Ermanno Scervino

Las ondas que recrea en cada una de sus piezas son su seña de identidad. Tanto en vestidos, como en blusas, americanas, pantalones o incluso en abrigos, el detalle inspirador de una marca puramente italiana en todo su proceso provoca una sensualidad propia de un toscano que emplea el imaginario clásico griego y romano para recrear sus figuras y explotarlas al máximo. Eso sí, sin perder la elegancia y el buen gusto pese a ese punto subido de tono.

Olivia Palermo en la gala amfAR de Milán en 2018

Juegos maestros.

Una de las peculiaridades de la firma Ermanno Scervino son sus volúmenes y los efectos en formato de ondas con las que están rematadas cada una de sus piezas. Con ellos consigue que los colores lisos utilizados para ello se recreen en efectos ópticos espectaculares. Una manera de esculpir el cuerpo, sin necesidad de ajustar y acortar al máximo las medidas de los vestidos que presenta en cada temporada.

Como buena marca italiana, se desenvuelve con soltura entre los cuerpos esculturales, dando vida propia a una pieza a través del maniquí que lo viste. Son figuras que buscan representar el atractivo latino propio de las regiones cercanas al mar Mediterráneo. Esta característica es muchas veces conseguida por las texturas que utiliza, mezclando las transparencias del tul con detalles de cuero o lúrex en negro.

Al provenir de una de las ciudades con más tradición en moda y costura, la sensualidad y la búsqueda de los cuerpos perfectos y bien esculpidos es un añadido a sus necesidades básicas de presentación. Y esto es aplicable a sus dos líneas más destacadas de cara a las pasarelas, tanto en la masculina como en la femenina. En ambas, solo los rasgos atractivos son fichados por Ermanno Scervino.

Inicios conflictivos.

La firma florentina nace en el año 1999, época en la que lo minimal y la excentricidad de la sensualidad femenina estaba más que explotada. Una vuelta a la imagen de la feminidad que los italianos consiguieron con su unión.

Antes de empezar a trabajar juntos en la que sería una de las firmas más prolíferas del lujo italiano, el diseñador Ermano Daelli tuvo que afrontar una serie de barreras laborales para que sus pasos le llevaran a conocer al empresario Tony Scervino. El talento del primero se hizo conocido y el dominio de los negocios del segundo provoca que sus caminos se encuentren en l momento oportuno para la creación de la firma.

Tras una mala etapa en el mundo del diseño por parte de Ermanno Daelli, al cual le habían robado su nombre como firma en una marca anterior para la cual trabajaba y diseñaba sus famosos abrigos, se unen para crear una fusión de ambos. Es con el cambio de siglo cuando empezarán a desenvolver el papel de Tony Scervino en los negocios, mientras que el que le pone el nombre inicial a la casa italiana se dedicará a devolver a sus manos unas prendas y unos diseños que le habían sido arrebatados como propios. Pero esta vez con el toque Ermanno Scervino con el que se le conoce actualmente.

En 2000 lanzan su primera colección juntos bajo el nuevo letrero de marca, siendo su primer desfile el de Milán tres años más tarde. Un año antes del desfile, Ermanno Scervino crea su línea de hombre, seguida en 2004 de la colección junior para los más pequeños de la casa. Además, la firma cuenta con una gran cantidad de productos en formato accesorio en cada una de sus colecciones.

En 2013 deciden ampliar su empresa y crean una nueva visión del diseño de la casa italiana, llevando sus diseños a la calle con Ermanno Scervino Street. Una manera de entender el universo creativo de sus dos creadores, pero con una practicidad más de diario y adaptable a casi cualquier situación. Unos meses después, la firma se adentra en un terreno poco conocido por la fecha: un desfile de hombre y mujer en conjunto con piezas de continuidad y que no pertenecen a ninguna de sus colecciones de temporada.

Una línea que ha seguido expandiendo más allá de sus fronteras italianas, país al que le debe toda su fama. La internacionalidad de sus prendas no tardaría mucho en llegar gracias a los viajes de las grandes fortunas y los armarios italianos más sofisticados. En la actualidad, Ermanno Scervino cuenta con más de 500 puntos de venta, entre los cuales destacan un par de ellos como espacio propio en España.

Unas prendas a las que tampoco les faltan olor con sus colecciones olfativas de toques florales con puntos chispeantes, que incitan a un carácter pícaro y sensual. De la misma manera que se consigue mediante el tacto y la vista de sus colecciones, es la nariz la que nos ayuda a terminar de interiorizar la atracción de la mujer particular de esta casa.

Amal Clooney con un abrigo azul de la firma]

Mucho más que sensualidad.

Ermanno Scervino tiene varias líneas, entre las cuales destaca su costura de pasarela como principal imagen de la marca. Aunque también adapta sus modelos a la calle y ofrece una sección más lineal y conservadora para el día a día, línea que supone el principal motor de la firma al adaptarse a más público y menor precio para su uso diario. Además de sus perfumes y accesorios, que es el éxito económico asegurado de cualquier casa de moda de lujo.

Cuenta con un estilo muy ecléctico debido a esta disponibilidad de líneas, pero siempre fiel a sus volúmenes y sus ondas particulares en las prendas, que modelan la figura de la persona que lleva uno de sus diseños. Destacan sus parkas y plumas con pasamanerías realizadas de manera totalmente artesanal y con algunos detalles de pieles, por las cuales se hizo famoso el diseñador Ermanno Daelli antes de formar la casa junto a Scervino.

De particular tiene sus bordados que, pese a que está en auge el trabajo realizado de manera manual, él los aplicó mediante láser. Una técnica muy poco explotada cuando comenzó su uso, pero que sigue siendo una metodología muy desconocida para algunas marcas. Lo que hace pensar en el desarrollo que una marca como esta ha tenido en casi veinte años de su historia, como si de un cuento con final feliz de tratara y en el cual todavía estén disfrutando de esa fantasía que supone poder vivir de una profesión como la suya.