Los vaqueros o jeans, son un tipo de pantalones que destacan por su resistencia y comodidad. A lo largo de los años, este tipo de pantalones han pasado por diversas etapas.
Historia de los jeans
Los vaqueros se desarrollan después, en el s.XIX en Estados Unidos por el conocido Levi Strauss, cuya marca (Levi's) es una de las más famosas en el mundo en el mercado de los jeans. Éste pasó a utilizar en la fabricación de los jeans las resistentes lonas utilizadas para elaborar tiendas de campaña.
Más tarde, se pasó a usar algodón y añadieron a este tipo de pantalón unos revestimientos de cobre en ciertas zonas, cuales son los extremos de los bolsillos o el final de la bragueta (para reforzar la prenda), naciendo así el vaquero tal y como lo conocemos hoy día.
En el siglo XX, los vaqueros comenzaron a utilizarse por los jóvenes en Estados Unidos, creándose ya las grandes cadenas de montaje industrial de jeans que hoy en día, aunque perfeccionadas, tenemos.
Proceso de fabricación
Elaboración del propio tejido
Por tanto, el primer paso en la elaboración de los jeans es la obtención de este material, para lo que hay que hacer una separación de las fibras de algodón con el objetivo de que éstas se estiren y se abran.
El segundo paso consiste en la realización del proceso de hilatura (elaboración de la tela vaquera), en el que se superpondrán las fibras de denim, limpiándolas, separándolas y colocándolas todas en el mismo sentido. Después, algunos de estos hilos son teñidos con el colorante índigo, que es un colorante indio de origen natural y que aporta a algunos de los hilos de la tela color azul.
En tercer lugar, se meten los hilos de denim en el telar, entrelazando los hilos de color blanco y azul perpendicularmente, para tejer lo que será la tela del vaquero. La tela sacada directamente del telar no es utilizada para la fabricación de los jeans, ya que tiene una textura dura, por lo que será sometida a diversos procesos para darle la confortabilidad y suavidad que finalmente tiene.
Patronaje de los jeans
Dibujarán cada patrón, que será posteriormente colocado sobre la tela (habitualmente se apilan varias telas para realizar el corte de una forma más eficaz, agarrándolas bien para que no se muevan) y se procede a cortarlas con la maquinaria adecuada, guiándose por el patrón. Todas las telas cortadas se apilarán según su tamaño, marcándolas para que no haya ninguna equivocación.
El cuarto paso consiste en coser las telas con una máquina para confeccionar los jeans, uniendo las dos partes de cada una de las piernas, juntando ambas y añadiéndoles la parte delantera, trasera y la cintura. Se le incorporarán los bolsillos delanteros y traseros, las bandas para sujetar el cinturón, así como los remaches (en un vaquero simple, seis), los botones, la cremallera y las etiquetas, que suelen ser cuatro y por lo general, de cuero de imitación.
Últimos retoques
Luego, se procederá a lavar todos los pantalones vaqueros en unas lavadoras de carácter industrial y se inspeccionarán en busca de taras, cortando los hilos sobrantes. Es importante asegurarse antes de dar el trabajo por finalizado que la propia prenda no ha sufrido ningún deterioro durante los pasos anteriormente mencionados.
Por último, se les asignará el tallaje y las etiquetas que correspondan y se envasará cada vaquero en una bolsa de plástico con las indicaciones pertinentes. Se meterán en bolsas o cajas, dependiendo del país al que vayan destinados, ya que algunos países tienen reglamentos de embalaje más estrictos que otros. Y de este modo, ya están listos para ser enviados a los numerosos países hoy en día consumidores de pantalones vaqueros.