Lo ha vuelto a hacer. El genio y director creativo de Louis Vuitton ha vuelto a generar uno de los espectáculos más grandiosos, artísticos y vanguardistas de la moda, y todo ello para presentar lo que será la colección Crucero 2018. Nicolás Ghesquière ha tomado como escenario la ciudad de Kyoto, situada en Japón, concretamente, el museo de Miho, donde el desfile se desarrolló con un éxito y una acogida absoluta. Y es que el hecho no ha sido para menos, la propuesta de la colección Cruise 2018 de Louis Vuitton ha abarcado dos culturas, una línea ecléctica y un estilo modernista.
Una pasarela kilométrica era testigo de lo que se convertiría en un pasaje por la colección más artesanal y moderna de Louis Vuitton. El 'savoir faire' ha brillado por su presencia, unas prendas que cuidaban hasta el mínimo detalle a través de los estampados naturistas que combinaban a la perfección con el paisaje de exposición que tenían como fondo.
Regreso al pasado y al futuro
Tanto la fusión de la historia de la moda como ese regreso al pasado como al futuro han sido los encargados de dirigir un desfile original y pragmático. Los complementos, los detalles minimalistas de las chaquetas de piel extra largas o los colores han dado ese brillo y viveza a todo el espectáculo.
Ghesquière no se conforma con lo típico, ha querido remontarse a la moda ancestral, a las raíces del país anfitrión que ha elegido este año para crear esta colección tan inspiradora. Samuráis y las artes marciales le ha servido como fuente de inspiración, unas prendas que priorizaron el animal print, las solapas maxi y un aire sobrio que encantó a los asistentes.