Kate Moss es amada y odiada a partes iguales. Su escuálida figura ha dejado de ser foco de polémicas, sólo porque sus imágenes consumiendo drogas escandalizan al mundo periódicamente. Numerosos contratos son rescindidos, su imagen pública se desmorona y ninguna marca quiere que la relacionen con ellos. Al mes siguiente se dobla el número de campañas que protagoniza y su sueldo se dispara. Esa es Kate Moss, una de las modelos más criticadas y polémicas de la historia, pero cuyo magnetismo la mantiene en la cima de la industria a sus 37 años.
Nació en Addiscombe el 16 de enero de 1974. Con catorce años era descubierta en Nueva York e iniciaba una carrera meteórica, rompiendo con la imagen de las voluptuosas supermodelos de la época. En 1993 protagoniza una polémica campaña de Calvin Klein, que la colocaría en la cima de la industria y en el ojo del huracán, al acuñársele el estilo de heroin chic. Desde entonces la hemos visto sobre la pasarela, fumando marihuana, en vallas publicitarias o esnifando cocaína, pero más de 20 años después de debutar sigue en la cima.
Una de las modelos más ricas del mundo
Gucci, Dolce & Gabbana, Chanel, Rimmel o Bulgari son algunas de las muchísimas marcas que se han rendido al extraño encanto de Moss, que se encuentra entre las personas más ricas de Inglaterra con una fortuna estimada en más de 45 millones de euros. El pasado 2010 ganó más de 6 millones de euros.
