Corría febrero de 2020 cuando la firma Blumarine nombraba a su nuevo director creativo, Nicola Brognano, que le tomaría el testigo a Anna Molianri, anterior directora creativa y fundadora de la casa italiana. Un cambio que significaba, de primeras, una cosa muy clara: seguir con el trabajo de la persona que puso la primera de la identidad de una firma. Por aquel entonces, en pleno estallido de la pandemia, la noticia pasó desapercibida para casi todo el mundo, lo que pudo haber sido -si eso existía por entonces- un remanso de descanso para este joven de apenas 29 años en uno momento crucial para su carrera.
Brognano había nacido en el año 90 en Calabria, al sur de Italia. Como muchos diseñadores llegados a directores creativos, también se crio en el taller de su madre, en este caso un atelier de vestidos de novia, y descubrió la pasión por la moda en las Vogue Italia de su hermana mayor. El camino natural para él fue acabar estudiando Diseño de Moda en el Instituto Marangoni de Milán, una de las escuela de moda más prestigiosas en Europa, en la que se graduó en el año 2011.
Acto seguido, empezó a trabajar en la maison Giambattista Valli -sí, la que popularizó los pomposos vestido de tul rosa-, formando parte del equipo creativo de las colecciones prêt-à-porter y Alta Costura. Su buen hacer rápidamente se hizo notar en el taller y la voz empezó a correrse entre los círculos más altos de la industria. Tanto, que poco después Domenico Dolce y Stefano Gabbana quisieron que se uniese a su equipo de de Dolce & Gabanna Alta Moda, la línea de Alta Costura de la firma italiana.
Pero Brognano también quería poder llevar a cabo sus propias ideas, así que en 2015 lanzó su propia marca homónima con la que empezó a materializar su lenguaje más propio de la generación Z que después le daría la fama que hoy en día tiene. El italiano entendía la moda como una reinterpretación de los códigos masculinos con toques femeninos y tejidos poco comunes a la hora de vestir. Algo que, con el tiempo, se acabó convirtiendo en norma en la industria, pero algo tenía que dar los primeros pasos y ese fue Brognano.
Una forma de entender el vestir que rápidamente fue reconocido en modo de galardón. Tan solo un año después de lanzar su marca (2016) ganó el concurso 'Who Is On Next?', que cada año organizado por Altaroma en colaboración con Vogue Italia para descubrir y apoyar marcas emergentes de diseñadores jóvenes. Después de esto, todo es historia contada en este mismo artículo llegando a convertirse en director creativo de Blumarine con tan solo 29 años.
Su primera colección: otoño/invierno 2021
Su primera colección para la firma, la otoño/invierno 2021 presentada en febrero de este mismo año, fue toda una declaración de intenciones que mostraba su propia identidad, pero respetando también la de la firma que ahora presenta. Una recuperación de tendencias propias de los primeros años 2.000 en los que él era todo un adolescente sumergido entre las páginas de la Vogue; pero también algunas de otras de los primeros 90, que posiblemente ni recordase, y que haya revivido a través de los archivos de la marca.
De esto último se notaba ya no solo el colorido, propio siempre de Blumarine desde sus inicios, sino también detalles como los ribeteados de algunas prendas con telas de pelo que recuerdan a aquellas cardigans ribeteadas en visón con las que desfilaban divertidas supermodelos como Linda Evangelista, Carla Bruno o Naomi Campbell en los 90. De él, esa inspiración en iconos de sus años jóvenes como Britney Spears o Paris Hilton con pantalones de tiro bajo y pierna de campana, cinturones anchos con hebilla con forma de mariposa, las tradicionales blusas de gasa con volantes, las botas de charol de media caña y hasta las medias. Una oda a los años locos de principio de siglo que conjugaron a la perfección con unos años convulsos tras el confinamiento cuando, tras la época de la ropa cómoda y deportiva para no salir de casa, llegó el momento de recuperar la vida, volver a vestirse de coloridos y disfrutar.
Kendall Jenner con un look de su primera colección | Foto: Instagram
Kim Kardashian con un look de Blumarine para KKWBeauty | Foto: Instagram
Bella Hadid con un look de la colección de Blumarine | Foto: InstagramLe bastaron seis meses más para catapultarse a la fama como el diseñador del momento gracias a la colección primavera/verano 2022. Su primera presentación sobre la pasarela en plena Fashion Week de Milán, la tendencia Y2K apareció desfilando sobre un espacio teñido en su totalidad de rosa fucsia -sí, algo que luego haría Valentino con su acuñado PPPink -. Más pantalones de tiro bajo, más vestidos demin, más vaquero combinado con vaquero... y el look que lo cambiaría todo, el número 21, el top con forma de mariposa combinado con dos cinturones de mariposa y un pantalón vaquero de tiro bajo con pernera ancha también con bordados de mariposa.
El look mariposa: su catapulta al mainstream
Un look que acabó queriendo todo el mundo y llevando a las marcas low cost a incluirlo en sus catálogos más pronto que tarde a precios muy reducidos. Grandes nombres como Dua Lipa lo quisieron en sus vestidores y hasta quisieron al propio Nicola Brognano diseñado su vestuario para su gira. En cambio, tal y como el propio diseñador le confesó a la revista i-D, el look en cuestión estuvo a punto de no formar parte de la colección: " Quise quitarlo porque sentía que podía ser demasiado 'girly' y no tanto el sentimiento Blumarine que quería mostrar", aseguraba recordando sus dudas todavía a la hora de presentar a la casa.
El look 21 que le catapultó a la fama | Foto: Instagram @blumarineSin cuestionar su trabajo, el resto de su equipo cruzó los dedos e incluso se encomendaron a algún santo para que Brognano dejase las cosas como estaban. Y así fue: "Terminó siendo uno de los mejores looks: tiene un estilo muy Y2K y representa lo que quiero hacer y mostrar para Blumarine. Siento que es nuevo mostrar este período en el que yo crecí ", aseguraba en esta entrevista en mayo de 2022 cuando ya había conseguido gracias a sus diseños virales que las presticoptas de moda más famosas del mundo se vistiesen como recién salidas de los primeros años 2.000.
