernal. Es importante combinar con piezas de abrigo será la clave de este tipo de pantalones, ya que da la sensación de ir cómoda mientras que se está abrigada. Añadir cinturones para mantener una silueta femenina a jerséis de lana gruesos, que serán los reyes en invierno.
Colores típicos
Los leggings más conocidos son los de color negro, aunque los marrones o los nude también pueden ser unas apuestas fuertes. Eso sí, el primero de todos es el que mayor cantidad de adaptaciones consigue, convirtiéndose así en un básico en cualquier temporada.
Con este pantalón podemos conseguir un look muy sencillo construido a partir de una camisa larga de cuadros sobre una camiseta básica lisa. El efecto de vestido camisero es importante, ya que así podemos escoger entre otras piezas más sencillas para el pecho. A este estilo podemos añadirle unas botas altas para vestir más o decantarnos por unas deportivas, para tener un look más de calle.
Como medias
En los días que más frío haga, podemos utilizar los leggings como medias o calzas. En este caso, nos decantaríamos por unas que fueran más finas y que se ajustaran mejor, para poder añadir otras piezas por encima y que no se notara el grosor.
El look lo construimos a partir de un vestido corto, remarcando la cintura con un cinturón fino y a conjunto, y añadiendo un abrigo militar en clave trenca. Podemos cambiar este último por una chaqueta vaquera sencilla, si lo preferimos. Para terminar, remata con unas botas militares o unos botines de tacón bajo.
Look de oficina
Este estilo de a continuación es una apuesta fuerte, pero sin arriesgar. Podemos combinar los pantalones elásticos con un zapato plano y cómodo, para aguantar el trajín diario y que no sufran nuestros pies. Para ello podemos escoger entre unos mocasines sencillos, llevando el pie más seguro que si vistiéramos unas sandalias o unas bailarinas. Las camisas lisas básicas y de colores claros o de efecto vaquero serán imprescindibles.
Estilo juvenil abrigado
Este consejo de estilo te servirá tanto para otoño como para invierno, sobre todo. Lo mejor de combinar los leggings es que puedes conseguir mayores efectos gracias a su ajuste a la pierna. Por eso es ideal con unas botas militares de suela gruesa, donde sobresalgan unos calcetines altos de color más claro.
Añade un jersey estampado de rayas que sea largo y que cree el efecto de vestido corto. Para rematar, luce unos pañuelos sencillos claros y que el gorro que llevemos sea a juego con los calcetines. También podemos cambiar el jersey de antes por una camiseta básica de algodón que sea de manga larga y cubrir con una chaqueta de lana larga por encima.
Para la noche
Lo mejor en esta ocasión es utilizar los pantalones como medias. El toque se lo pondremos sobre los pies gracias a los tacones, ya sea en forma de sandalia, stiletto o botín. Podemos lucir vestidos cortos y ajustados llamativos, que contrasten con el negro de las piernas.
Los estampados
Estos pantalones requieren de más práctica. Lo más recomendable es utilizar con piezas mucho más sencillas, ya que la atención se centra en los propios leggins. Podemos añadir camisetas básicas y amplias de algodón con media manga y de tonalidad lisa que, dependiendo del estampado en las piernas, podemos escoger entre colores claros u oscuros.
Por otro lado, también podemos crear un look arriesgado combinando los estampado de ambas partes, tanto del pecho como de las piernas, y añadir accesorios simples que contrarresten el efecto. Para ello te pueden ayudar los bolsos o las mochilas de color oscuro y liso, pañuelos y abrigos sencillos y sin estampados o los zapatos planos sin detalles llamativos.
Para los pies
Se pueden utilizar los tres tamaños de zapato. Entre los de suela plana podemos destacar las sandalias o los mocasines de temporada. Con ellos se consigue un estilo más formal y es perfecto para la calle.
El tacón medio, como los botines o las botas altas de equitación, consiguen que el estilo siga siendo informal, pero con un toque más arreglado. Por otro lado, el tacón alto se recomienda en sandalias de tira o botas mosqueteras del mismo tono que los leggins, para conseguir un look más festivo.
Los salones o stilettos no se recomienda junto con el uso de los leggings que sean de algodón, ya que acortan la visión de la pierna por el acabado del zapato cerrado en la punta. Aunque sí que se pueden aplicar junto con unos pantalones de cuero, para los que quitamos un poco de dureza.