La firma nació de manera oficial en el año 1994. Aunque su pasión le venía ya de casa, puesto que su madre -de procedencia alemana- había sido una modelo importante de la agencia Elite, una de las mejores del momento y con un reconocimiento internacional. París será siempre su capital, donde estudió diseño -en 1985 junto a Christophe Lemaire, con el cual lanzaría su primera línea textil en el barrio de Les Halles-, donde abrió su primer taller y también presentó su desfile inaugural.
La colección de Primavera/ Verano de 2016 rompió los moldes de lo que se conocía por MarantRecuerdos del mundo
La diseñadora tuvo una época de conocimiento e interiorización de sí misma. Por eso, tras un viaje intenso como mochilera por parte del continente asiático y también africano, Isabel Marant quiso reinterpretar las distintas culturas, la gente y los que para ella representaba esos países por los que había pasado. Pero no lo hizo sobre un lienzo de telas, sino en joyas a partir del año 1989.
Las ganancias resultantes de sus primeras colecciones las invirtió en crear su propia línea de ropa, una en la que ella misma pudiera ver reflejado el estilo que mayor representación tenía en ese momento en su armario ideal. Es más, se dice que ella fue la que destronó al mítico Tom Ford, que por entonces proponía un modelo de mujer muy distinto al suyo.
Mientras que Isabel Marant diseñaba para una línea femenina más relajada, casual y mucho más real, Ford y compañía estaban en lo más alto con la sensualidad llevada al extremo. Pero resurgieron voces más críticas con este modelo de mujer que se pretendía representar como la contemporánea y verdadera. Tales firmas se sumaron al concepto de la diseñadora en sus colecciones más suaves y menos agresivas, como Céline o Chloé. Por lo francés, por entonces, era lo que más triunfaba.
De colección y colaboración
El estilo de Isabel Marant es único en cuanto a su atemporalidad, la calidad de sus piezas y la comodidad diaria que permiten sus diseños. Aunque sus primeros pasos no solo fueron sus diseños junto a Lemaire o sus joyas, sino que también colaboró con su propia madre antes de crear su firma homónima. Corría el año 1990 cuando, madre e hija, presentaban una colección realizada sobre prendas de punto para la marca Twen.
Ya en el año 1998 empezarían sus numerosas y conocidas colaboraciones con la firma La Redoute. Abre, además, su primera tienda en París y su negocio empieza a expandirse por el país nipón durante ese mismo periodo. Un año más tarde, Marant abre una nueva línea con un precio más asequible para aquellos que no alcancen a las cuotas mínimas pedidas por la colección oficial de Isabel Marant: Étoile.
El modelo Bernabé Hardy por primera vez en el desfile de la casa para Primavera Verano 2018Se seguirá especializando en las demás líneas de diseño con el tiempo. Primero con la infantil en el año 2004, fecha en la cual presenta una colección muy especial para los más pequeños de la casa. Más adelante, en 2013, será con la marca low cost sueca H&M con la cual se lance al bando del hombre. En esa ocasión, la línea Studio le permitió a la diseñadora francesa enfrascarse en la creación de una línea para el sector masculino.
Eso sí, lo que no se le puede negar al trabajo de Isabel Marant es la destreza con la que consigue combinar, innovar y sorprender (siempre para bien) con sus diseños. Sobre todo, por el dominio que tiene sobre los clásicos: piezas de diario llevadas a lo más alto con una nueva visión de maestría. También los blancos y negros, las paletas más neutras y básicas, son la muestra perfecta para que Marant pueda demostrar su valía.
Una expansión que tiene mucho chic
Sus tiendas oficiales y multimarca en algunos establecimientos importantes son algunos de sus referentes. Envueltos en un ambiente de lujo, sencillez y calidez, algunos países europeos como Francia, España, Reino Unido o Dinamarca, se suman a los asiáticos Líbano, Emiratos Árabes, Tailandia, China o Japón y a Estados Unidos, entre muchos otros.
Su carrera hacia la expansión mundial comenzó principalmente con el país nipón en 1998, cuando sus trabajos cruzaron casi medio mundo para darse a conocer entre los ciudadanos japoneses. Más tarde, en el año 2010, Isabel Marant abriría su primera tienda en Madrid y también en Nueva York, en pleno Soho. A ello hay que sumarle la campaña protagonizada por la 'top model' Kate Moss, que elevó la categoría que la casa francesa tenía ya ganada por entonces.
Mila Jovovich fue uno de los rostro de la colaboración entre Isabel Marant y H&M en 2014El pueblo se levanta
Acusación de plagio de las indígenas mexicanas Tlahutoltepec, por vender una blusa con un diseño y características muy similares a las que ellas hacen como un símbolo de su cultura. El tema tuvo su polémica en el año 2015, fecha en la que fue denunciada. Con ello, además de pedir el reconocimiento público del hecho, el gobierno mexicano exigió el paro inmediato de plagios y destrozo de la cultura del país, que es patrimonio.
Pero la cosa no quedó ahí, sino que las propias indígenas, encargadas de crear las blusas que representan a su pueblo y a una cultura de milenios de historia, invitó a la diseñadora a trabajar con ellas y descubrir cómo se hacía realmente la pieza. Para ellas, el proceso de creación es importante, ya que no es solo una pieza más de vestir, sino que representa una parte muy importante de ellas, con dibujos trazados que son un lenguaje en sí mismo, tal y como ellas explicaron a los distintos medios en su momento.
Aunque ese no fue el único pleito al que se vio forzada la diseñadora a hacer frente. En este segundo caso, que sucedió tiempo atrás con respecto al anterior, fue la propia Marant la que tuvo que demandar a otra firma por el plagio de uno de sus vestidos. La afectada, en este caso, fue la marca Naf Naf, que presentó en 2008 una pieza prácticamente idéntica a la que la firma de la francesa lanzó en su colección de otoño/ invierno de 2006. Con el tiempo, la justicia le dio la razón a Marant.
