Desde que la diseñadora Sarah Burton tomó las riendas de Alexander McQueen en la dirección creativa, sus colecciones han sido de lo más sorprendente. La estética de la firma siempre se ha caracterizado por llevar las extravagancias y la originalidad a lo más alto, por lo que en la Semana de la Moda de París no iba a quedarse atrás.
Para otoño/invierno 2017/2018 la firma se ha inspirado en Cornwall, un lugar concreto de la costa de Inglaterra. La tradición de esta zona está vinculada a la magia medieval, a los deseos, el paganismo y, sobre todo, a la fantasía. Todo un mundo que recorrer a través de todas y cada una de las piezas, un viaje que no ha dejado indiferente a nadie.
Sobre la pasarela han desfilado las prendas que Burton propone, llenas de encanto y sofisticación. Sin duda, el color más utilizado es el rojo en su versión más intensa, como ocurre en otras muchas colecciones de numerosas firmas, así como los más neutrales (negro, blanco y gris).Mucha magia sobre la pasarela
Lo más representativo de la firma son sus vestidos y en esta ocasión ha apostado por aquellos de corte midi o largos en todo tipo de tonalidades. Destaca el inspirado en el árbol de los deseos en color plateada, así como las plumas, los diseños que dibujan delicadas figuras mágicas con siluetas muy marcadas y aquellos que simulan armaduras estructuradas con faldas transparentes.
El traje de chaqueta se vuelve sport mientras que las prendas se ciñen mediante cinturones largos. El cuero también tiene especial protagonismo junto a los volantes, el encaje, tejido de pelo y vaporosos, aunque las asimetrías ponen el punto más especial a toda la línea de ropa.