Hay historias que valen la pena ser contadas. Como la de la firma Fay, que nació de un descubrimiento casual de algo que estaba presente en la vida cotidiana. Tras muchos años, esta es una de las firmas de lujo casual que no ha ido creciendo con el tiempo sola, sino que otras marcas pertenecientes al mismo compendio empresarial le han acompañado en su corta pero intensa aventura.
De los bomberos a los escaparates
Su trayectoria comienza en realidad mucho antes de que fuera creada. En 1978, la firma de moda italiana Tod's es cedida, como indica la tradición familiar, a los hermanos Diego y Andrea Della Valle. Ambos son empresarios de nacimiento, con la suficiente capacidad emprendedora y con mucha ambición en el mundo de los negocios. Esa actitud de continuidad al frente de una de las mayores casas de moda del mundo, les brindó la oportunidad de seguir creciendo y aprendiendo nuevas dotes.
Fruto de la casualidad, los hermanos descubrieron algo llamativo en el uniforme reglamentario de los bomberos de la ciudad de Maine. Sus trencas ignífugas tenían un pequeño gancho sobre el cuello que les permitía cerrar esta parte con mayor seguridad. Fue a finales de los años 70 cuando los dos vieron en esa pequeña pieza una inspiración reveladora. Y todavía hoy sigue siendo su referencia de estilo.
Cuando vieron que una pequeña empresa local se dedicaba a fabricar abrigos de estilo bombero, los dos no dudaron en comprar la marca y explorar nuevos límites con ella en Italia. Desde ese punto geográfico es desde donde parte Fay, junto a sus otras empresas distribuidas y a cargo de Tod's y de los hermanos.
A principios de los 80, con todo planeado y la idea plasmada en una prenda de ropa concreta, los hermanos Della Valle inician lo que sería la hermana pequeña de la firma Tod's: Fay. En ella podíamos encontrar casi lo que hoy en día comercializan. Su tradición está muy ligada a su método evolutivo, aplicando pequeñas dosis de materiales, tejidos, procesos e ideas más modernas.
Esta no sería la única firma perteneciente al grupo Tod's, sino que Hogan nació también de las primeras líneas directivas y creativas de la casa, mientras que la prestigiosa Roger Vivier fue comprada por la firma principal en los años 90. La familia crecía y su éxito era palpable desde el principio. Aunque no sin cierta ventaja, los hermanos supieron como continuar con ese legado Della Valle hasta nuestros días.
El lujo más casual
Actualmente, los diseñadores creativos de Fay son los mismos que se encargaron de lanzar la firma hasta la pasarela de Milán en el año 2014. Esa era su primera incursión en el mundo del prêt-à-porter más internacional. Gracias al trabajo minucioso y conjunto que la pareja Tomaso de Aquilano y Roberto Rimondi forman, desde 2011 juegan un gran papel dentro de los puestos más altos de la cadena de mando de la casa.
Al igual que ya pasó unas décadas antes con el Dr. Martens y sus botas de obra, la ropa de oficio volvía a estar en auge durante los 80 y los 90. Este impulso fue el que determinó el éxito de Fay posteriormente. Más adelante, con el paso de los años, la firma ha hecho una reinvención del concepto Field Jacket, que es así como llamaron a la trenca inspirada en el uniforme de bombero de manera oficial, con nuevos diseños, estampados, coloridos o accesorios. Pero siempre se han mantenido fieles a sus iconos, cambiando solo lo necesario para que siguieran siendo indetificables fácilmente.
Esta no ha sido la única pieza en sufrir modificaciones a lo largo del tiempo, sino que en sus más de 30 años de vida al frente del estilo más casual del lujo, Fay mantiene sus orígenes, su esencia base y sus clásicos frente a las exigencias del panorama actual de la moda. Podría parecer una incongruencia, pero lo cierto es que ese es el detalle que les hace totalmente distintos a las demás casas de su mismo sector y nivel adquisitivo: la modernidad no riñe con lo tradicional y propio.
La calidad, el detallismo y la creatividad son parte esencial del trabajo de los diseñadores. Este es un equipo que trabaja con los materiales más nobles, con un gran desarrollo técnico y con las bases de la artesanía como su método de trabajo cotidiano. Con todos los avances conseguidos, las líneas de mujer, hombre y junior siempre están listas para lucir a pie de calle, en la oficina o en una cita importante.
Muchas de sus piezas o líneas de colección están inspiradas en épocas anteriores. Como la misma Field Jacket, que mantiene unos cortes que mezclan los detalles de la chaqueta de bomberos de Maine, el estilo militar, el abrigo dandy y la sintonía de los gloriosos años 20. Su elegancia y distinción reside en la idea de trasladar a sus clientes, las personas que vistan Fay, a otras épocas y a la vez hacerlas sentir en el presente.
Ellos la eligen
Fay es una marca relativamente joven que llega a todos y a muchas regiones del planeta. En España contamos con la participación de Aida Domenech -más conocida como la bloguera Dulceida- o del actor Diego Martín luciendo piezas de la casa. Otros que comparten profesión con este último y que la pripia firma también ha querido agradecerlo en su página web son el italiano Alessio Boni y el estadounidense Leonardo Dicaprio, donde le acompañó un abrigo de plumón de Fay rodando Before de Flood. También las modelos Gigi Hadid e Irina Shayk, así como la influencer Olivia Palermo.
Entre sus últimas aventuras, está la cinta Double Life, donde se muestra el destino, la casualidad y el amor vestidos con piezas de Fay. Su shooting en Abbey Road Studios no fue para grabar un disco al más puro estilo The Beattles, sino que estaba todo preparado para presentar la temporada otoño/ invierno 2017 junto al modelo -y nieto del cantautor Bob Dylan- Levi Dylan y a su compañera de trabajo Clara McGregor, donde profundizarán en la definición de juventud, elegancia y estilo.