El bolso es esa pieza que se ha hecho imprescindible con el paso del tiempo. Sus orígenes son muy antiguos, ya que desde tiempos inmemorables ya se utilizaban bolsas con forma de saco para poder transportar lo imprescindible durante los viajes. Ahora, los bolsos son parte del día a día, llegando a determinar un mismo estilo.
Su función es básica: llevar las cosas imprescindibles en ellos y que sean cómodos y funcionales. Pero no solo eso, sino que se debe adaptar también al momento, al estilo y a la forma de vida que haremos con ellos. Por eso es importante saber cuál está reservado para ciertas ocasiones y qué modelo es el adecuado para llevar de manera habitual.
Bolso saco
Los de tipo cartera de mano o de forma estructurada son los más adecuados a la hora de ir a trabajar. Si tu oficio consiste en estar en una oficina durante horas, el look con el que puedes acompañar a este complemento es muy sencillo: con un traje informal y zapatos cómodos.
Su gran volumen y sus infinitos espacios internos te permiten llevar contigo todo lo necesario para pasar el día fuera de casa. De este tipo de bolsos puedes tener un par en varios colores o acabados, para que sea tu must diario y que te pueda combinar con todo tipo de estilismos habituales. Los bolsos saco suelen ser de asa corta, ya que lo importante es destacar el tamaño de su forma base. Al ser grandes, lo mejor es escoger un estilo minimal y no cargar mucho nuestro vestuario, ya que este accesorio tiende a adquirir mayor protagonismo. Por lo tanto, con estilismos formales de oficio, estos bolsos serán los más adecuados para utilizar entre semana.
Dentro de este colectivo podemos encontrar con algunas especies particulares. Entre ellas, los de formato bolsa de viaje es el preferido por muchas, ya que su forma aporta un toque de estilo extra y te permite guardar en él mayor cantidad de objetos. Por otro lado, aparecen los modelos similares a las bolsas de playa, que son más cuadradas y de un tejido más ligero y moldeable. Estos últimos son ideales para ciertos estilismos, ya que puedes seguir utilizándolos después de la jornada laboral.
Clutch o de mano
Sea el look que sea, siempre y cuando sepamos que acudimos a un lugar más formal y con gente importante, el clutch es tu bolso perfecto. De fiesta o de cena, este complemento indispensable ayudará a aportar un poco más de glamour y estilo a tu vestuario.
Los hay de múltiples maneras. Entre las más conocidas está el de tipo caja con detalles engarzados o en acabado brilli. Aunque si eres de las que necesita un poco más de espacio, los tradicionales bolsos de mano flexibles también pueden ser un must para tus salidas importantes. Dependiendo del tamaño, puedes escoger entre una gran variedad de modelos y acabados, escogiendo siempre el que mejor se adapte a ti. Algunos incluso cuentan con una pequeña cadena a juego, para que puedas enganchar sus extremos en las pestañas internas del accesorio y así colgarlo del hombro para ocasiones no tan formales.
Mochilas
Esta última temporada han revolucionado el mundo de los bolsos. Con su acabado en cuero o piel sintética, sus múltiples formas, sus inspiraciones más chic o las más boho, la mochila nos ha devuelto a la infancia, pero con su lado más de tendencia. Los bolsos que son clasificados como mochilas deben ser de un tamaño justo, es decir, ni muy grandes ni muy pequeños, para que pueda cabernos de todo, pero sin que parezca que nos vamos de excursión. Puede quedar perfecto en los looks más informales de diario, en los cuales vayamos de compras, acudir a clase, ir a tomar algo o simplemente salir de casa sin un rumbo concreto.
Este tipo de bolso no es recomendable para acompañar a un look de oficina, siempre y cuando debas ir presentable y con un tipo de vestimenta más seria. Sus distintos modelos han conseguido que cada vez más sea un accesorio adaptado a cada necesidad, determinando una diversidad de estilos que se adecuan a la perfección sobre looks casual, boho, chic o informal.
Un clásico
Los bolsos con tira sobre el hombro son el clásico atemporal que nunca debe faltar en tu armario. Ya sea para ponérselo recto o cruzado, el bolso medio es la mejor opción para el día a día. Este es perfecto para cualquiera que sea el momento de la jornada y del lugar.
Dejando los espacios de tiempo concretos a los bolsos anteriores, el bolso cruzado es ideal para muchos acontecimientos más informales y que realizamos de manera habitual. En ellos puedes incluir todo lo imprescindible sin cargar demasiado, por lo que hace todavía mejor su convivencia con el look que lleves. Dentro de este tipo de bolsos, aparecen dos tipos de medidas extra, además del medio que todos conocemos. El modelo más mini tiene un mayor parecido al estilismo y el uso que se le da a los cluthc, ya que su forma minúscula ayuda a reforzar el vestuario de noche.
La diferencia de colocar la correa al bolso de mano pequeño es que este es menos exclusivo, por lo que podemos utilizarlo para una noche de fiesta normal y corriente, sin necesidad de ir de gala. Aunque también podemos utilizarlo de día, siempre y cuando los looks escogidos para ello sean el de toda una profesional de la moda.
Por otro lado, aparecen las bandoleras en tamaño maxi. Estas son perfectas para estilismos más relajados y casuales, como complemento para ir a la universidad o al trabajo, de picnic o para cargar con varias piezas de gran tamaño, pero sin perder el estilo.
Todas estas clases de bolsos son solo la punta del iceberg, ya que existe toda una gran familia de estos accesorios. En este caso, estos cuatro modelos son los más conocidos y con los que más te vas a familiarizar. Luego aparecen otros, como los capazos, el hobo, tote, bowling... Cada uno especializado en una persona concreta y perteneciente a una casa en particular. Solo tienes que escoger aquél que mejor vaya contigo.