Una carrera fructífera que se ha mantenido en pie durante dos décadas y que a partir de este momento será sustituida -en cierto modo- por la atención y el cuidado de su familia. Y es que entre los principales rumores que situaban a la brasileña fuera del 'runway' figuraba pasar más tiempo junto a sus dos pequeños, Benjamin y Vivian Lake, y su marido y jugador de fútbol americano Tom Brady. Un cambio importante en la vida de la 'top model' que le permitirá disfrutar aún más de los momentos familiares y seguir centrándose en otros proyectos.
Sin embargo, no todo parece ser cosa de familia sino que, tal y como la propia Bündchen ha confesado, su cuerpo le pedía ya a gritos un cambio de rutina : "He aprendido a escuchar a mi cuerpo", comentaba al diario Folha de São Paulo. "Automáticamente, mi cuerpo me dice si lo que hago vale la pena, y me pidió que lo detuviera ", explicaba la modelo al diario Folha de São Paulo el pasado sábado 11 de abril. "No veo cómo continuar... y dejarlo me deja espacio para otros proyectos que tengo ", concluía esta madre de 34 años.
Colcci y Sao Paulo Fashion Week: el último escenario
Así, la modelo mejor pagada del mundo, según Forbes, tendrá que despedirse de todos aquellas casas , diseñadores y también seguidores que han sido fieles a su trabajo durante todos estos años. Y por ello, ¿qué mejor que Brasil para cerrar una de las etapas más felices de su vida? Será entonces la pasarela de São Paulo Fashion Week donde la figura de Bündchen sea vista por última. Al menos en este tipo de eventos, ya que tanto su propia firma Gisele Bündchen Intimites y sus innumerables posados de campaña seguirán dando todavía mucho juego.