Cada temporada, Domenico Dolce y Stefano Gabbana nos adentran en la cultura italiana a través de sus colecciones, siempre inspiradas en lo que mejor conocen, la mujer italiana. La misma que vistieron con delicados pero sensuales encajes blancos y adornaron con medallas de oro con vírgenes, recogiendo así, la herencia mediterránea.
Ahora, lanzan una colección de joyas basada en los elementos que más han adornado los cuellos de las mujeres mediterráneas y católicas, por supuesto, los crucifijos son la base de esta nueva incursión en el mundo de la joyería. Brillantemente reinterpretados a través del oro (amarillo, blanco y rosa), perlas y zafiros, mostrando el esplendor de la joyería barroca italiana, un toque de extravagancia mística encarnada en Bianca Balti, imagen de la campaña, la misma que abrió su último desfile para la primavera/verano 2012 al ritmo de 'Mambo Italiano' de Sofía Loren. Como esta mítica actriz italiana, Balti muestra toda la sensualidad de la mujer italiana con un look lencero, el pelo revuelto gracias al estilista Davide Diodovich y sus ojos de gata maquillados por Andrea Costa, todo ello, fotografiado por Giampaolo Sgura de una manera muy cinematográfica y casi consigue que nos olvidemos de las joyas.
Bianca Balti posa con las joyas de la última colección de Dolce & GabbanaSímbolos católicos en su nueva colección de joyas
Las piezas se caracterizan por su gran tamaño, sobre todo, en pendientes, pulseras y collares de charms en los que se combina el oro con el jade negro y donde encontramos todo el repertorio de imaginería de los diseñadores italianos; vírgenes, querubines, flores, corazones, llaves y, las ya mencionadas, cruces. Pero no por compartir motivos las piezas resultan iguales, ya que la atención al detalle y el esfuerzo por crear joyas para mujeres de estilos diferentes hace que cada pieza se distinga por su singular diseño y sensual elegancia, que se ve reflejada, sobre todo, en el video con el que se acompaña la campaña fotográfica.
En él vemos a la modelo Bianca Balti en ropa interior eligiendo joyas y vistiéndose con su mejor vestido de encaje negro para esperar a su amante, tras un momento de pasión, ella se arrepiente y va a la iglesia para confesar su pecado. Si bien, no acabo de entender muy bien cuál es este último mensaje de la campaña de Dolce & Gabbana Jewellery prefiero pensar que el verdadero pecado o placer culpable de la mujer, es tener un joyero repleto de sus piezas, esas que nos hagan sentir especiales y bellas.
