La firma de esta diseñadora británica nació en Londres en el año 1988. Desde entonces, sus colecciones no han dejado indiferente a nadie. Basándose en un estilo formal y elegante, Jenny Packham no pretende alejarse de ese punto protocolario al cual le añade unos sutiles toques de modernidad y al cual le resta seriedad.
Jenny Packham da un toque de modernidad sin salirse de los patrones establecidosLa nueva era nupcial
Esta es una de las pocas firmas que reconoceríamos por estar dedicada al ambiente de las bodas y todo lo que rodea a este mundo de la moda. Pero sí, Jenny Packham se creó desde un principio con la idea de cubrir una nueva necesidad en el panorama del vestuario más correcto y protocolario como invitada, dama de honor o -por qué no- como la propia novia de la fiesta.
Aplicando los cánones que se representan como los establecidos, los diseños de la creadora británica se alejan mucho de la convencional estética de las colecciones Bridal. En cada una de ellas, manteniendo los cortes adecuados, los escotes permitidos y el blanco como el color fetiche para casarse ante el altar, Jenny Packham incluye algunas sutilezas de marcado carácter que convierte a sus vestidos en piezas muy especiales y únicas.
Un armario muy correcto
Sin salirse de los patrones que determinan los cortes correctos y la elegancia, junto con la sutileza que evocan sus tejidos, Jenny Packham demuestra que lo moderno no tiene por qué estar reñido con la moda establecida o de protocolo. Por eso, a través de sus otras líneas de vestuario, ya que no cuenta solo con la colección Bridal; sino que aparecen bajo su misma etiqueta otras creaciones para Prêt-à-porter, Resort, Lencería y Accesorios.
Sus diseños encajan a la perfección con la moda específica para eventos sociales y de gran importancia y relevancia. Por eso, entre sus principales colaboraciones se encuentra la de la marca De Gournay, que ofrecen moda de calidad indicada para este tipo de actos, en los que se necesita marcar la diferencia a partir de diseños más modernos a partir de cortes más clásicos. Porque en las manos de Jenny Packham convergen la tradición con la vanguardia sin que nada se salga de su sitio ni que termine de desentonar.
El uso de materiales ligeros y sedosos permite que sus diseños tengan un aspecto más etéreo. Este no es fácil de conseguir, aunque la firma de la diseñadora británica parece que es una buena entendedora de estos acabados más volátiles. Es a través de tules más rígidos y sedas plisadas mediante las cuales consigue ese efecto lady.
Un maniquí representa a la Princesa Rapunzel con un vestido de Jenny Packham en un escaparate de Harrods en LondresEnmarcando la figura femenina, sus cortes nunca dejan ver más allá de las zonas aceptadas por protocolo. Por eso, no es de extrañar que sus vestidos más cortos sean los de tipo Coctel, que acaban justo por encima de la rodilla, sin dejar unos centímetros de más ni con escotes excesivos. Porque para ser elegante no hay por qué experimentar con a la forma sensualizada de los vestidos, ni hay por qué llamar la atención con piezas ajustadas.
Encargada de vestir las alfombras rojas
Al tratar con un mundo relacionado con los vestidos elegantes, los materiales de calidad y las figuras femeninas más delicadas, pero con seguridad en sí mismas, las colecciones de Jenny Packham no se quedan solo en la esfera de las bodas. En este caso, sus demás colecciones hacen de esta firma una opción perfecta para acudir con uno de sus diseños a las alfombras rojas o a eventos importantes donde se cambien los galardones por pamelas.
Con su tienda on line y las localizaciones de sus flag ship o tiendas insignia, Hong Kong, Nueva York, Londres y París se convierten en sus cuatro ciudades favoritas donde poder explotar su ingenio y llegar a un mayor número de público. Eso sí, sus colecciones no dejan indiferente a nadie, por lo que es habitual ver la copia o el traspaso de uno de sus diseños presentados en sociedad -ya sea en pasarela, alfombra roja, galas benéficas o eventos sociales- a su versión más femenina para la calle.
Mujeres muy reales
Jenny Packham es una especialista en los vestidos más especiales y únicos. Cualquier mujer se sentiría cómoda con una de sus diseños, aunque no son modelos aptos para el día a día, a no ser que seas la mismísima Duquesa de Cambridge. Porque ella sí que es una de las pocas mujeres que ha sabido cómo adaptar los diseños de la británica a su armario real de manera habitual.
Katherine Middleton fue la encargada de elevar a esta diseñadora junto a su firma homónima a lo más alto, pasando a convertirse en una de las más deseadas del planeta. Esto no se consigue de un día para otro, sino que se necesita mucha paciencia y grandes diseños que alaben tu carrera. Aunque, en el caso de Jenny Packham fue mucho más sencillo, ya que la Duquesa era una fan de sus creaciones. Al tratarse de la casa real británica, que es una de las más seguidas y que mejor influencia tiene, el trabajo de Packham se ha hecho viral en varias ocasiones.
La Duquesa de Cambridge es una de sus clientas más habitualesPor lo tanto, la diseñadora británica se convirtió así en una de las mayores abastecedoras del armario privado de Katherine Middelton, donde se pueden encontrar muchos de sus modelos ya conocidos. Ha acudido a diversidad de actos público con un diseño de la británica, como la presentación de su primer hijo George, para el cual escogió un vestido azul celeste con topos blancos y de corte coctel.
La firma Jenny Packham también tiene sus propios contactos en Estados Unidos, ya que es una invitada excepcional de las pasarelas celebradas en Nueva York, donde su nombre tiene cabida entre las colecciones Bridal y las de Prêt-à-porter, que se celebran de manera anual. Por todo ello y por las demás seguidoras que tiene -entre las que se encuentran Uma Thurman, Angelina Jolie, Emily Blunt, Kate Winslet, Dita Von Teese, Kate Hudson o Taylor Swift-, la firma es toda una eminencia en estilo, calidad y elegancia. Porque la moda femenina es mucho más que escotes y prendas ajustadas para llamar la atención.
