La firma francesa presentó su nueva colección Crucero 2012/2013 en los elegantes jardines del Palacio de Versalles. Una vez más, el polémico diseñador Karl Lagerfeld dio que hablar con sus excéntricas propuestas inspiradas en la corte francesa del siglo XVIII.
El desfile fue todo un festival de color y contrastes, y el káiser de la moda hizo gala de toda su creatividad y barroquismo vistiendo a sus modelos con coloridas pelucas en tonos pastel, rosadas mejillas adornadas con el logo de la casa y complejos atuendos.
Estética rococó-grunge y zapatillas "creepers"
La colección destacó por su gran complejidad y detalle, con superposiciones de prendas y variedad de accesorios, convirtiéndose en una original mezcla de estilos : la ostentación del estilo rococó y la modernidad de los estilos punk y grunge.
Los colores empolvados fueron los protagonistas: rosa, azul, violeta y verde menta. Unido al estilo cortesano, pudimos ver prendas propias de los años 90, como culottes, bustiers y vestidos spaguetti.
Los originales creepers, zapatos que son característicos por su elevada suela, fueron la pieza clave de la colección.
Las prendas llamaron la atención por su diversidad de materiales : tweed, encaje, tul y denim, siendo este último el que estuvo más presente, el tejido estrella de la temporada. Junto a laboriosos vestidos florales que recordaban en ocasiones a la estética 'gothic lolita', desfilaron todo tipo de pantalones, destacando las bermudas, pantalones capri y bombachos.
Karl no escatimó en detalles, elaborados bordados, brocados y chorreras, volantes y mucho dorado. Tampoco se olvidó de la ropa de baño, bañadores con encaje y trikinis.
Además en el desfile también tuvieron cabida extravagantes accesorios, como un curioso bolso regadera.
En resumen, la nueva colección de Chanel supuso una delicia para los sentidos y destacó por la originalidad y transgresión a las que nos tiene acostumbrados el káiser.