Las marcas con tradición han llegado a conseguir cosas increíbles dentro del mundo de la moda. Y si no que se lo pregunten a Coach, una firma legendaria dentro del diseño de accesorios y el tratamiento de la piel. Con la tradición y un estilo personal, la firma neoyorkina ya ha rebasado sus bodas de brillantes, la marca lleva muy bien sus más de 75 años de vida.
La historia del cuero americano
La trayectoria de esta emblemática casa empezó sus andaduras en el año 1941, cuando Milles Y Lillian Cahn decidieron hacerse con ese pequeño hueco en la moda tan poco explotado por el comercio del lujo. Los accesorios pasarían a ser un imprescindible en el estilo de las épocas venideras.
Desde la emblemática ciudad de Nueva York, el denominado como lujo accesible se estampaba en los bolsos y las carteras de mano, que tanto hombres como mujeres lucían día y noche. Todo un estudio en el arte de hacer marroquinería que serían los primeros pasos de una marca con más de 70 años de historia.
Coach buscó diferenciarse del prêt-à-porter que tanta fama se estaba labrando al otro lado del charco, en países como Francia o Reino Unido, pese a la época de contiendas en el continente. También quería alejarse del encasillamiento junto a firmas de alta costura elitistas. Por eso se proponían a sí mismos como la alternativa a un estilo lujoso, pero con clase.
Lujo accesible
Gracias a sus avances, sus innovaciones y los diseños de sus colecciones, la firma estadounidense se ha coronado por saber representar el estilo propio que se vislumbra a través de su logotipo. Una imagen que, por cierto, no se crearía hasta los años 50, cuando sus dos fundadores decidieron darle un empujón a la firma y crear una personalidad distintiva.
Tanto la línea femenina como la masculina, reciben el mismo trato. Tal vez, por eso, Coach es sinónimo de elegancia en los outfits de hombres y mujeres. Ya sea por sus carteras de mano labradas en piel, cinturones únicos, bolsos de diversos tamaños y estéticas, perfumes idílicos, el gusto exquisito en su selección de joyería o monturas muy personales para gafas normales y de sol.
Sus diseñadores creativos
La primera diseñadora de la firma Coach se seleccionó en el año 1961. Bonnie Cashin fue la elegida de presentar su primera colección al frente de la creatividad textil un año después de su nombramiento.
Aunque no ha sido la única en ese puesto, sino que en 1996 se nombra a Reed Krakoff como su sucesor. Gracias a su labor dentro de la marca, el diseñador tuvo el honor de recibir dos veces el premio a Mejor Diseño de Accesorios del Año en los denominados Oscar de la moda: los CFDA. El primero se le concedió en el año 2001 y el segundo en 2004.
Como relevo de Krakoff, apareció en los altos cargos del diseño el nombre de Stuart Vevers. Procedente de otra casa dedicada al cuero, como lo es Loewe, el inglés otorgó de elegancia y sofisticación a las famosas del momento. Ya que desde su entrada en el cargo como diseñador creativo de Coach, Vevers ha conseguido que la firma captara más focos de atención, vistiendo a muchas celebrities en su día a día.
La expansión del imperio
En los años 60 se produjo el boom de la casa. Es desde esa fecha en la que las tiendas y la expansión de la marca empieza a hacerse más palpable. Aunque este es un caso curioso, ya que, acostumbrados a que las firmas americanas den el gran salto al continente europeo, es Asia la elegida para empezar la invasión del mundo de la moda.
Primero, su tienda en la neoyorkina Madison Avenue dio el pistoletazo de salida en 1973. Más tarde, en 1999, con Estados Unidos rendido a sus pies, da un paso más grande y se lanza al mercado en la vecina Canadá.
En el año 2002 abre su primera tienda en Japón, seguida por Hong Kong en 2008 y por Shanghái en 2010. Pero no será hasta un año después de esta última, cuando Coach decida darle una oportunidad a Europa y establecer su tienda física en Londres, en la New Bond Street. Aunque en el caso de España ya había puntos de venta proporcionados por la cadena El Corte Inglés en 2010, la Calle Serrano de Madrid verá el logotipo de la firma neoyorkina en 2013 de manera permanente.
Crecimiento en la era digital
El terreno del márketing comercial vía Internet será muy temprana, siendo además una de las primera marcas en aplicar este sistema a sus ventas. Desde 1999 podemos acceder a su página web con el dominio coach.com. En las redes sociales, también se harán un hueco importante, abriendo su primer perfil en Facebook (2008) y en Twitter (2009).
Los iconos de la casa
No es de extrañar que sus ventas sigan creciendo desde su expansión, en los año 70. Y es que Coach nos ha dado muchas buenas noticias gracias al lanzamiento de sus diseños, incluso algunos de esos accesorios han pasado a la historia.
Su primer gran icono fue el bolso Duffle, con la dirección creativa de Bonnie Cashin en 1973. Esta fue la primera gran insignia de la casa. Aunque no sería la única, ya que en 1998 se empezó a comercializar con su línea de relojes, seguida de otra dedicada al calzado un año después, una colección de monturas para gafas normales y de sol en 2003 y el lanzamiento de su primer perfume en 2007. Todo esto, bajo la tutela de Reed Krakoff.
Pero sería en 2013, con el nombramiento de Vevers, cuando los bolsos de Coach adquirieran mayor importancia. Con sus formas curtidas en cuero de gran calidad y la personalización de estos accesorios gracias al grabado de iniciales en ellos, las mujeres de más de medio planeta tuvieron que hacer lista de espera para conseguir el suyo propio. Toda una revolución de masas.
Cambio de manos y rostros conocidos
Coach pertenece al grupo empresarial Sarah Lee Corporation desde 1986, aunque siguieron al frente los fundadores de la firma hasta 2013, cuando Lillian Chan muere. Durante esos años, algunos de sus campos como referencia no solo se dedicaron al duseño de moda y accesorios, sino que se abrió el The Coach Fundation en el año 2008, una serie de programas relacionados con la empresa y el sector económico de la moda : la iniciativa en el campo de la educación y el empoderamiento femenino en puestos directivos.
Para sus campañas publicitarias han contado con numerosos rostros bien conocidos. Entre las colecciones de otoño/invierno destacan Gwyneth Paltrow en 2011 y Karlie Kloss en 2013. Aunque la primera de ellas también repitió en la colección dedicada a la temporada primavera/verano de ese mismo año, seguida de la actriz Chloë Moretz en 2015. Además, Coach contó con la colaboración de Annie Sui en una colección cápsula inédita en 2012.
Tal vez sea su sistema más dinámico de las relaciones entre sedes y centrales, sus más de 1000 tiendas y puestos de venta repartidos por el mundo, su autenticidad reconocida a base de años de dura labor, el gran trabajo en equipo realizado, la originalidad o la tradición de sus modelos. O también puede que sea una conjunción de todo ello, ya que el éxito de una firma como Coach es difícil de explicar si no es con un desarrollo y un trabajo digno de ser recordado a través de la historia de sus diseños.