Es así como Fred Perry y Nigel Cabourn presentan su tercera colaboración conjunta para diseñar una línea masculina. Bajo el logo de Laurel Wearth -corona de laurel que se otorgaba a los campeones de los juegos olímpicos en la época de la antigua Grecia-, las prendas básicas del estilo masculino se llenan de tejidos y colores clásicos y monótonos.
Estética clásica
La colección se centra en una búsqueda por los patrones tradicionales que caracterizó a la moda creada por Fred Perry, es así como la marca ha sabido sacarle partido a sus archivos y se ha basado en fotografías e imágenes para recrear una colección de tintes pasados pero aplicados a una estética moderna y actual.
Contrastes de colores
Los colores como el azul, el rojo y el amarillo -este último solo en algunos casos- son las tonalidades más destacadas que se estampan en polos con cuello redondo o camisero con tres botones, en sudaderas con capucha y cremallera, e incluso en un modelo diseñado exclusivamente para la colección de pantalones deportivos ajustados al tobillo.
Los detalles en blanco sobre los puños, los bajos y el cuello de las sudaderas, los bordes de las mangas o en el propio logo dan un punto de luminosidad y ruptura gracias al contraste de la claridad que aporta el blanco sobre las tonalidades más oscuras y apagadas, como el rojo y el azul.
Elección de tejidos
Para esta colección ha sido necesaria la fabricación de las prendas en algodón de gran calidad para poder conseguir el acabado perfecto, para buscar esa sensación de estilo de los años 50, gracias a los tejidos y prendas piqué -un material que tienen un acabado rugoso conseguido por el entretejido de punto, como si se tratase de un polo típico de Lacoste-.