En la noche del 5 de octubre, nos quedamos asombrados a la par que un tanto descolocados al contemplar la gran diversidad de diseños que desfilaban por la pasarela de París Fashion Week, todos ellos firmados por Stella McCartney.
Y es que la colección primavera/verano 2016 de Stella McCartney Paris Fashion Week apoya firmemente el estilo más atrevido y rebelde en verano, aquel que te deja lucir piel morena, pero a la vez no se olvida de aquellas personas que tienen que trabajar durante las estaciones más calurosas del año, diseñando algún traje en tono nude más propio de oficina.
El desfile comenzaba con vestidos largos y polos de cuadros o rayas entremezcladas de colores chillones, algo ceñidos pero que mostraban a una mujer relajada. Más adelante pudimos ver vestidos, camisas y pantalones algo más anchos, de materiales suaves formados por pequeñas tablas, que también transmitían confort y eran de colores estridentes como el naranja o azul eléctrico.
La variedad reinó sobre la pasarela
La originalidad y sofisticación las añadían los acabados de las prendas : en pico, con formas geométricas... camisetas con solo una manga o pantalones estrechos que se abombaban de repente. Esto daba un toque moderno y elegante a cada creación que se fundía con la holgura y amplitud de cada diseño.
Sin embargo, la diseñadora no desatendió a aquellas personas que quizá no se sientan del todo a gusto con el estilo rebelde de las prendas anteriores, y por ello creó algunos trajes más formales de estilo gabardina y de colores claros y lisos.
Después dio la sorpresa con el estampado más vistoso del desfile: las espirales. Grandes, pequeñas, en forma de corazón... y con ellas volvieron de nuevo los colores llamativos del principio provocando desconcierto y asombro al mismo tiempo.
El front row contó con celebrities de la talla de Salma Hayek o Anna Wintour, que no quisieron perderse el cambio de estilo ahora con mucho más actitud de la diseñadora británica.