La diseñadora estadounidense Donna Ivy Faske abrió su firma de ropa en el año 1984, cuando el estilo de Donna Karan comenzaba a hacerse eco en la Gran Manzana. Su profesionalidad no era solo pasión por este sector, sino que ya había tenido una formación previa en las filas de Anne Klein.
El crecimiento de un sueño
Con ella nacía un estilo propio, una manera de marcar el feminismo, la sensualidad y la selectividad características de las neoyorkinas apasionadas de la moda. No sería hasta el año 1988 cuando, cuatro años después de su éxito progresivo, la diseñadora y su firma alcanzaban su punto álgido con la apertura de una línea más juvenil de su marca: DKNY.
Aun así, la elegancia de esta primera línea era su principal atrayente. La que representaba su esencia principal y que, en 1996, se introdujo en bolsa. Desde ese momento el crecimiento y la incursión en la sociedad mundial era imparable para la norteamericana.
Donna Karan presentaba en sus tiendas una amplia selección de todos los productos que desde sus talleres se creaban. Londres es la primera gran capital que abre su lugar de insignia para la firma en 1996, aunque la más esperada fue la de la gran manzana de Nueva York un año después.
Unión de ambas líneas
La empresa que aglutina la mayor parte de las firmas de moda de lujo LVHM, Moet Hennesy y Luis Vuitton, compraron la mayoría de las acciones en el año 2001. Visto el éxito que tenía tanto Donna Karan en la alta costura y DKNY en el estilo urbanita, el emporio decidió incluir entre sus pertenencias esta firma de poco recorrido pero gran influencia.
Con la entrada en al año 2000, Donna Karan introducía sus propuestas en su propio portar web junto con información de la casa, aunque no sería hasta 2005 cuando se ofrecería la selección de prendas, accesorio y demás de la líneas de sus colecciones para su venta. Hoy en día, las plataformas digitales son uno de sus grandes atrayentes de cultura y clientes jóvenes.
Los diseñadores que entrañan cada una de las puntadas de la firma lo comprenden el dúo Dao-Yi Chow y Maxwell Osborne. Entre sus dos cabezas pensantes y creativas aseguran que la verdadera pasión de Donna Karan se puede encontrar fácilmente en la sociedad y la cultura que se ve a pie de calle por la ciudad de Nueva York.
Desde 2015 son ellos los encargados de la dirección creativa. Aunque anteriormente Jane Chung, un antiguo compañero de profesión de la propia Donna Karan en la marca Anne Klein, fue el mayor creativo desde su fundación.
Diversificación de tendencias
El estilo de Donna Karan representa a una sociedad cosmopolita, moderna y muy sofisticada. Al contraria que su línea principal textil urbana, donde DKNY es la forma urbana, vanguardista y juvenil, la versatilidad de ambas líneas representan un estilo conjunto que ya forma parte de lo que Nueva York representa.
Tanto para la línea femenina como para la masculina, la marca abarca todas las tallas que se aglutinan en la media. A través de tonos neutros y una pureza de líneas exquisita, propia de expertos en la moda, la firma Donna Karan ofrece una gama muy amplia de lo que se podría considerar sofisticado y elegante.
Su comercialización se hace a través de líneas dedicadas a lo textil más básico, prendas más elaboradas, accesorios, ropa interior y el sector de los perfumes. En cada una de ellas se representa la idea de la "naturaleza urbana", ese estilo ecléctico e internacional que tanto le caracteriza.
Con más de 70 tiendas propias, además de los puntos de venta que ofrecen parte de sus diseños, la firma de Donna Karan y DKNY suman adeptos. Ambas abastecen a una clientela cada vez más amplia, que busca ambos extremos, entre lo juvenil el segundo y lo maduro el primero.
Grandes embajadoras
Mientras que la línea cosmética y textil se caracteriza por rostros jóvenes y mdoernos, como Pixie Lott, Drew Barrymore, Cara Delevigne o Rita Ora, para las colecciones y presentaciones que se decanta por los diseños de Donna Karan representan a una selección de mujeres más maduras.
Irina Shayk, Karlie Kloss o Ashley Green son tres de las mujeres que representan la esencia glamurosa y cosmopolita de la firma neoyorkina. Entre sus tres líneas predefinidas es donde podemos encontrar la inspiración que estas mujeres, entre otras muchas, han encontrado su propio estilo: Model Icons, Resort y Casual Luxury.
Dylan Rieder sería el equivalente masculino a estas dos grandes creadoras de tendencias. En el caso de Rafferty Law, la pasarela de Donna Karan en Nueva York fue su primer debut en el mundo de la moda, una puerta que se abría en su trayectoria profesional en 2014.
Y como no podía faltar, su cara más solidaria la presentó junto a Carolina Herrera en 2016. Ambas firmas, ya consolidadas, contaron con la colaboración de la campaña Let Girls Learn y la figura de la ex Primera Dama de los Estados Unidos Michelle Obama. A través de sus bolsos humanitarios se representó la figura de esta mujer tan influyente para recaudar fondos por la igualdad de sexos en países en vías de desarrollo.
La modernidad que representa
Como una verdadera adelantada a su tiempo, sabe adaptar a la perfección las nuevas tendencias juveniles en la línea de Donna Karan. Ya lo demostró con su colección de neopreno, donde el tejido utilizado para los trajes de surf se puedo de moda en el verano de 2016 -que ya lo había advertido el anterior, en 2015-.
Eso sí, las polémicas también estaban servidas en una firma que cumple ya más de 30 años. En una campaña fotografiada en Haití en el año 2012, ya que aparecía una Adriana Lima rodeada de prendas muy lujosas junto a algunos habitantes de la zona, tras la catástrofe sufrida dos años antes y del cual todavía no se han recuperado.