Hablar de la historia de una de las marcas más icónicas del lujo y de la moda es hablar de una familia. Fue en el año 1925 cuando una joven pareja con visión de elegancia y futuro fundó la que sería Fendi, hogar de la artesanía, la modernidad y el saber hacer de la peletería tradicional italiana.
Historia familiar
Adela Casagrande y Edoardo Fendi fueron el matrimonio que dio razón de ser a la marca que hoy nos llega. Aunque no era así cuando estos dos personajes crearon la firma. Más bien todo lo contrario. A pesar de su éxito, ellos escalaban puestos internacionales muy poco a poco, ya que la mujer había iniciado una pequeña tienda en el año 1918 la cual comercializaba piezas y accesorios realizados en piel.
Serían sus vástagos, más concretamente sus cinco hijas, las que llevarían el apellido Fendi al estrellato. Se dice que dentro de la familia -a pesar de dar una imagen de cara al público de unidad y entendimiento- las hermanas sufrían graves crisis internas, ya que las buenas decisiones venían tras una batalla campal entre ellas. Aunque eso fue después de que sus padres fallecieran: primero él en 1954 siendo más joven que su mujer, que fallecería en 1978.
El patriarca de los Fendi quería un hijo que hiciera permanecer en el tiempo el apellido de la familia. Aunque eso nunca llegó. Sino que fueron Paola, Anna, Franca, Carla y Alda -casi todas ellas con los nombres masculinos que reservaba pasados al femenino: Paolo, Franco, Carlo y Aldo- las que llegarían. A pesar de no conservar sus nietos el apellido Fendi, ellas sí que hicieron que el nombre de la familia llegara a conocerse en todo el mundo.
La entrada de Karl
Especializada en los productos de piel, cuero y lujo, Fendi presenta una diferenciación clara con sus iguales: no es grande ni aspira al negocio por placer, sino al gusto por las cosas bien hechas. O ese era el perfil hasta hace unas décadas. Fueron sus hijas las que aumentaron el negocio y lo hicieron más internacional, consiguiendo así una expansión por todo el planeta.
A Fendi se le reconoce por su logo sencillo y discreto: una doble F mayúscula erguida y otra del revés. No solo proviene del apellido familiar, sino que fue el mismísimo Káiser de la moda, Karl Lagerfeld, quien lo diseñó para la casa. Contratado desde 1965, el alemán quiso reflejar dos de las bases fundamentales de la marca : Fur (piel) y Femme (Mujer).
Un año antes de que Lagerfeld se convirtiera en el director creativo de la línea de piel -renovando el método de fabricación artesanal que tenían para la piel, consiguiendo que esta fuera más ligera y asequible- las hermanas Fendi tomaban un establecimiento en la Vía Bogognona para establecer su sede oficial de la firma.
Es en sus talleres donde el Káiser consigue relanzar una colección de Alta Costura tras unos meses al mando de la dirección creativa, además de conseguir el puesto también en la línea del prêt-à-porter. Para demostrarle su gratitud, Fendi le obsequia con un apartamento en el centro de Roma cercano a la sede y con un avión privado -que irá creciendo en tamaño por las continuas visitas y los conocidos que traía- para que pudiera desplazarse con facilidad al estar trabajando en otras partes del mundo.
Tras las disputas y los puestos de mando repartidos entre las cinco hermanas, la batalla de las filas internas se empieza a disipar cuando comienzan a desplazarse y dejar de lado la firma. Es en 1999 cuando deciden venderle a la mayor empresa del sector del lujo LVHM y a Prada, el 51% de sus acciones. Esta última pasó por diversos desajustes financieros que le hicieron vender su parte a la primera en 2001. Dos años después les dan otra parte más de Fendi para otorgarles la totalidad de la casa en 2007.
Sus puntos de encuentro
Sin lugar a dudas es su sede en Roma la que causa más furor entre sus seguidores y los amantes de su historia. Básicamente su nombre lo explica todo: Palazzo Fendi, situado en Largo Goldoni. Su arquitectura y sus talleres son los que determinan el trabajo a nivel internacional, siendo Roma su capital central. La inauguración de esta tuvo lugar en el año 2005, cuando se cumplían 80 años de Fendi y Lagerfeld invitó a estrellas del cine y de la moda.
Otra de sus tiendas se sitúa en la Quinta Avenida de Nueva York, que abrió sus puertas en 1989 y dejó el camino despejado para establecer nuevas líneas de negocio: hombre, casa, relojes y perfumes. Esta última supuso todo un éxito entonces, y ahora. Llegó incluso a estar por encima de las ventas que Chanel conseguía prácticamente solo con el nº5 durante más de cuatro años. En España no llegó su boutique hasta el año 2007, abriendo un pequeño establecimiento muy íntimo en Puerto Banús (Málaga). En 2015 daría el salto a las pantallas digitales, creando así su tienda on line.
Iconos de una leyenda
Es una de las pocas firmas que no permite un exceso de compras. Es decir, por cada cliente hay un máximo de adquisiciones. Con este método hacen que sus productos sean más exclusivos si cabe y no incitan a las compras compulsivas. Pese a ello, las ganancias siguen siendo impresionantes.
Solo hay que remontarse a los años 90, cuando apenas contaban con seis tiendas repartidas por todo el mundo y recaudaban unos ingresos de diez millones de dólares anuales. Y todo ello sin contar con las ventajas técnicas que otras empresas de su mismo sector pueden contar. En la actualidad, Fendi cuenta con más de 100 tiendas físicas y 600 puntos de venta. Es por ello que la gran mayoría de sus productos debe exportarlos, tal y como hacían sus padres.
Uno de sus mayores iconos es el bolso Baguette. Y no se podía esperar menos de su creador: Silvia Venturini Fendi, hija de Carla, lo creó en el año 1994 y se ha versionado en más de 600 tipologías distintas. Cada año surge un nuevo modelo que triunfa en las cajas. Además, su línea Fendíssimo -abierta en 1987- ofrece la posibilidad de tomar un aire más moderno y juvenil de sus piezas.
Pese a ser la única que ha continuado más de largo con la empresa familiar, su posición se encuentra al frente de la dirección creativa. Aunque la supervisión de Karl Lagerfeld es exhaustiva, ya que se desplaza a la capital italiana dos veces por año al menos para controlar cómo van las próximas colecciones. Un hombre que unió a las hermanas durante el periodo Fendi al frente de la marca y que ha conseguido mantener el espíritu familiar en ella.
Rostros conocidos
Por su 90 aniversario, Legends & Fairy Tales fue la gran apuesta de la casa para rememorar su casi siglo de vida. Con la Fontana di Trevi como telón de fondo y a Kendall Jenner como embajadora de la firma, el trabajo artesanal y minucioso de Fendi se vio reflejado en los diseños del Káiser y la nieta de los fundadores. Bella y Gigi Hadid son las últimas apuestas que han escogido para representarles en las temporadas de 2017, mientras que Cara Delevigne (2014) y Anja Rubik (2011) fueron sus predecesoras.