Se trata de una firma que forma parte del grupo 'Made in Spain' y que cuenta con mucha importancia, tanto en el modelo creativo gracias a sus diseños como en el aspecto más técnico, ya que ella misma cuenta con una empresa en la cual fabrica sus propios materiales. Toda una puesta en escena al completo que se termina en una pasarela y en las perchas de sus sofisticadas tiendas físicas.
Galicia y París como sus insignias
La diseñadora Kina Fernández nace en Orense y se traslada a vivir a París durante una etapa temprana de su vida, donde descubre su lado más creativo y crece su interés por la moda y el mundo del diseño. Teniendo como referencia algunas de las ciudades más cosmopolitas del panorama mundial y con una traducción del estilo contemporáneo, la tradición es parte esencial de su materia prima.
Al volver a su tierra natal, Kina empieza desde cero un pequeño negocio textil. En una tienda que llevará su mismo nombre, la gallega empieza a desarrollar sus primeros trabajos a un nivel de negocio cercano. Con el tiempo y el aprendizaje continuo, la modista empezará a ampliar su trabajo y a ofrecer.
En el año 1979 empieza su trabajo dentro del mundo de la moda creando una empresa fabril, en la cual ella misma crea sus propios tejidos a partir de materias primas. Más adelante, con el éxito de sus pequeñas colecciones, Kina Fernández se lanza a un diseño más grande, ampliando el catálogo y mostrando un poco más su parte más creativa bajo su firma homónima en 1985.
Mujeres de alto nivel adquisitivo, dinámicas y jóvenes o mediana edad. Todas ellas encuentran en los diseños prêt-à-porter y noche de Kina Fernández unos grandes aliados de moda y elegancia española. Sin decantarse por los patrones tópicos, pero sin dejar de lado la tradición que ha hecho tan grande la moda en nuestro país, la gallega reinterpreta algunos conceptos para darles una visión actual más cómoda y vanguardista.
En las pasarelas desde el principio de los tiempos
Si en el año 85 abría su primera tienda física, tan solo cuatro años después ya está empezando en el mundo del ruedo de las pasarelas. Una de las más importantes y de las primeras más destacadas de la carrera de Kina Fernández es la que realizó en la Exposición Universal de Sevilla en 1992, seguida de la de Lisboa en 1998. Un año más tarde, el Carrousel de Louvre en París será la siguiente meta a conseguir y la Pasarela Cibeles llegará otro año después de la capital gala.
Durante la década de los 90 la firma crecerá y se expandirá, ampliando el mercado con el cual contaba su nombre. Además de las tiendas que tenía en la comunidad gallega, a la cual estaba también muy vinculada gracias a su asiento en el Colectivo de Diseñadores de Moda Gallega, abrirá un espacio físico en pleno de barrio de Salamanca en Madrid en el año 1999.
Sus trabajos han estado reconocidos en varias ocasiones, aunque no fue hasta el año 2009 cuando la gallega entró a formar parte de la organización profesional sin ánimo de lucro de los diseñadores más importantes de España, la ACME. Desde su posición dentro del grupo, los intereses del sector de la moda han sido una parte esencial del trabajo de la diseñadora. Un cargo más que añadir a su ya largo y extenso currículum junto con su firma homónima, que ha sido la que le ha ayudado a conseguirlo.
Un estilo muy femenino
Los efectos metalizados o los detalles incrustados en plata siempre han sido una parte distintiva de su trabajo. Entre todos los calificativos que podrían resumirse del estilo al que nos tiene acostumbrados la gallega, el de elegancia, sencillez, vanguardismo y feminidad serían los que más destacan de su estética creativa.
Ella no crea para mujeres con carácter que buscan llamar la atención sin más, sino que la llaman por el poder que tienen y la seguridad con la que lucen cada uno de sus conjuntos. Es una marca más que indicada para la elegancia y el estilo urbano, donde se ofrece una imagen muy femenina que destaca por ofrecer una combinación perfecta entre la tradición costurera y las nuevas tendencias a través de las puntadas y de los tejidos seleccionados.
Además, cabe destacar la importancia que tienen las tonalidades utilizadas en la gran mayoría de sus colecciones, ya que casi siempre atiende a las mismas líneas características. Las paletas más oscuras son las que se repiten continuamente, ya sea en abrigos, chaquetas, pantalones o medias, y es que siempre aparecen en algunos de sus modelos para dar más visión y fuerza a las gamas cromáticas más coloridas
Unas colaboraciones poco corrientes
Si las grandes firmas nos tienen acostumbrados a crear colecciones cápsulas con otras marcas del mismo rango económico, otras deportivas o incluso 'low cost', ya no solo del sector textil sino también englobando la cosmética; en el caso de Kina Fernández es distinto. Ella ha querido que su firma se viera envuelta en otro campo como la farmacéutica, la literaria o en la ayuda a organizaciones sociales.
Un ejemplo de ello es la colaboración que realiza junto a Planeta de Agostini diseñando una colección de abanicos, en los cuales participan varios diseñadores importantes del panorama nacional actual. Los dos modelos asociados a la gallega son Poesía de Color y Jardín Místico entre los demás modelos creados por los 26 participantes totales que se suman a la lista de la Asociación de creadores de moda de España y que aparecen en esta colección tan creativa.
Otra de sus aportaciones en el campo de las colaboraciones es junto a la industria farmacéutica, pero en su aspecto más cosmético. Es con la francesa La Roche Posay junto a la cual diseña el cofre en el que vienen los productos de belleza de la marca. Ese envoltorio es personal para la diseñadora, ya que es uno de los estampados inspirados en algunas de sus colecciones para la firma homónima y que también acercan la estética de la propia marca para la cual colabora.
Finalmente, es junto con la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) con la que hace una de sus últimas colaboraciones. En esta ocasión, viste unos ejemplares de la película American Gangster como unos verdaderos gangsters americanos de la década de los años 70. Los beneficios de los pequeños diseños realizados para las películas se destinaron íntegramente a la fundación, tras ser vendidos mediante el portal web eBay y después de haber sido presentados en diferentes actos de la FNAC.
Problemas en el paraíso
Pese a que el negocio es rentable y sus cifras son buenas, la firma Kina Fernández se ha visto envuelta en una serie de complicaciones empresariales. En 2011 se suspenden los pagos por un incumplimiento del convenio de acreedores con el cual estaba trabajando por entonces. Ya antes habían hecho una serie de despidos de la plantilla que trabajaba para la marca, aunque eso no sirvió para alcanzar las cifras solicitadas.
Con todo, en el año 2013 entra en fase de liquidación y la nave industrial en la cual la empresa Volvoreta S.A., a la cual pertenecía la firma de Kina Fernández, se subasta por casi 400.000? como precio de salida. La sede, que estaba a nombre del marido de la diseñadora José Álvarez Vidal, contaba con un espacio de casi 2000 metros y de la cual tuvo que desprenderse para poder cumplir con lo establecido. Pese a ello, la firma sigue creando y su sistema económico sigue en activo.