La marca española se ha querido desprender de todos sus manuales y ha querido elevar a una mayor categoría la colección cápsula que realiza de manera anual desde hace unos años con el diseñador francés Christina Lacroix. Esta unión lleva haciéndose realidad desde 2011 bajo el nombre de Exceptionnel. Como es habitual, la colección cuenta con una serie de piezas que se venden en un número limitado de reproducciones. A través de una nueva propuesta de venta, Desigual quiere hacerse un hueco en las referencias de las nuevas generaciones gracias a su vertiente digital y la apuesta tecnológica en sus fondos de inversión.
Según Christian Lacroix, Desigual representa "una serie de prendas para vestir en cualquier momento, pero que cuentan con un matiz propio, optimista y cultural". Ambas marcas destacan por una creatividad que poco o nada tiene que ver con los convencionalismos y asumen su papel dentro de la industria de la moda para expresarse, sin que la censura de lo formal se adapte como una de sus rutinas.
La nueva imagen
Con la llegada de la nueva era Desigual, Lacroix representa el pasado de la marca junto a sus colaboraciones, pero también supone un paso adelante gracias a la reinvención de la colección cápsula. Desde abril hasta ahora, la línea Exceptionnel cuenta con nuevas prendas que se lanzan cada mes, dando mayor peso a determinadas piezas en concreto.
Nuevos sistemas de venta
Durante el mes de junio, los bañadores fueron los grandes protagonistas, mientras que este julio representa el vestido largo como inspiración veraniega. De esta manera, se mantiene el interés del público y la intriga de los medios. Algo parecido a los Drop, tan cotidianos en marcas como las de Kylie Jenner y su cosmética o Supreme, el rey de este sistema de venta.
Eso sí, la colección está limitada a 100 reproducciones por vestido en todo el mundo, es decir, que hay un número de copias contado por cada modelo realizado. Además, su compra solo es posible a través de su portal oficial on line, por lo que se da un mayor peso a la era digital dentro de la marca.
Estética marcada y (des)igual
También es patente su inspiración más retro, ayudándose de los estampados psicodélicos y la combinación de colores en los cortes que recuerdan en ocasiones a los años 60. Todo ello adaptado al máximo a la actualidad y a la libertad que cada uno de los modelos debe permitir en el movimiento, además de su adaptabilidad al día a día de la rutina femenina.
Los modelos de la colección
Los modelos que destacan de la colección son 'Clavelitos', 'I'm not the bride' y 'Go with the wind'. El primero de ellos representa un ramo gigante de flores que se estampa en un corte largo y de efecto caleidoscópico, lanzado en el 2016. El segundo modelo es, claramente en blanco, que recuerda a un vestido veraniego perfecto para un fin de semana en las calas más escondidas de las baleares, con cortes victorianos y en una longitud midi. El tercero, sin embargo, nos remite al jardín de Lacroix que aparece estampado en un vestido babydoll en homenaje al editado en 2012. Los demás modelos que también forman parte de la colección son 'Black is the sum of all colours', 'Town jungle', 'Go south', 'Tattoed bird', 'Wild splash', 'Parrot tulip' y 'Galaxi paisley'. Una serie de mitos dentro de la colaboración que, años después, siguen triunfando a pie de calle.