Desde pequeños, la mayoría de los niños y niñas se ven obligados a vestir un uniforme que impone el colegio. Esta prenda es muy similar en casi todas las escuelas, constando de un polo o camisa de determinado color, jersey y, en el caso de las chicas falda; y en el de los chicos pantalón. Esto es lo que puede suscitar ciertos problemas, más que entre los niños, entre los adultos, ya que se puede tomar como un elemento sexista.
¿Igualdad?
En principio, lo que busca esta prenda es igualdad. Con el uniforme se consigue que todos vayan vestidos de la misma forma y se puedan evitar ciertos problemas. Uno de ellos sería el tema de las envidias entre los pequeños. Hay determinadas edades en las que se busca presumir de ropa, lucir diferentes marcas y algo nuevo cada día y esto, puede suscitar ciertas rencillas entre los compañeros que, en los casos más extremos, podría incluso generar problemas de exclusión social.
Se dan casos en los que, aun llevando el uniforme, esto ya ocurre, o bien porque el polo está muy desgastado, la falda algo rota o el pantalón es de otro color. Por eso, con esta prenda se obtiene algo más de igualdad entre los diferentes alumnos.
Niñas falda. Niños pantalón
Pero, aunque lo que se busca es precisamente eso, la igualdad, no es algo que se obtenga del todo. La mayoría de los uniformes se les puede tomar como un elemento sexista, ya que las niñas se ven obligadas a llevar falda y los niños pantalón. La falda es un elemento que genera cierta distinción entre los dos sexos y, de hecho, hay niñas que, ya desde pequeñas, muestran su desacuerdo ante la falda con frases del tipo: "Mamá, ¿por qué yo llevo falda y los niños llevan pantalón?"
La falda frente al pantalón se le puede considerar un elemento sexista, ya que ¿por qué las niñas se tienen que ver obligadas a lucir pierna? Las prendas del uniforme deberían ser opcionales y si la niña decide vestir con un pantalón debería poder hacerlo. Los uniformes tendrían que constar de un pantalón femenino para evitar todos los problemas que genera en cierta medida la falda.
Inconvenientes femeninos
En invierno muchas niñas se ponen dos pares de leotardos para evitar el frío, mientras que los niños llevan el pantalón de felpa gordo que lo que les da es calor. Además, los leotardos se rompen mucho más fácilmente que los pantalones en los chicos, por lo que esto supone un gasto extra en las familias. En otra estación diferente, en primavera/verano, las niñas van con calcetines y, con una simple ráfaga de aire ya se levanta la falda y enseñan, sin querer, la ropa interior.
Y no solo están estos inconvenientes. Algo muy habitual en los niños y niñas en época escolar es salir del colegio y quedarse con los amigos en el parque más cercano a jugar durante la tarde. Pues bien, los niños pueden correr sin problemas, jugar al pilla pilla o a polis y cacos, por poner ejemplos, y en ningún momento se les va a ver la ropa interior. Las niñas, aunque más bien sus madres, tienen que inventar y pensar que puede hacer la niña para correr y saltar sin que se le vea nada. La técnica más utilizada es la de ponerse unas mallas cortas debajo de la falda para que, al salir de clase, se puedan quitar la falda y correr tranquilamente, con un pantalón.
Por eso, el hecho de vestir con falda o pantalón debería ser opcional, y así se evitarían posibles elementos sexistas, como el hecho de que a la chica se le pueda ver la mayoría de veces la ropa interior, ya que deben tener el doble de cuidado que los chicos para evitar que esto ocurra. Sin ir más lejos, si las escaleras del colegio por las que se accede a las clases tienen hueco interior, las chicas deben ir sujetándose la falda para evitar miradas indiscretas durante la subida; algo que ocurre muy a menudo entre los niños de esas edades.
Antigüedad
Quizás, la utilización de este prototipo de uniforme viene dado por el tipo de colegio en el que se está imponiendo desde hace muchos años. Buscan cierto recato y suelen ser colegios religiosos que quieren imponer el modelo de señorita con falda. Además, en ciertos colegios, aún sigue habiendo prohibiciones en cuanto a temas de maquillaje se refiere, pintura de uñas, etc. Pero esto es algo que cada vez queda más atrás, y lo que el colegio pretende obtener con el uniforme se va perdiendo con el paso de los años. Si lo que quieren es el prototipo de señorita recatada, cada vez lo tienen más difícil, y basta solo con echar un vistazo al largo de la falda en las chicas.
Por lo tanto, el uniforme siempre generará cierto sexismo entre los niños y niñas de los colegios y, además, es algo que los padres no van a poder modificar, a no ser que el colegio decida innovar e introducir el pantalón femenino. Algo que queda pendiente en la mayoría de los colegios y que, esperemos, se introduzca pronto.