La casa de modas italiana ha sufrido más de un percance. En su ya larga historia como referencia de estilo y lujo a nivel mundial, la familia Gucci ha estado siempre ligada a los escándalos más sonados. Una vida de película que no ha frenado a la marca para seguir contando con los mejores del sector.
Primeros pasos
La empresa de Guccio Gucci se estableció en 1906 como una marca especializada en el cuero, más concretamente en el diseño y confección de sillas de montar. Pero Gucci tenía otros planes mucho mejores y a distintos públicos. Por eso, es en el año 1921 cuando crea la marca que hoy conocemos.
Desde su ciudad natal, Florencia, es desde donde empieza el imperio italiano de Gucci. Con el paso del tiempo y los cambios de mando, la marca ha terminado formando parte del grupo de lujo PPR desde el año 2004, estableciéndose además como una de las 40 marcas del lujo más influyentes según la revista Forbes.
Primera etapa
En esta etapa destacan sus primeros años. Durante el mando del fundador, Guccio, es cuando la firma Gucci alcanza las mayores cuotas de clientes y se hace el hueco tan importante con el que cuenta actualmente. Es durante los años 50 cuando las iniciales de la casa italiana se convierten en un icono para Hollywood.
Con la llegada sus hijos a los puestos de mando, Aldo, Vasco y Rodolfo, ayudan a su padre a hacer su marca mas grande. Empiezan abriendo en distintas zonas de Milán y Roma como sus primeras tiendas. Pero será el salto al continente americano el que marque la pauta a seguir de Gucci: su primera tienda en Nueva York en 1953.
Durante los años 50 y 60, gracias al auge de la industria del cine, Gucci se convertirá en una de las marcas más codiciadas por los grandes magnates y las estrellas más destacadas de Hollywood. Pero, con el tiempo, llegando casi a la década de los 80, es cuando la marca dará un bajón importante en reputación y ventas.
Segundo asalto
Nos trasladamos a los 90, una etapa que llegó plagada de éxitos tras los más que llamativos escándalos. Es en estas fechas cuando llega a la casa italiana el gran Tom Ford. Pero para llegar hasta ese momento, primero debemos repasar los acontecimientos que precedieron al maestro. Durante la década anterior se sucedieron una serie de catastróficas desdichas que hicieron posible el cambio de perspectiva de Gucci.
Primero, uno de los principales encargados e hijo del fundador, Rodolfo, muere en 1983 y deja al cargo a su hijo Maurizio. Este último fue asesinado unos años después de vender la marca a Investcorp en 1993. Tiempo después, se descubrió que la tragedia estuvo encargada por su propia esposa, la cual nunca mostró arrepentimiento como pareja por el hecho, pero sí como persona, como ella misma afirmó en varios medios.
Antes de vender la marca, en 1989, Dawn Mello, la cual era dueña de Bergdorf Goodman, uno de los almacenes con más prestigio de NY, entra a formar parte de Gucci. Gracias a ella, Tom Ford tuvo sus primeras puntadas en el mundo más destacado de la moda internacional, con el cual la firma volvió a resurgir de sus cenizas enfocando las primeras colecciones a la estética de los años 70.
Su tercera década en el poder
Con el nuevo milenio, Gucci dio cabida a dos grandes del diseño: Giannini y Michele. La primera de ellas marcará la nueva pauta a seguir de la firma, consiguiendo con sus primeras colecciones en los accesorios llegar a ser nombrada, además, directora creativa de la colección prêt-à-porter de la línea femenina y de la colección para hombre.
Lo primero que cambió fue su imagen. A ella le atraía un Gucci fuerte, potente y con carácter como venía demostrando desde tiempo atrás. Pero, lo que no terminaba de encajar con ella era esa revolución de los 90 enfocada en la sexualidad y la dureza de sus campañas. Frida Giannini relajó el tono de la publicidad y sustituyó el tradicional negro de Ford por colorido y estampados atrevidos.
En esta etapa también hay algunos escándalos. En este caso, Patricia Gucci, hija de Aldo, publica un libro en el que cuenta que el mayor de los hermanos tenía otra familia, además de la política. Al margen de su matrimonio, Aldo estuvo manteniendo una doble vida junto a la madre de Patricia. A los 9 años, la niña descubrió que tenía tres hermanastros y que por eso su padre siempre estaba viajando a Roma. En 'In the name of Gucci', Patricia relata esa historia. Aunque nunca estuvo apartada de la marca, sino que ella ha ocupado cargos de importancia en la empresa, al igual que los demás herederos de la marca.
La actual mano maestra de Gucci
Tras la renuncia de Frida Giannini en el año 2014, es Alessandro Michele, un desconocido por entonces y uno de los grandes del momento, quien toma las riendas del dirección creativa. Este había trabajado codo con codo junto a la diseñadora como su ayudante adjunto. Entró en la casa en el año 2002, que le dejó dos años más de margen para trabajar junto a Tom Ford antes del cambio de dirección. Lo destacable de Michele es su aspecto retro, la esencia de lo vintage ligada al lujo y al diseño característico de Gucci.
Grande éxitos
Sus iconos se destacan en el ámbito de los bolsos, los cinturones en acabado a tres colores y los mocasines que vuelven a estar a la orden del día. El más destacado es el que lució Grace Kelly en los años 50, cuando la escasez de materiales y la mala economía del continente tras la Segunda Guerra Mundial dejaba a Gucci con un accesorio realizado con piel de becerro y bambú para las asas.
Sus campañas son muy sensuales y provocativas. Aunque con el tiempo ha ido rebajando ese nivel de erotismo y mujer extra femenina, Gucci no ha perdido nunca esa esencia. En sus campañas más actuales, los rostros más conocidos y destacados son los que colman sus pancartas en la calle. En ese aspecto, la casa italiana siempre ha utilizado a los más influyentes de cada época.
Marcando tendencia
Sus principales competidoras del sector de moda, lujo y cuero son marcas tradicionales como Lonchamp con el diseño y trazado del material en bolsos a cargo de Alexa Chung, el cuero americano de Coach o el Fendi de la época de Karl Lagerfeld. Aunque otras más actuales y juveniles se apuntan a la esencia de Gucci con un estilo inspirado en la firma italiana, como en el caso de Forever 21.
No es de extrañar que algunos de sus rostros más destacados sean Dakota Johnson -la cual siempre escoge Gucci para sus apariciones públicas y los eventos importantes-, Sienna Miller o Salma Hayeck, entre muchas otras. Beyoncé, sin ir más lejos, protagonizó un shooting muy familiar junto a su hija donde ambas aparecían con conjuntos de la firma a juego. Otras de las actrices que no son más cercanas por su aparición en la pequeña y gran pantalla española y latinoamericana son Bárbara Lenie y Juana Acosta, que también han lucido modelos de la firma.
Para recopilar todas esos rostros importantes que han pasado por la casa, la firma lanzó en el año 2006 un libro donde recogía los eventos más importantes junto con algunas celebridades del mundo de la música, el cine y la moda. En las páginas de Gucci by Gucci, los más de 85 años de la firma se reunían en forma de fotografías e iconos.