El pasado mes de marzo de 2023 Gwyneth Paltrow hacía frente a un juicio de varios días por un accidente de esquí que había tenido en 2016. La actriz no solo salió victoriosa recibiendo un dólar por parte del demandante, sino que su exposición mediática hizo que el caso se viese en clave de humor llegando a destacar algunos detalles como los looks que esta lucía día tras día. Como en su día ocurrió con el juicio de Anna Delvey, las apariciones de Paltrow tenía todas las 'vibes' un '7 días, 7 looks' de Vogue y ponía sobre la mesa un nuevo término 'fashion' y una nueva tendencia: el 'quiet luxury', lujo silencioso en castellano.
Tras varias temporadas recuperando tendencias Y2k de los primeros años del siglo XXI -los pantalones de tiro bajo, las prendas cargo, la campana, los tops, etc-, al igual que en la economía, llega un tiempo de recesión. El hecho de que una crisis esté asolando a la mayor parte de las personas ha hecho que quienes tienen dinero para seguir viviendo sin problema opten por un perfil menos ostentoso. Se habló hace meses de que esta situación económica había hecho también que las joyas empezasen también a desaparecer de los looks de las alfombra rojas siendo estas el mayor reflejo de opulencia.
A esto se suma también la relevancia que ha cobrado en las últimas temporadas la ciudad de Copenhague y su semana de la moda. El estilo de sus locales fue bautizado como ' copencore ' -hablábamos de ello hace unas semanas, puedes leerlo aquí- y que consiste en construir un armario a base de prendas más básicas y neutras que permitan combinarse entre ellas con mayor facilidad ofreciendo así la posibilidad de construir muchísimos más looks con muchas menos prendas. Algo que también va muy en consonancia con uno de los grandes reclamos que se le hace ahora a la industria de la moda que no es otro que reducir su impacto medioambiental, lo que pasa por una fabricación más 'ecofriendly' y, para sus consumidores, una reducción de la demanda.
Por ello se han puesto sobre la mesa dos tendencias: la ropa de segunda mano y el mencionado lujo silencioso. La primera consiste en comprar prendas ya fabricadas para darles una segunda vida; y la segunda, en comprar de calidad para asegurarnos que esas prendas nos durarán mucho más tiempo y así evitar estar comprando cada menos tiempo. Para ello, el estilismo ha de ser 'más aséptico' con prendas básicas, prácticamente sin estampados y, por supuesto, sin la estridencia de la logomanía.
Esto lo que hace es que, de cara a otras personas, no se ostenta un poder adquisitivo porque hace más difícil identificar de que marca es cada prenda. De ahí el concepto de 'lujo silencioso', porque solo el que las vista sabrá el valor real de cada una de ellas. Entonces, esto no pasa por dejar de comprar, sino de comprar de calidad. Y esto también lo que hace es poner en el foco otras marcas que pueda parecer más desconocidas para el público masivo como es el caso de The Row, la firma de las hermanas Olsen; o Khaite; pero también algunas de renombre que se caracterizan por este tipo de moda como es Jil Sander, Bottega Veneta, Proenza Schouler o Peter Do.
Las prendas en las que invertir
Para seguir esta tendencia está claro que el primer punto y quizá el que marque la línea entre quién puede y quién no seguirla es el dinero para poder permitirnos según qué marcas, pero la tendencia de la ropa de segunda mano podrá hacer también que se acceda por otras vías igual de validas que estrenar ropa. Otra parte fundamental es el construir ese fondo de armario más básico que nos permita seguirla.
Una americana negra estructurada
Desde hace tiempo la tendencia oversize nos llevaron a apostar por americanas cuyo patronaje daba la sensación de que nos quedasen grandes, pero sin duda lo que es un básico da igual la temporada es una americana negra estructurada. Una americana que nos siente como un guante es siempre un 'sí' a la hora de construir un look. Lo hemos visto en infinidad de marcas durante todas las temporadas y especialmente de cara a la primavera/verano 2023 cuando el entretiempo hace de las blazers la chaqueta perfecta. Esta la podemos combinar de muchas formas posibles y con prácticamente todos los colores y estampados que tengamos en nuestro armario consiguiendo un look desde el más elegante hasta el más casual si se combina con unos jeans.
Los tank tops y las camisetas básicas
Sin duda la prenda que ha arrasado en las últimas temporadas son las camisetas de tirantes. Las hemos visto en protagonizar un desfile de Prada y colarse en otras muchas pasarelas como Bottega Veneta, Loewe, Max Mara... y su relevancia en el armario se equipara a las históricas camisetas básicas de cuello redondo y manga corta. Tanto unas como otras no pueden faltar en esta lista porque consiguen un look por si solas aportando un aire más casual independientemente de con qué se mezcle.
Un vaquero
Por supuesto los jeans no podrían faltar. A pesar de su imaginario histórico vinculado a la firma Levi's, lo cierto es que esta prenda ha ido evolucionando a lo largo de los años según las tendencias. De hecho se podría saber en qué momento fue tomada una fotografía en función de cómo es el pantalón. La tendencia Y2k estaba determinada principalmente por los pantalones de tiro bajo que dejaban el obligo al descubierto. La década de los años 10 de este siglo estuvo determinada por el tiro alto que empezó también por los jeans. Por ello, invertir en unos buenos pantalones vaqueros es un claro acierto.
Una chaqueta de piel
Esta es sin duda la prenda que aúna a todas las gerencias de una familia. ¿Quién no rescatada del fondo de un armario en su casa familiar una chaqueta de piel que alguien se había comprado tranquilamente en los años 80 o primeros años 90? Sin duda la durabilidad de este material hace que las prendas de piel sean una inversión prácticamente de por vida. Además, salvo momentos muy puntuales, una chaqueta de piel -bien sea largo o corta- tiene siempre su momento, especialmente cuando hablamos de looks más cual propios del 'quiet luxury'.
Una camisa blanca
El básico de los básicos: la camisa blanca. Da igual cómo te vistas, todos tenemos una en el armario. Esta prenda es posiblemente otras de las más versátiles que uno puede tener en su fondo de armario porque tanto es protagonista del look como un elemento más que pasa desapercibido. Puedes lucir solo el cuello, el cuello y las mangas, la camisa por debajo de una americana, abierta con una camiseta o incluso pueden convertirse en un vestido. Sí o sí una camisa blanca es un básico.
Un bolso básico
Y, por supuesto, un buen bolso tampoco puede faltar para complementar cualquier look. Un bolso sencillo, de un tamaño medio, es el todoterreno para el día y la noche. Si está fabricado en unos materiales de alta calidad hará, al igual que la chaqueta de piel, que nos dure para toda la vida. Nada grita más lujo que cuando vemos a una celebridad con un Birkin de Hermés totalmente destrozad