19 de Noviembre. Fecha cuanto menos especial para el país de Mónaco al tratarse del día de la Fiesta Nacional. Sin embargo, fiesta hubo poca en una jornada en la que se homenajearon a las víctimas de los crueles atentados que tuvieron lugar en París hace unos días. Los gestos en conmemoración fueron varios en una jornada en el que la solidaridad por el país hermano francés fue el ingrediente principal.
A los estilismos de la familia Grimaldi les caracterizaba la parsimonia, la sobriedad y sensatez, muy lógico en unas fechas tan delicadas como las que vive Europa actualmente. Imposible no percatarse de las destacadas ausencias de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi, como tampoco se pudo obviar que no estuvieron las hijas de la Princesa Estefanía: Ni Pauline Ducruet ni Camille Gottlieb estuvieron presentes.
Las que sí que estuvieron a pie de cañón fueron las Princesas Estefanía y Carolina de Mónaco : La primera puso la nota de color con un estilismo bicolor: El rojo para un austero chaquetón abotonado, y el negro para una moderada falda de corte por las rodillas, guantes de cuero y diadema que echaba su melena hacia atrás dejando ver un rostro afligido por los últimos acontecimientos. Por otro lado, Carolina confío en su diseñador de cabecera una vez más. Chanel fue el encargado de vestir a la Princesa de Hannover en un día en el que todas las miradas se iban a posar en ella. Un abrigo de tweed en tonos metalizado y negro con estampado de zigzag le daba un aspecto comedido y sofisticado.
Charlene de Mónaco escogió un total look color berenjena para la fiesta grande del país al que representa. Un mesurado vestido de corte por las rodillas y manga larga, medias tupidas, sombrero abombado y unos distinguidos stilettos completaban un look muy apropiado para la ocasión. La rubia iba ideal y demostró saber escoger el outfit adecuado según la ocasión. Además, era un día que seguramente recordará para siempre: Fue la primera vez que sus preciosos mellizos se asomaban al balcón del Palacio Grimaldi con motivo de la Fiesta Nacional, dos pequeñas incorporaciones a la Familia Principesca que sacaron la sonrisa de los presentes a pesar de la seriedad del evento.
El Día Nacional de Mónaco contó con la honorable presencia de Carlota Casiraghi, que optó por el lila en un chaquetón muy similar al escogido por su tía Estefanía. Una falda plisada beige y unos tacones negros completaban un conjunto dominado por los colores pastel. El maquillaje minimal hacían que el estilismo de la hija de la Princesa de Hannover aprobara transmitiendo una apariencia aniñada. Por su parte, su hermana pequeña, Alexandra de Hanover, quizá escogió un atuendo demasiado sobrio para su edad. Con un sencillo abrigo negro y el pelo echado hacia atrás tenía una apariencia mayor de lo que le corresponde.
Y otra destacable novedad fue la presencia de Beatrice Borromeo : Era la primera vez que acudía al evento Nacional de Mónaco, al haberse casado recientemente con Pierre Casiraghi. De apariencia tranquila, probablemente su aspecto fue el más distintivo de todos. También con un abrigo, el corte era diferente al no tener este el mítico cuello de solapa. Con un tocado beige en un lateral de la cabeza que aportaba originalidad al look, parece que la periodista se está convirtiendo en el referente de elegancia nacional en Mónaco. Completaba el look con los preciosos pendientes esmeralda, regalo de boda de Carolina de Mónaco. En el Día Nacional de Mónaco, la familia Grimaldi acertó en líneas generales con su apariencia en un día teñido de tristeza y solemnidad.