Unos buenos tacones estilizan, nos hacen sentirnos más seguras y nos permiten ganar altura, algo que no viene nada mal si somos bajitas. Pero por muy atractivos que nos resulten no siempre es buena idea optar por un zapato de tacón. En función de a dónde vayas, qué lleves y cuánto tiempo vayas a pasar subida a esos centímetros de más es conveniente pararse un minuto a pensar y desechar la idea.
El tacón es para muchos la expresión máxima de feminidad y, hasta hace unos años, a casi ninguna mujer se le ocurría acudir a determinados sitios sin unos buenos centímetros de más bajo sus pies. A base de recomendaciones médicas, que no son partidarios del zapato de tacón excesivamente alto, y que la moda ofrece posibilidades igual de estilosas pero sin altura cada vez desechamos más el tacón o, al menos, aprendemos a combinarlo con otro tipo de calzado.
Al margen que como con cualquier otra cosa, el tacón que elijas es cuestión del gusto de cada una y hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta en función del momento para que sean los zapatos en cuestión. ¿Te acuerdas de Rocío Jurado con sus tacones y en chándal? Es un gran ejemplo de lo que no has de hacer. Pero hay más: en Bekia hemos decidido repasarlos para ayudarte a decidir cuando tengas dudas.
Acontecimiento social
Cuando tienes una boda, un cóctel, una cena de empresa importante... En esos casos puedes estar segura que lo que necesitas es un buen tacón. En primer lugar, porque es lo que mejor combinará con la ropa que habrás escogido para la ocasión y, en segundo, porque aportan ese toque de feminidad y seguridad que a veces se necesitan en esos momentos.
Lo ideal es encontrar un zapato de tacón con el que te sientas cómoda, que te permita aguantar toda la velada sin sufrir. Si no dominas los tacones y te sientes insegura, con la permanente sensación de que vas a caerte olvídate, porque pasarás las horas pensando en que el ridículo -y posible fractura- que vas a hacer. Opta por algo más seguro y que al tiempo te realce.
En los últimos años se ha convertido en habitual llevar un calzado de repuesto, mucho más cómodo que los tacones, para las últimas horas de una boda o celebración similar. Para bailar hasta bien entrada la noche es mucho mejor hacerlo en unos zapatos ya usados y que dominas a la perfección. Es una opción totalmente válida, pero no te cambies de calzado hasta que se hayan hecho las fotos de rigor.
Esto sirve para una fiesta de amigos o familiares, pero evidentemente no para un evento profesional. En ese caso tendrás que aguantar toda la velada sobre tus tacones. De ahí que sea importante elegir aquellos con los que te sientas más segura por delante de los que te resulten más bonitos. Las plantillas de silicona pueden aliviar la presión del tacón en la planta del pie y ayudarte a sobrevivir a la fiesta.
Ir a trabajar
En la mayoría de trabajos te exigen ofrecer una buena imagen y hoy en día eso aún se sigue identificando con llevar tacón, en el caso de las mujeres. Si a ti te ocurre esto ten en cuenta que no significa que tengas que llevar una aguja de 14 centímetros, busca una altura y ancho del tacón -suele ser fundamental cuando buscas comodidad- con la que te sientas cómoda.
Hoy en día, por fortuna, muchos diseñadores apuestan por tacones anchos, que son mucho más estables y no resultan dañinos para el pie. Con ellos puedes aguantar la jornada laboral. Pero si aún así quieres descansar opta por llevar un recambio en el bolso -zapatos más bajos o deportivas- para el trayecto de casa al trabajo.
El tacón ideal
Atendiendo a las recomendaciones médicas el tacón ideal es aquel que es ancho y tiene poca altura, lo más recomendado son cuatro centímetros. De este modo el pie no sufre la incómoda postura de ir en posición prácticamente vertical ni tampoco completamente plano. Debe ser, además, un tacón un poco ancho, lo que da mayor estabilidad a tu pisada.
La moda ha evolucionado y hace un tiempo encontrar este tipo de zapatos era una odisea, porque eran modelos propios de abuela, incluso parecían un tanto ortopédicos y no nos encajaban con nada. Hoy en día, por suerte, hay muchos más y con diseños actuales y que nos permiten usarlos en casi todas las situaciones.
Se trata d el zapato ideal para ir a trabajar, para una jornada de compras o para el día a día. Se ha convertido en un imprescindible que no puede faltar en tu armario. Con este calzado te sentirás cómoda y tus pies te lo agradecerán. Al usarlos notarás como tienes menos dolores en la planta, pero incluso en la espalda, una gran damnificada del uso de tacones y en la que no solemos fijarnos.