El calzado con tacón alarga las piernas y estiliza la figura, pero también tiene un factor psicológico añadido. Hace sentir bien. Ya lo decía la mismísima Marilyn Monroe: "Dale a una mujer el zapato correcto y podrá conquistar el mundo". Ahora bien, para conquistar el mundo hace falta dominar los tacones sin tambalearnos por el pasillo de nuestra casa, así que hoy queremos juntar unos cuantos consejos imprescindibles para caminar sobre tacones como una auténtica experta.
Ante todo, seguridad
Cuando camines, te vas a sentir más femenina que nunca, con una postura adecuada e incluso sintiéndote más delgada. Es lo que logra el zapato de tacón. Pero para que nadie se dé cuenta de que casi nunca utilizas el calzado alto (queremos que piensen que para ti no supone ninguna dificultad), ante todo muéstrate segura de ti misma. Si tu actitud es buena, el optimismo se reflejará en el exterior.
Paso a paso
Una mujer no aprende de la noche a la mañana cómo caminar con tacones, así que es preferible que vayas avanzando semana a semana, sin prisas. Comienza con los zapatos que encuentres en tu casa que tienen pocos centímetros, y acostúmbrate a ellos antes de atreverte con unas plataformas. Antes de probar el tacón de aguja, asegúrate de que le has dado una oportunidad a las cuñas: están muy de moda y el pie se apoya mucho mejor sobre este calzado, lo cual hace posible caminar con comodidad incluso sobre un zapato alto.
Márcate un límite
No tienes que llevarte a casa los zapatos más altos que encuentres en la tienda. Es preferible que seas realista y te preguntes -antes de comprarlos- si te vas a sentir segura con ellos. Los tacones nos hacen vernos más altas y femeninas, pero la elegancia que nos regala no vale mucho si por dentro nos sentimos muy incómodas con esos zapatos de 16 centímetros que estamos estrenando. Si el calzado con tacón superior a los diez centímetros te causa demasiadas molestias, limítate a esos diez. ¡Para estar guapa tampoco hay que sufrir tanto!
Delante del espejo
Prueba a caminar, observando tu reflejo a través del espejo, para comprobar si el resultado es bueno o si deberías mejorar en algo. Observa si tienes las rodillas demasiado dobladas o rígidas. Sobre todo recuerda que las piernas deben estar juntas, que los pasos deben ser cortos y que es recomendable apoyar primero los dedos, luego la parte del medio del pie y finalmente el tacón.
Practica en casa con los tacones puestos: hay algunos zapatos que son realmente inaguantables al cabo de unos pocos minutos, y es importante detectarlos en vez de pasar vergüenza delante de otras personas. Y, cuando quieras lucirlos en la calle, te sentirás mucho más segura porque no será la primera vez que caminas con ellos, y ya habrás comprobado lo bien que te sientes con ellos puestos.
Intenta practicar caminando en tu salón sobre una línea invisible, asegurándote de que has adoptado al mismo tiempo una buena postura, y que tus hombros están un poco echados hacia atrás.
Incluso, si tienes pensado acudir a una fiesta en tacones, practica bailando en tu casa: nadie te verá, te lo pasarás muy bien mientras escuchando un poco de pop o house y comprobarás por ti misma si son cómodos como para aguantar toda la noche con ellos. Recuerda que es preferible llevar en tu bolso un par de bailarinas para cambiarte, en vez de llorar de dolor por tener que aguantar en tacones toda la noche.
Dicen que es bueno practicar media hora cada día, en la comodidad de nuestra casa. Así es mucho más fácil convertirnos en expertas; además, es normal tener miedo a llevar tacones cuando no tenemos casi nada de experiencia, pero el secreto de las modelos para caminar sobre la pasarela con tanta seguridad está en un verbo: practicar.
Sé realista
Si vas a estar varias horas en el metro para acudir a tu lugar de trabajo o para llegar a la Universidad, o si eres consciente de que ese día vas a caminar durante varias horas, reconoce que no es la mejor ocasión para estrenar los tacones que con tanta alegría has comprado hace poco. Es preferible que practiques andando con tacones en días que sabes que estarás la mayor parte del tiempo sentada, o que volverás pronto a casa; cuando tengas más experiencia, podrás utilizar el calzado de tacón durante más tiempo.