Las telas pueden dar para mucho
Uno de los disfraces más sencillos y recurridos es el de ' la muerte '. Es tan fácil como conseguir una túnica negra con capucha y una cera negra. Además no es necesario que sea una capa comprada, perfectamente con una sencilla tela de color negro, podemos fabricar nuestro propio traje de muerte. Las mangas no son necesarias, simplemente con hacer un agujero para introducir la cabeza es suficiente. En cuanto a la capucha podemos fabricar una casera con la tela que nos sobre. Como es importante que el rostro no se nos vea, nos maquillaremos toda la cara con pintura negra.
Otro de los disfraces que pueden llegar a poner los pelos de punta es el de carnicero. Solo necesitas un delantal blanco que seguro nos será muy fácil conseguir y con ayuda de sangre artificial y un cuchillo (por supuesto de plástico) conseguiremos un disfraz de lo más aterrador.
Podemos reciclar algún disfraz que tengamos en casa. Si en alguna otra ocasión te decantaste por disfraces tan sencillos como el de policía o médico entre otros, solo tienes que customizarlos dándoles un toque más terrorífico. Haz algunas manchas con sangre artificial o incluso rajas y rotos. Combínalo con un maquillaje aterrador y tendrás un perfecto y barato disfraz de Halloween.
Da protagonismo al maquillaje
En ocasiones el disfraz no es tan importante como el maquillaje. Otra opción que te damos desde Bekia es que te vistas como lo harías habitualmente pero le des un giro de 180º con un terrorífico maquillaje. Es una forma low cost de convertirnos en perfectos zombies. Otro de los maquillajes a los que más se recuren y que pueden salvarnos en un momento como este es el de Joker.
Por último otra forma de no comernos demasiado la cabeza con nuestro disfraz de Halloween, es optar por algo tan sencillo como una máscara y es que como ves, no es necesario hacernos con un disfraz demasiado elaborado para conseguir aterrar la noche de Halloween.