El propietario de la coleta más famosa de nuestro país lidera un partido joven que se caracteriza por un símbolo simple y un color morado fácil de recordar. Este último es el que su propio secretario general suele utilizar para sus looks, con camisas arremangadas hasta los codos y desabotonadas por el cuello que tienen tonalidades azuladas y moradas. Prendas claras y oscuras se mezclan en cada uno de sus 'outfits': camisa clara con pantalón oscuros, o viceversa.
Como complementos siempre le acompañan varias pulseras de cuero trenzadas con diferentes colores que dan un toque más natural al estilo de Iglesias. Un look que no pasa desapercid¡bido, y menos cuando se rodea de los demás candidatos que se presentan a la presidencia, ya que es el único que nunca se le ha visto con un traje en público. La estética desenfada y con más personalidad del Congreso, no necesita pensar mucho en su aspecto ¿ventaja o inconeniente? Lo que se puede ver con claridad es la facilidad y la comodidad con la que Pablo Iglesias luce un estilo personal e informal que hace de él un pesonaje más cercano y abierto.
Estilo descuidado pero controlado
Que no se confunda un estilismo que, sobre el papel, puede parecerse al del candidato socialista Pedro Sánchez, pero que tienen múltiples diferencias. Sobre todo en la manera de llevar el look: Iglesias tiene una postura menos estudiada y más natural con las piernas más abiertas y espalda un poco encorvada. Aunque Sánchez no tiene vetado el uso de trajes, Pablo Iglesias parece que no se lleva muy bien con ellos.
Detalles que hacen que el candidato de Podemos aparezca como una figura con la que la mayoría puede llegar a coincidir y verse mejor representado, en cuanto a su apariencia más descuidada y cercana; sin tantos formalismos. Una lista de prendas básicas para cualquier armario que él cumple a rajatabla, pero sin añadir otras que sean más 'de vestir'. A eso hay que añadir la simpatía y desparpajo que Pablo Iglesias desprende cada vez que aparece.