El minibolso se ha convertido en todo un fenómeno de masas. Si antes era el Pitchou el protagonista de la calle, incluso en tendencias cien por cien urbanas combinando este artículo de lujo de casi 200€ con ropa deportiva, ahora es la colección Petit la gran estrella de la temporada. A esta no se le resiste ninguno de los modelos de bolsos que Jacquemus ha creado. Toda una tendencia social que va más allá del propio bolso.
Los primeros que pudieron observar bien de cerca esta miniatura fueron los invitados a su desfile en París para la presentación de la colección primavera/verano 2019. Los editores de moda más importantes del mundo y los influencers del momento recibieron un ejemplar en su casa, justo antes de desplazarse al evento, donde estos minúsculos accesorios se conjuntaban con las prendas de la temporada.
Un bolso donde no guardar nada
Entre los 64 modelos disponibles en su web (incluyendo las distintas versiones de color), Jacquemus es una firma que ha sabido adaptar el discurso juvenil y urbano del momento a la industria de la moda del lujo. Teniendo como principal base lo instagrameable, este complemento hecho en España y agotado desde casi el mismo día de su lanzamiento, tiene una dimensión de 12 x 6 centímetros y no te permite ni guardar el teléfono móvil, solo las llaves de tu casa y sin llavero.
El bolso es más pequeño que la palma de la mano, aunque no ha llegado solo. El modelo Le Chiquito y Le Piccolo, que son los nombres con los que el diseñador ha denominado a este accesorio, es el más conocido por ser el más minúsculo de todos los modelos; aunque sus otros hermanos pequeños también le hacen la misma competencia y cogen fuerza. Una contraposición que nos hace recordar la inmensa pamela con la que Emma Leth hizo viral este tocado del francés.
La carta donde poder escoger tu modelo perfecto dispone de las versiones Petit de algunos otros modelos ya conocidos del diseñador. Como, por ejemplo, Le Petit Basi de rafia que recuerda los materiales con lo que se hizo la famosa pamela y tiene un aspecto playero, pero en el que no cabría más que el protector labial. También están los Petit Haqiba y el Petit Baya. Aunque otro de los grandes éxitos reside en Le Petit Vanity con su forma de joyero y Le Pitchou con su formato redondo para llevar colgando del cuello. Eso sí, el más barato ronda los 200€ y alguno modelos llegan a pasar los 500€.
¿El nuevo enfant terrible?
Francés, creativo y rebelde en cuanto a los cánones estéticos del momento. Busca una parte más llamativa y pretende crear un nuevo diálogo en la moda, al igual que su homólogo Jean Paul Gaultier. Este es el ejemplo del nuevo movimiento que se empieza a desarrollar en la industria textil del lujo, donde Francia quiere recuperar el foco de atención mediática en cuanto a tendencias.
Jacquemus, considerado como el niño mimado de la moda, ha puesto el pret à porter en lo más alto de la pirámide de consumo textil. Teniendo el deseo del consumidor por las marcas y la logomanía, su nombre esculpe la gran mayoría de sus productos, donde esta palabra por sí sola genera no poca expectación a su alrededor. En el caso de Jacquemus, sus accesorios son extremos derivando en una tendencia que se transmite a través de sus pamelas gigantescas y los mini bolsos donde no cabe ni el teléfono móvil.
Una tendencia que llega a todos
Desde Kylie Jenner y Kim Kardashian a [a/]https://www.bekia.es/celebrities/amaia-romero/[i]Amaia[/a], pasando por Rihanna. Todas han sucumbido a este minibolso que, en más de una ocasión, ha suscitado las burlas de unos en las redes sociales con los denominados memes; así como la indignación de otra gran parte del sector de la moda. Este último punto se defiende desde la perspectiva del precio que tiene en comparación con sus otros bolsos, pese al minúsculo tamaño que tiene.
Toda una hazaña de artesanía, dado que los acabados son los mismos que si tuviera un tamaño más normalizado, pero a pequeña escala. Ni las grandes del low cost se han querido perder esta creciente ola de demanda del producto. Dos de las potencias españolas, Mango e Inditex, ya tienen sus propios modelos reducidos y a precios mucho más asequibles que los de Jacquemus.
Aunque estos no cuentan con el nombre de la casa francesa, que es lo que más buscan sus seguidores, Zara tiene su particular versión estampada a 25,95€. La sueca H&M te propone un modelo por menos de 20€ de un bolso de rafia playero similar al de Jacquemus. Por otro lado, Mango habla directamente de un minibolso en formato monedero para colgar del cuello por menos de 10€.
De este movimiento se llega a una misma conclusión, y es que lo viral crea reacción, ya sea buena o mala. Sobre todo cuando se trata de redes sociales, lo que supone un medio de difusión gratuito al no necesitar de una campaña súper producida de marketing y también consigues que todo el mundo acabe hablando de ti.
Una cuestión social
Hoy en día, la industria textil del lujo es una base muy importante a la hora de determinar cuáles son las tendencias, no solo en materia de moda, sino también en lo referente a los movimientos sociales. Las firmas más importantes han sabido adaptar su contenido a las necesidades del momento y a la realidad socio-política que les rodea. Y es esa realidad en la cual sus accesorios han sabido reflejar el punto base del comercio de las maisons más importantes del momento.
Es así como, saliendo de su zona de confort han logrado el apoyo más grande de las nuevas generaciones. Estos jóvenes no son los que cuentan con una base económica holgada o propia, pero sí que son los que mejor se fijan en la diferencia. De esta manera, las redes sociales han supuesto todo un reto para aquellas marcas que se identificaban por un tipo de cliente reconocible, ya que ahora todo el mundo puede ser tu mejor embajador.
Las tendencias de lo feo o lo extravagante se han regenerado en casas del lujo muy importante. Algunas han recuperado su valor estético, como Gucci con Michele; la estética característica de la casa Chanel llevada al modernismo actual, con Lagerfeld y su sucesora Viard; o la tradición de Loewe abanderada por las tendencias urbanas.
Una evolución importante que no se ha producido solo por vender, sino que han supuesto un aumento del valor como marca que estas firmas habían ido perdiendo con el tiempo, quedándose muchas de ellas como anticuadas. En contraposición, estarían las 'low cost', que han cambiado su discurso y se han alejado de la idea negativa de vender a bajos precios, dando una fuerza mayor a este tipo de comercio, pero adaptando las distintas corrientes de pensamiento en la actualidad (protección animalista, derechos sociales, sostenibilidad, feminismo...).