La diseñadora Stella McCartney trajo a la París Fashion Week todas las buenas vibraciones que debemos sentir en la temporada de primavera/verano con un desfile lleno de alegría, de esperanza, de ganas de vivir de ser atrevida. Con un final de desfile donde las modelos bailaron y sonrieron, ese era el mensaje que la británica transmitió al público.
Los looks de Stella McCartney para la temporada primavera/verano 2017 son amplios y cómodos, basados en los outifts más urbanos para el día a día. Destacan los grandes pantalones sujetos con un fruncido en la cintura, muy bien combinados con prendas de arriba ceñidas al cuerpo. Así mismo, los jerseys, camisetas y blusas largas, por un lado, y los monos, por otro, con pensados para las mujeres con ganas de ir cómodas y modernas.
Como estampado, hemos visto una una versión muy personal de los topos elaborados a rayas. Los colores que predominan para esta colección primavera/verano 2017 son el blanco y el negro, con predominio de uno u otro pero mezclados. También hemos visto diferentes tonos de azul, incluida la textura denim. El rojo, si bien se nos mostraba un bonito vestido bordado en este color, fue empleado principalmente como tono secundario y destacado en las prendas, y después, la gama de tonos marrones, camel y verde caqui. Las partes de arriba más anchas llevaban esta última gama de colores, que aportan ese añadido más sofisticado para la mujer de tonos más clásicos.
Sin pieles animales
Destaca en este desfile, así como es común en las colecciones de Stella McCartney, el uso de telas sostenibles, sin emplear materiales de origen animal, así que las piezas mostrada en ante fueron confeccionadas con otro material. Ese es el mensaje, además, que quiso transmitir de manera explícita con los mensajes que bordaba en las prendas, en los que se podía leer "Sin cuero ni pieles". También se dejaban ver por numerosas prendas las palabras "Thanks Girls", un mensaje de fuerza para la mujer.
Como complementos, para la primavera/verano 2017 Stella McCartney propone colores cálidos tanto en bolsos como en zapatos: marrones, negros, beiges, naranjas... Así como los bolsos tienen un estilo más clásico, los zapatos derrochan originalidad. Basados en los salón de charol, para unos looks, y los más bajos y cómodos para otros, en todos hay detalles muy personales: cuadros, asimetrías, botones metálicos, escotes cerrados y con forma de V, etc.