La paleta cromática en la que se realizan las prendas de vestir es infinita. A la hora de elegir, solemos tener en cuenta nuestro estilo y gusto personal, las tendencias de la temporada o la época del año. Sin embargo, es importante conocer qué colores nos sientan mejor según la tonalidad de nuestra piel. De este modo, podremos mejorar cualquier look y conseguir un rostro con un aspecto más saludable.
Cómo saber que tono de piel tengo
¿Piel fría o cálida?
Antes de saber qué colores favorecen más a cada tonalidad de piel, es importante conocer cuáles son las tipologías que existen y cuál es la nuestra. A grandes rasgos, podemos hablar de dos tipos de pieles: las frías y las cálidas. Las frías son las pieles blancas y rosáceas con subtonos azulados, mientras que las cálidas son las de colores dorados con subtono amarillo.
Existen tres formas básicas para distinguir a cuál de las dos grandes tipologías pertenece la nuestra:
- Color de las venas. Debemos observar el color de nuestras venas. Si tienden a los tonos azulados o violáceos, tenemos la piel fría. Si, por el contrario, son verdosas, nuestra piel es cálida.
- Oro o plata. Otra forma de asegurarnos de nuestro tipo de piel, es probarnos complementos (un collar, por ejemplo) de oro y de plata. Si nos vemos más favorecidas con el tono plateado, nuestra piel es fría, pero si nos sienta mejor el dorado, es cálida.
- Rosa o naranja. Por último, debemos crear un look con una prenda superior rosa (una camiseta, por ejemplo) y otro con una naranja. Si la que mejor nos sienta es la camiseta rosa (notaremos que las imperfecciones de nuestro rostro no se ven tan marcadas), nuestra piel es fría. Si por el contrario nos queda mejor la prenda naranja, es cálida.
¿Qué estación del año soy?
Una vez que ya sabemos si nuestra piel es cálida o fría, es conveniente hacer otra diferenciación que nos ayudará a afinar más en cuánto a los colores que más nos favorecen y que mejorarán nuestro estilo. Para eso, es necesario conocer una subdivisión denominada 'las cuatro estaciones'.
Si tu piel es fría, pertenecerás a la subdivisión de invierno o verano.
- Invierno. 'Eres invierno' si tu piel es de una tonalidad blanca, crema, ceniza u olivácea; tu pelo es moreno, grisáceo o castaño oscuro y tus ojos son negros, marrones oscuros, azules (oscuros o cenizas) o verdes (oscuros o agrisados).
- Verano. Para identificarte dentro de este grupo debes tener la piel, los ojos (azules, grises o verdes) y el pelo claros (rubios, cenizos, castaño claros o medios...).
Si eres de piel cálida, te encontrarás en la subdivisión de primavera u otoño.
- Primavera. 'Eres primavera' si tu piel es de tono claro con base amarilla (vainillas, cremas, pieles de apariencia delicada); tus ojos son también claros (azul, verde, ámbar, oliva...) y tu pelo es rubio claro o dorado, cobrizo o rubio rojizo.
- Otoño. Perteneces a esta estación si tu tono de piel es marfil, canela, moreno, dorado o si tienes pecas; tus ojos son de tonos café o miel y tu cabello es pelirrojo, chocolate o rubio cobrizo.
¿Qué colores me favorecen más?
Conocer si nuestra piel es fría o cálida y a qué estación pertenecemos, nos ayudará a descubrir qué colores nos sientan mejor y cuáles deberíamos evitar. Por supuesto, no quiere decir que no puedas volver a crear un look con tu color favorito si no aparece en la lista, ya que debes ser fiel a tu gusto y estilo, pero es importante que sepas que no será el que más justicia te haga.
Invierno
Los colores que te sientan bien si tienes la piel de tipo invierno son los fríos y oscuros : negro, azul marino, morado, rojo, verde botella o esmeralda y magenta. También te favorecen los tonos neón y los colores claros como el blanco, el amarillo o los grises. Por el contrario, es mejor que evites los beiges, el naranja, el verde militar o el dorado.
Verano
Los colores que más te favorecen si tienes la piel de tipología verano son los pasteles : amarillo pálido, morado, violeta, rosa palo, verde menta o plata. También los tonos neutros como el blanco o el gris. Los que menos justicia te hacen son los tonos tierra y los naranjas.
Primavera
Tus aliados cromáticos si tienes la piel de tipología primavera son: amarillo dorado, salmón, azul vibrante, naranja, caramelo, dorado, marrón, marfil y verde limón. Por el contrario, los colores que debes evitar son los muy oscuros y/o apagados como negro, gris oscuro, ocres o azul oscuro.
Otoño
Tus colores fetiche si tienes la piel de tipología otoño son los tonos tierra : naranja, mostaza, coral, amarillo, terracota, dorado, camel, caqui o marrón. No has nacido para vestir colores pasteles, gris, vino y verde botella.
Tu 'estación' va a ser siempre la misma (ya que tu tipo de piel o el color del pelo o los ojos no cambia) y por lo tanto los colores que mejor te sientan, también. Sin embargo, existe un factor que no podemos obviar: el sol. En verano, debido al bronceado y al moreno que vamos cogiendo, es necesario tener en cuenta que las pieles más claras pueden pasar a ser intermedias y las morenas oscurecerse aún más.
Como normal general, a las pieles intermedias les sientan bien infinidad de colores (rojo, azul, blanco, negro, verde...); y a las oscuras, sobre todo, tonos que las resalten como el blanco, el amarillo, el fucsia o el verde. Además, una tonalidad de piel moreno siempre endurece las facciones, por lo que conviene no utilizar ropa demasiado oscura si no se quiere conseguir un estilo un tanto serio o agresivo. Un buen truco es que, dentro de la paleta de colores que te favorecen según qué estación seas, elijas los más alegres y radiantes para tus looks estivales y reserves los más oscuros de la lista para otoño e invierno.