No es de extrañar que numerosas personas tengan alguna prenda o complemento de Blanco. Desde sus inicios eran famosos sus bikinis, manoletinas de todos los colores, camisas o vestidos, pero todo ha llegado a su fin.
El desenlace de una muerte anunciada desde 2012 supone que la firma low cost se despida a las puertas de la Navidad. Los números rojos que se iniciaron aquel año no dejaron de crecer y, Blanco no ha podido superar la intensa agonía que venían viviendo desde hace mucho tiempo.
Las redes sociales anunciaban con un mensaje el cierre temporal de la web de la firma sin previo aviso. Fueron muchos los comentarios que colapsaron la red ante la incertidumbre de los pedidos y devoluciones pero, lo que nadie se imaginaba era que unas horas más tarde el comité anunciara la liquidación total de la compañía.
Este expediente de regulación de empleo y liquidación supone el cierre de las casi noventa tiendas que la firma mantenía repartidas. En el año 2014, el grupo saudí Alhokair Fashion Retail adquirió la compañía pero ante el incremento de un 192% más de pérdidas en 2015 se traspasó al fondo AC Modus. Desde entonces las deudas se han ido sumando y, ante la falta de inversores, se ha decidido echar el cierre definitivo.
Adiós, Blanco
La firma comenzó su camino en el año 1960, cuando su fundador Bernardo Blanco se lanzó a la industria de la moda por la puerta grande. Blanco fue considerada durante mucho tiempo una de las marcas que más ventas tenía del país, con más de 200 establecimientos que se fueron cerrando.
Todo se truncó en el año 2013, tras el concurso de acreedores. Los numerosos cambios de nombre y el rediseño no han servido de nada, y los impagos a sus trabajadores seguían produciéndose. Ahora toca decir adiós a una firma que llevaba 56 años de trayectoria, y que dejará un hueco en el mundo de la moda.