Kling es una firma española que nace hace siete años para ser vendida exclusivamente en el Mercado de Fuencarral. En pocos años se ha convertido en una de las firmas de moda alternativa más importantes de nuestro país, que no solo vende en diferentes tiendas de España sino que tiene amplia presencia en el extranjero, con más de 400 puntos de venta distribuidos por todo el mundo.
Una marca sin nombre
Al principio no les interesaba la marca y de hecho las prendas no tenían etiqueta ni nada que las identificara. Pero poco a poco se fueron dando cuenta de que toda la ropa que diseñaban tenía un mismo estilio, algo en común.
Comenzaron siendo muy reacios a ponerle nombre, a crear un marca, terminaron haciéndolo por un tema práctico, especialmente cuando empezaron a recibir pedidos de otras tiendas para vender su ropa. Fue así como apareció Kling.
Kling y las caras conocidas
Hasta el Mercado de Fuencarral comenzaron a llegar algunas caras conocidas del mundo del artisteo.
Anne Igartiburu fue una de las primeras en enamorarse de los diseños de la firma, Eva Amaral también se pasaba con frecuencia por la tienda, así como la cantante Bebe.
Hasta aquí llegó un día Natalie Portman y se llevó nada menos que 45 camisetas del mismo modelo, el london. Pero no sólo las famosas cayeron atrapadas en las redes de Kling, cada día eran más las clientas enamoradas de la firma, los foros de moda de internet se llenaban de comentarios sobre la marca y el nombre de Kling comenzó a estar en boca de todos.
Se creó, incluso, cierto halo de misterio en torno a la marca, incluida la leyenda urbana de que era una firma inglesa que se vendía en los mercados de Londres.
Pero entre todas ellas destaca Patricia Conde, icono de moda por excelencia y una de sus más fieles clientas. Cada vez que la presentadora aparecía en su programa diario de La Sexta, Sé lo que hicisteis, con alguna prenda de Kling las ventas de la misma se multiplicaban.
Su seña de identidad
La ropa de Kling se caracteriza por unos diseños muy originales, con cortes muy favorecedores; todo lo que confeccionan tiene un sello muy personal que convierte las prendas en únicas: babydoll, lazos, botones, mangas abullonadas, cuadritos vichy, estampados infantiles...
En 2009 la marca amplió su catálogo con cinturones, bolsos, bufandas, sombreros, bailarinas, sandalias, abrigos, botas y complementos de todo tipo.
En un inicio, Kling trabajaba con la talla única. Pero talla única para Kling no significaba una talla 38 o un modelo ideal de delgadez. Se diseñaban prendas de todas las tallas, pero cada modelo solo tenía una única talla, que iba desde la 34 a la 42.
En la actualida la firma española presenta todos sus diseños en tres tallas distintas, S,M o L.