"¿Pieles? Ya no las uso. No quiero matar animales para hacer moda, no me parece bien", sentenciaba de manera contundente Donatella Versace en una entrevista a la revista 1843 de The Economist. La firma italiana de esta manera se une a otras muchas como Gucci, Ralph Lauren, Calvin Klein o Armani.
La directora creativa aseguraba que se trata de un cambio de filosofía personal, pero también empresarial tras las múltiples críticas de animalistas que ha recibido debido al uso de diferentes tipos de pieles, como de canguro y de mapache.
Gucci fue una de las primeras marcas en dejar de fabricar con pieles el pasado mes de octubre. La prohibición se materializo en la colección de primavera/verano 2018. Las declaraciones del presidente de Gucci, Marco Bizarri, eran claras al respecto, "ser socialmente responsable es uno de los valores centrales de nuestra Casa, y seguiremos esforzándonos por mejorar el medio ambiente y el trato de los animales".
Buenas y malas críticas
El reciente compromiso de las firmas con el trato a los animales está recibiendo grandes críticas por parte del público, pero no todas son buenas. La Federación Internacional de Pieles ha mostrado su desagrado con la decisión de Donatella, transmitido por el director ejecutivo Mark Oaten, "la mayoría de los diseñadores seguirán trabajando con las pieles porque saben que es un material natural que se produce de forma responsable. Con la creciente preocupación por el medio ambiente y el plástico en la moda, la piel es la opción más natural y responsable para diseñadores y consumidores".
La idea de no utilizar más animales, alineada en la ética de la diseñadora Stella McCartney, no forma parte de un comunicado oficial de Versace, así que se esperan cambios dentro de poco en la firma de ropa. Si algo está claro, es que el mundo de la moda está empezando a cambiar radicalmente concienciándose con el mundo animal.